Por; Jesús Hoyos Hernández//Medios informativos//Siglo XIX-XX//Másica//Audio//Tecnología//
Invención del casete
Cajita de material plástico que
contiene una cinta magnética para el registro y reproducción del sonido, o, en
informática, para el almacenamiento y lectura de la información digitalizada.
Reproductor de casetes de sonido.
El
casete, también conocido como "cinta
compacta", fue inventado por la empresa holandesa Philips en 1962. La idea surgió de la necesidad de crear un
medio de grabación y reproducción de sonido que fuera más pequeño, accesible y
fácil de usar que los carretes de cinta magnética abiertos, que eran los más
comunes en aquella época. Este nuevo formato, desarrollado en los laboratorios
de Philips en Hasselt, Bélgica, fue presentado oficialmente al público en la Feria de Electrónica de
Berlín en 1963, revolucionando la industria del audio.
"
consistía en una carcasa de plástico que contenía una cinta magnética
El
"Compact” Cassette de 3.81
mm de ancho, dispuesta en dos carretes dentro del
casete. Esta cinta era capaz de grabar y reproducir sonido en ambos lados,
duplicando la capacidad de almacenamiento de audio. Aunque al principio la
calidad de sonido no era comparable con la de los discos de vinilo, los casetes
ofrecían una gran ventaja: su portabilidad y facilidad de uso, permitiendo que
la gente pudiera escuchar música o grabar sus propios contenidos en cualquier
lugar.
En
sus primeros años, los casetes se usaron principalmente para dictáfonos y
grabaciones de voz. Sin embargo, en 1965, la introducción de los primeros reproductores y grabadoras de casetes para automóviles impulsó
su popularidad en la industria de la música. A finales de la década de 1960 y
principios de 1970, el casete comenzó a ganarse un lugar en los hogares,
especialmente después de que Sony
lanzara el Walkman en 1979.
Este dispositivo portátil permitió a las personas llevar su música a cualquier
parte, marcando el inicio de una nueva era en la forma de escuchar y disfrutar
de la música.
Además,
los casetes ofrecían otra ventaja significativa: la capacidad de grabar y
regrabar contenido. Esto abrió la puerta a la creación de mixtapes, permitiendo a los usuarios personalizar su
experiencia musical de una manera que no era posible con otros formatos de
audio. La industria musical adoptó rápidamente este formato, y para los años 70
y 80, los casetes ya habían desplazado a los vinilos como el medio de música
más popular del mundo.
Sin
embargo, en los años 90, el casete comenzó a perder terreno con la llegada del
disco compacto (CD), que ofrecía mejor calidad de sonido, mayor capacidad de
almacenamiento y durabilidad. A pesar de su eventual declive, el casete dejó un
legado duradero en la cultura musical, siendo un símbolo de la creatividad y la
libertad musical de su tiempo. Incluso hoy en día, en la era del streaming, existe un renacimiento
del casete entre los entusiastas de la música y coleccionistas, lo que
demuestra su impacto cultural y su relevancia duradera.
El
invento de Philips no solo cambió cómo las personas escuchaban música, sino que
también sentó las bases para la evolución de la tecnología portátil de audio,
inspirando el desarrollo de dispositivos futuros como reproductores de MP3 y servicios de música en
línea.
Personaje infaltable de los 70s, hasta los 90s Su misión
era conseguirte o grabarte cualquier título o recopilación pirata, había
algunos que incluso vendían sus propios mixes. El sonidito que hacían cuando
golpeaban los estuches al buscar los temas era música aparte. Desde finales de
la década de los setenta y durante toda la de los ochenta, el casete fue uno
de los formatos más usados para grabar y escuchar música. Aunque pretendió
suplantar al disco de vinilo, en realidad solo pudo convivir con él, sin
superarlo en la calidad de sonido, pero sí en algunos aspectos funcionales.
Ante la aparición de los walkman, el casete podía escucharse mientras uno iba a
la universidad o al trabajo.
Del mismo modo, muchos grupos de rock alternativos
grabaron sus primeras composiciones en este formato y las hacían circular entre
sus amigos y primeros seguidores. Los casetes se vendían en los principales
discocentros, también fueron objeto de piratería y venta ambulatoria, como nos
recuerda esta imagen del 9 de mayo de 1987. Los compradores encontraban aquí
versiones idénticas a las originales, aunque con una fidelidad de sonido
inferior, y también otras recopilaciones que jamás se grabaron oficialmente.
Luego, a principios de los noventa, llegaría el cd y el casete pasaría
lentamente a la historia.
Antes
escuchábamos casetes. Habían tiendas especializadas (Disco Centro, Music Box),
pero también pequeños módulos en los supermercados -como ahora hay de celulares,
por ejemplo- donde al terminar las compras con papá o mamá te podías encontrar
con toda la música que estaba sonando en el mundo. Tener tu casete original era
lo máximo, pero comprarte una cinta en blanco y grabar tu propia copia en la
doble casetera de la casa, también. Y cuando grababas música de la radio
pensabas "¡ojalá que el locutor no hable encima de la canción!". Cómo
sonaban mucho estos Casetes del rock nacional a inicios de los 90's en las
calles de México.
