//Por; Jesús Hoyos Hernández//Nacional//Análisis//Política//Opinión
El capricho de Porfirio Díaz, cuando prohibió el calzón de manta
En un capricho del dictador, Porfirio Díaz; en 1887 Díaz, prohibió el calzón de manta en México, en vísperas de la conmemoración de la independencia de México y antes que llegara el embajador de Estados Unidos de Norteamérica, Henry Lane Wilson, hasta entonces las relaciones con aquel país no eran de las mejores la misma frase de Porfirio Díaz “Tan lejos de dios y tan cerca de los Estados Unidos” Henry vendría a México a representar los intereses de esa nación. En un acto de autoritarismo y discriminación hacia nuestra identidad, se prohibió a finales del siglo XIX el uso del calzón de manta; se pedía sustituirlo de manera obligatoria por un pantalón.
Porfirio Díaz y la elite gobernante considero al calzón de manta inmoral, y representaba un atraso para el progreso. La preocupación del presidente Porfirio Díaz y de su élite por “modernizar” el país, convencidos entonces de que el calzón blanco, atuendo tradicional de indígenas y rancheros, era un signo de atraso económico y social. Los gobernadores de los Estados aceptaron la medida adoptando el decreto, el primer Estado fue Jalisco y el último en adoptar esta medida fue Colima
Con fecha 29 de noviembre de 1887, según oficio que guarda el Archivo Histórico de Jalisco, el jefe político de Sayula informó al Ejecutivo del Estado sobre el bando publicado el 26 del mismo mes por el Ayuntamiento de esa ciudad, prohibiendo el calzón blanco y haciendo obligatorio el uso del pantalón a partir del primero de enero de 1888.
Dicho bando, suscrito por el presidente municipal J. Jesús L. Patiño y por el secretario Ponciano López Santoyo, advierte que se tomó el acuerdo luego de que la capital del Estado, Guadalajara, adoptó la misma medida.
Prueba de civilización, moralidad, progreso y cultura…
Dice el bando de Sayula:
“Y con el objeto de que en esta misma ciudad se dé una prueba de civilización, moralidad, progreso y cultura (la cuestión de moralidad tenía que ver con el hecho de que el calzón reflejaba con frecuencia las partes íntimas del varón), prohibiéndose el uso exclusivo del calzón blanco y prescribiendo la obligación del uso del pantalón, ha acordado las siguientes prevenciones de policía:
“Desde el día primero de enero del próximo año de 1888 será obligatorio en esta ciudad, para todo varón, sea cual fuera su condición y fortuna, usar en público el traje conocido con el nombre de pantalón. “La infracción de la anterior prevención se castigará con multa de un peso u ocho días de reclusión con destino a los trabajos públicos. “La Jefatura Política cuidará prudentemente del cumplimiento de estas prevenciones, quedando facultada para invertir el importe de las multas que esta misma disposición impone en la compra de pantalones, que se aplicará a los culpables que juzgue más menesterosos”.
Al tratar de cambiar de la noche a la mañana la indumentaria de los campesinos, Porfirio Díaz, importo mas de cinco mil pantalones, para la capital del Estado de México, pero era tan precaria la situación económica que muchos los cambiaron por comida, que además hay que decirlo no fue aceptada la medida del General Díaz, en la provincia se siguió usando el calzón de manta solo con un pequeño detalle, para los campesinos de provincia si querían viajar no podían hacerlo, no podían entrar a las ciudades, vestidos con su indumentaria tradicional, era entonces que para entrar a las ciudades tenían que rentar un pantalón.
Durante el porfiriato para la clase gobernante y las elites económicas y clases sociales altas y burguesas, la moda era al estilo francés, trajes victorianos muy afrancesados.
Para las personas que desobedecieran la medida eran arrestadas, las penas eran de 8 a 15 días encerradas y una multa de uno a dos pesos, o en su caso forzados a trabajar en algunos proyectos a cargo del gobierno por ejemplo la construcción de puentes o las líneas del ferrocarril que prácticamente industrializaron al país de aquellos años.
NO al racismo NO al clasismo NO a la discriminación en ninguna parte del mundo. SI al humanismo universal.
ResponderBorrarInteresante, medidas cómo estás se requieren hoy en día para los medios de comunicación y espectáculos que invitan al vandalismo, adicciones, usando un lenguaje vulgar, agresivo, inexistente en el diccionario de real academia, como lo es "güey" entre otras sin contenido. El uso de vestimentas impropias que en ves de vestirse se desvisten utilizando a la mujer como objeto y no persona, incitando a la prostitución y confusion en la identidad de género.
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