Una infancia pasada
Juegos infantiles
Una
infancia pasada vs una infancia perdida
//Especiales//Crónicas//
Sin duda alguna fuimos la ultima generación que
tuvimos infancia, hasta los años 70´s y
los años 80´s, yo creo que fuimos los últimos, en tener una infancia plena,
entonces los senos de las familias no estaban tan polarizadas, todavía existía
un núcleo familiar basado en valores, yo creo que el Roll familiar estaba bien
definido, hasta nosotros como niños teníamos nuestras tareas o de plano no
había domingo y nos castigaban, teníamos castigos, de vez en cuando recibíamos
nuestros chanclazos, y si teníamos
hermanitos a todos nos tocaba para estar parejos.
No existía discriminación,
claro lo teníamos bien merecido. Los padres nos educaban con cierta autoridad,
entonces los padres no se andaban con payasadas, “hay pobrecito de mi hijo” no
se andaban con complacencias, nos daban unas chingas pero bien dadas y si de
plano no queríamos estudiar nos mandaban a trabajar, claro siempre con los
buenos consejos, y con regaños, entonces muchos de nosotros ni siquiera nos
atrevíamos a contestarle a los padres, todavía mi abuela me platicaba que
anteriormente existía mas respeto hacia los padres se les hablaba de usted, se
les besaba la mano se inclinaba la cabeza y se descubría la cabeza del
sombrero, las mujeres se cubrían con su rebozo la mitad de su rostro y la
cabeza, de igual forma tenían que descubrirse. Con todo esto tuvimos la
infancia mas feliz, y mas aun los que tuvimos la dicha de nacer y crecer en
provincia, hay similitudes pero es muy diferente la infancia entre un niño de
ciudad a un niño de campo.
Entonces nuestras travesuras eran bien conocidas,
pero sin malicia, a eso si le agregamos la pobreza, los deberes del hogar.
Algunos niños ya tenían responsabilidades de un adulto, por que tenían que
trabajar y al mismo tiempo estudiar y entre ellos me incluyo. Con todo esto
siento yo que tuvimos una infancia más feliz.
Así es no existían celulares tabletas, la única
tecnología era un radio de transistores, la señal de la televisión pues no
llegaba a provincia, entonces las costumbres estaban muy arraigadas, no
teníamos estereotipos, pero en la tarde después de haber terminados nuestras
tareas laborales, salíamos a jugar, ni siquiera había parques, todo era campo,
en medio de árboles, en la calle ni
siquiera pasan coches, toda la calle era nuestra, pero salía una veintena de
chamacos traviesos, teníamos un menú de juegos interminables, que iban
despertando de acuerdo a la edad de cada niño, y cada uno se juntaba para jugar
de acuerdo a su edad.
Las niñas de seis a diez años jugaban a la comidita,
sacaban sus muñecas, los niños sacaban sus luchadores.
Juegos y
juguetes
Para ir a la escuela no teníamos mochilas se
utilizaban bolsas tejidas, y las llevábamos cargando como si fueran bolsas de
mandado. Nuestros juguetes, el yoyo, el balero, las canicas, el trompo.
Esos eran los juguetes, para jugar había una infinidad
de juegos con diferentes reglas, y
algunas que inventaban pero que divertían, muchos juegos no se necesitaba tener
el juguete físicamente, solo se necesitaban los jugadores, y muchas ganas de jugar, las niñas jugaban al
avioncito, pintaban uno en el piso con
cualquier material, el juego consistía en brincar, de cuadro en cuadro sin
pisar raya, con recuadros del uno al diez y después de regreso, las jugadoras
se enumeraban y cuando pisaba raya una de ellas le tocaba a la otra.
En las canicas existían, no menos de unos diez juegos,
con reglas diferentes y de acuerdo al número de jugadores, la más clásica era,
pegarle a la otra canica del jugador. Y donde quedaba hay le tocaba al otro, la
otra es poner una canica en un circulo, o poner muchas dentro del mismo y
sacarla del circulo golpeando con otra como carambolas, otro juego era meter
una canica en un hoyo.
