El
Origen de las posadas en México
Por; Jesús Hoyos Hernández//Navidad//Especiales//Especial de navidad//
En el México prehispánico se celebraba a dioses como
Quetzalcóatl y Huitzilopochtli, los aztecas, quienes celebraban durante el mes
del panquetzaliztili (diciembre), la llegada de su dios principal y de la
guerra, Huitzilopochtil. Estas fiestas iniciaban el 6 de diciembre y duraban 20
días en los que se colocaban banderas en los árboles frutales y estandartes en
el templo principal. El origen de las posadas en México, fueron introducidas,
por españoles como un proceso evangelizador, de la religión católica contra los
pueblos prehispánicos. Durante los siglos XVI y XVII, los frailes encargados de
convertir a los nativos del Nuevo Mundo al catolicismo la historia se remonta a
las misas de aguinaldos, durante las cuales se realizaban representaciones del
nacimiento de Cristo. La primera vez que se celebraron en la Nueva España fue en
1587, bajo la supervisión de fray Diego de Soria.
El
25 de diciembre, que marca el solsticio de invierno para los habitantes del
hemisferio norte, es una fecha festejada a lo largo y ancho del planeta. La
religión adopta esta festividad de la religión romana para la Navidad y
populariza las misas de aguinaldo, los
evangelizadores de San Agustín Acolman crearon las primeras posadas, todas las
noches, del 16 al 24 de diciembre. En ellas, se hacía una representación de la
Natividad que terminaba con un banquete y, de postre, pequeñas estatuas de
tzoatl, precursoras de las famosas alegrías de amaranto.
Poco
a poco, los rasgos y simbolismos que conocemos fueron añadiéndose: los cánticos,
las piñatas -cuyos siete picos representan los pecados capitales, las luces de
bengala, las velas encendidas.
¿Sabías qué? Las piñatas, desde épocas
prehispánicas, han estado presentes, los mayas rompían recipientes de barro
rellenos de cacao que representaban la abundancia y los favores concebidos por
sus dioses.
La
forma de celebrar una posada navideña ha ido cambiando con el tiempo y se le
han ido agregando elementos que dependen hasta de la región. En general, antes
de comer antojitos o buñuelos, los asistentes a la fiesta se dividen en dos
grupos separados por una puerta, el primero representa a María y José (los
peregrinos) y el segundo a los posibles hospederos. Después se canta la
letanía con velas y luces de bengala en la mano: “en el nombre del cielo, os
pido posada, pues no puede andar, mi esposa amada…”, hasta llegar al final en
la que los hospederos cantan “entren Santos Peregrinos, Peregrinos, reciban
este rincón, que aunque es pobre la morada, la morada, os la doy de corazón…”.
Su
origen es de carácter religioso, en el que se representa el peregrinar de
José y María en su camino a Belén, pero desde finales del siglo XVIII
forman parte de la cultura popular al ser organizadas por las familias
Una
vez reunidos los invitados a esta celebración, se disponen a representar
la solicitud de alojamiento que realizaron San José y la Virgen María en su
peregrinar de la ciudad de Nazaret en camino a Belén. Para simbolizar este
acontecimiento los invitados hacen dos grupos, uno de ellos debe salir de
la casa acompañados de figuras que representan a los peregrinos, José y
María, los cuales piden posada en la puerta entonando la siguiente letanía:
En el México prehispánico se celebraba a dioses como
Quetzalcóatl y Huitzilopochtli, los aztecas, quienes celebraban durante el mes
del panquetzaliztili (diciembre), la llegada de su dios principal y de la
guerra, Huitzilopochtil. Estas fiestas iniciaban el 6 de diciembre y duraban 20
días en los que se colocaban banderas en los árboles frutales y estandartes en
el templo principal. El origen de las posadas en México, fueron introducidas,
por españoles como un proceso evangelizador, de la religión católica contra los
pueblos prehispánicos. Durante los siglos XVI y XVII, los frailes encargados de
convertir a los nativos del Nuevo Mundo al catolicismo la historia se remonta a
las misas de aguinaldos, durante las cuales se realizaban representaciones del
nacimiento de Cristo. La primera vez que se celebraron en la Nueva España fue en
1587, bajo la supervisión de fray Diego de Soria.
El
25 de diciembre, que marca el solsticio de invierno para los habitantes del
hemisferio norte, es una fecha festejada a lo largo y ancho del planeta. La
religión adopta esta festividad de la religión romana para la Navidad y
populariza las misas de aguinaldo, los
evangelizadores de San Agustín Acolman crearon las primeras posadas, todas las
noches, del 16 al 24 de diciembre. En ellas, se hacía una representación de la
Natividad que terminaba con un banquete y, de postre, pequeñas estatuas de
tzoatl, precursoras de las famosas alegrías de amaranto.
Poco
a poco, los rasgos y simbolismos que conocemos fueron añadiéndose: los cánticos,
las piñatas -cuyos siete picos representan los pecados capitales, las luces de
bengala, las velas encendidas.
¿Sabías qué? Las piñatas, desde épocas
prehispánicas, han estado presentes, los mayas rompían recipientes de barro
rellenos de cacao que representaban la abundancia y los favores concebidos por
sus dioses.
La
forma de celebrar una posada navideña ha ido cambiando con el tiempo y se le
han ido agregando elementos que dependen hasta de la región. En general, antes
de comer antojitos o buñuelos, los asistentes a la fiesta se dividen en dos
grupos separados por una puerta, el primero representa a María y José (los
peregrinos) y el segundo a los posibles hospederos. Después se canta la
letanía con velas y luces de bengala en la mano: “en el nombre del cielo, os
pido posada, pues no puede andar, mi esposa amada…”, hasta llegar al final en
la que los hospederos cantan “entren Santos Peregrinos, Peregrinos, reciban
este rincón, que aunque es pobre la morada, la morada, os la doy de corazón…”.
Su
origen es de carácter religioso, en el que se representa el peregrinar de
José y María en su camino a Belén, pero desde finales del siglo XVIII
forman parte de la cultura popular al ser organizadas por las familias
Una
vez reunidos los invitados a esta celebración, se disponen a representar
la solicitud de alojamiento que realizaron San José y la Virgen María en su
peregrinar de la ciudad de Nazaret en camino a Belén. Para simbolizar este
acontecimiento los invitados hacen dos grupos, uno de ellos debe salir de
la casa acompañados de figuras que representan a los peregrinos, José y
María, los cuales piden posada en la puerta entonando la siguiente letanía:
También puedes leer:
Artículos de tu interés
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por sus comentarios