Invención del casete
Cajita de material plástico que contiene una cinta magnética para el registro y reproducción del sonido, o, en informática, para el almacenamiento y lectura de la información digitalizada. Reproductor de casetes de sonido.
El casete, también conocido como "cinta compacta", fue inventado por la empresa holandesa Philips en 1962. La idea surgió de la necesidad de crear un medio de grabación y reproducción de sonido que fuera más pequeño, accesible y fácil de usar que los carretes de cinta magnética abiertos, que eran los más comunes en aquella época. Este nuevo formato, desarrollado en los laboratorios de Philips en Hasselt, Bélgica, fue presentado oficialmente al público en la Feria de Electrónica de Berlín en 1963, revolucionando la industria del audio.
" consistía en una carcasa de plástico que contenía una cinta magnética
El "Compact” Cassette de 3.81 mm de ancho, dispuesta en dos carretes dentro del casete. Esta cinta era capaz de grabar y reproducir sonido en ambos lados, duplicando la capacidad de almacenamiento de audio. Aunque al principio la calidad de sonido no era comparable con la de los discos de vinilo, los casetes ofrecían una gran ventaja: su portabilidad y facilidad de uso, permitiendo que la gente pudiera escuchar música o grabar sus propios contenidos en cualquier lugar.
En sus primeros años, los casetes se usaron principalmente para dictáfonos y grabaciones de voz. Sin embargo, en 1965, la introducción de los primeros reproductores y grabadoras de casetes para automóviles impulsó su popularidad en la industria de la música. A finales de la década de 1960 y principios de 1970, el casete comenzó a ganarse un lugar en los hogares, especialmente después de que Sony lanzara el Walkman en 1979. Este dispositivo portátil permitió a las personas llevar su música a cualquier parte, marcando el inicio de una nueva era en la forma de escuchar y disfrutar de la música.
Además, los casetes ofrecían otra ventaja significativa: la capacidad de grabar y regrabar contenido. Esto abrió la puerta a la creación de mixtapes, permitiendo a los usuarios personalizar su experiencia musical de una manera que no era posible con otros formatos de audio. La industria musical adoptó rápidamente este formato, y para los años 70 y 80, los casetes ya habían desplazado a los vinilos como el medio de música más popular del mundo.
Sin embargo, en los años 90, el casete comenzó a perder terreno con la llegada del disco compacto (CD), que ofrecía mejor calidad de sonido, mayor capacidad de almacenamiento y durabilidad. A pesar de su eventual declive, el casete dejó un legado duradero en la cultura musical, siendo un símbolo de la creatividad y la libertad musical de su tiempo. Incluso hoy en día, en la era del streaming, existe un renacimiento del casete entre los entusiastas de la música y coleccionistas, lo que demuestra su impacto cultural y su relevancia duradera.
El invento de Philips no solo cambió cómo las personas escuchaban música, sino que también sentó las bases para la evolución de la tecnología portátil de audio, inspirando el desarrollo de dispositivos futuros como reproductores de MP3 y servicios de música en línea.
Personaje infaltable de los 70s, hasta los 90s Su misión era conseguirte o grabarte cualquier título o recopilación pirata, había algunos que incluso vendían sus propios mixes. El sonidito que hacían cuando golpeaban los estuches al buscar los temas era música aparte. Desde finales de la década de los setenta y durante toda la de los ochenta, el casete fue uno de los formatos más usados para grabar y escuchar música. Aunque pretendió suplantar al disco de vinilo, en realidad solo pudo convivir con él, sin superarlo en la calidad de sonido, pero sí en algunos aspectos funcionales. Ante la aparición de los walkman, el casete podía escucharse mientras uno iba a la universidad o al trabajo.
Del mismo modo, muchos grupos de rock alternativos grabaron sus primeras composiciones en este formato y las hacían circular entre sus amigos y primeros seguidores. Los casetes se vendían en los principales discocentros, también fueron objeto de piratería y venta ambulatoria, como nos recuerda esta imagen del 9 de mayo de 1987. Los compradores encontraban aquí versiones idénticas a las originales, aunque con una fidelidad de sonido inferior, y también otras recopilaciones que jamás se grabaron oficialmente. Luego, a principios de los noventa, llegaría el cd y el casete pasaría lentamente a la historia.
Antes escuchábamos casetes. Habían tiendas especializadas (Disco Centro, Music Box), pero también pequeños módulos en los supermercados -como ahora hay de celulares, por ejemplo- donde al terminar las compras con papá o mamá te podías encontrar con toda la música que estaba sonando en el mundo. Tener tu casete original era lo máximo, pero comprarte una cinta en blanco y grabar tu propia copia en la doble casetera de la casa, también. Y cuando grababas música de la radio pensabas "¡ojalá que el locutor no hable encima de la canción!". Cómo sonaban mucho estos Casetes del rock nacional a inicios de los 90's en las calles de México.
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