Cuando nos iban a pegar corríamos
despavoridos, quien no recuerda esta imagen.
Los castigos lo teníamos bien merecido. Cuando salíamos a jugar nada mas entrabamos a nuestras casas a tomar agua y al baño, todos bañados en sudor, nuestros juegos eran de correr saltar, muchas veces nos escapábamos sin pedir permiso de salir a jugar.
Los castigos lo teníamos bien merecido. Cuando salíamos a jugar nada mas entrabamos a nuestras casas a tomar agua y al baño, todos bañados en sudor, nuestros juegos eran de correr saltar, muchas veces nos escapábamos sin pedir permiso de salir a jugar.
Juegos como la roña, encantados, escondidas, quemados,
castigos, con una pelota pequeña, los hoyitos, el famoso juego de la botella.
Otro juego muy popular entre las niñas era saltar la
cuerda, se podía jugar hasta entre diez, mientras dos la giraban de extremo a
extremo otras la brincaban en sincronía, estas podían ser desde una hasta cinco
de acuerdo al tamaño de la cuerda.
En los juegos del trompo y del yoyo, este lo jugaban
más los niños mayores ya de diez años hasta mayores, había muchas suertes que
realizaban, por eso se daba uno que otro
descalabrado, al ejecutar alguna suerte peligrosa y no le salía, unos yoyazos
que se acomodaban en la cabeza, o en la cara.
Los descalabrados era por ejecutar juegos peligrosos,
y hasta perversos, en las corretisas no faltaba quien piso mal y se callo o a
quien lo empujaron con raspones y chichones así crecimos, claro que las
palomillas y pandillas de amigos también sobraba, o quien traiciono a los
amigos y se paso al bando contrario, eso existía hasta entre de hermanos,
terminaban todos morados una que otra pelea callejera, en algunos casos en el juego también terminabas
peleando, pero la maña nunca se nos quitaba, por que al otro día te invitaban a
salir a jugar nuevamente y salías. Cuidado con ir de chismoso con tus papas que
te pegaron o te peleaste por que ya no te dejaban salir.
Con todo eso había disciplina en casa, y nos daban
unas palizas, por cualquier travesura, o por cualquier acto de desobediencia,
cuidadito nos dijeran algo nos mandaran a un mandado y no fuéramos, entonces no
contestábamos ni nos revelábamos pero no hacíamos caso, por ejemplo cuando nos llamaban para entrar
a la casa y queríamos seguir jugando, o simplemente no hacíamos caso, los papas
nos llamaban unas tres veces, y desde luego también nuestros juegos
sobrepasaban el límite, hasta de lo peligroso y nunca faltaba el maldoso, también
nunca faltaba el líder de grupo. Cuando alguno de nosotros no salía a jugar, el
compañero de juego lo extrañaba, entonces era capaz de ir a preguntar el motivo
con los papas, y hasta se nombraba una comisión pera irle a pedir permiso para
que salieran a jugar. Tomábamos agua directamente del grifo, sin temor a
enfermarnos, ocasionalmente portábamos nuestra resorteras.
Nuestra generación fue la ultima que tuvo infancia, y
construyo el valor de la amistad verdadero y también fuimos los pioneros de
esta tecnología, que acabo con la infancia de nuestros hijos.
Ahora muchos de estos juegos son didácticos por que desarrollan habilidades y destresas.
Nuestra infancia en la escuela
Por que también fuimos los pioneros en utilizar las
computadoras 486,386,286, con el Windows 3.11 y 3.1, y utilizar el sistema
operativo MS-DOS.
Acabamos con el casete, para volcarnos a la era
digital con el mp3, cuando apenas iniciaba el famoso reproductor digital WINAP,
nuestra generación, desarrollo esta era digital, con las redes sociales tanto dispositivo Mobil
con WINDOWS, Factbook y Google, la
culpable de que los niños estén pegados a estos aparatos.
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