Por; Jesús Hoyos Hernández//Nacional//Análisis//Política//Opinión//Herencia Cultural//Prehispánica//
Nuestra religión, los verdaderos
hijos del maíz
Ser
individuos pensantes es un reto no apto para cobardes ni ovejas dóciles de
sectas oportunistas y populistas, es ante todo, un combatir constante con las
ideas y los actos, y entablar un equilibrio con el entorno que nos rodea. "La
verdadera espiritualidad es nuestra unión con la tierra, con los astros, con
los elementos, con nosotros mismos; con nuestro semejante. Pero ansiar esta
unión colectiva de forma auténtica, no permite que el carácter de una razón
férrea y centrada, se corrompa con la idolatría, la ceguera, el fetichismo y la
sumisión total a cualquier secta mafiosa del orbe. Sin importar cuanto alardeen
ser los dueños de la "única verdad".
Nuestra religión, los verdaderos hijos del maíz
Ser individuos pensantes es un reto no apto para cobardes ni ovejas dóciles de sectas oportunistas y populistas, es ante todo, un combatir constante con las ideas y los actos, y entablar un equilibrio con el entorno que nos rodea. "La verdadera espiritualidad es nuestra unión con la tierra, con los astros, con los elementos, con nosotros mismos; con nuestro semejante. Pero ansiar esta unión colectiva de forma auténtica, no permite que el carácter de una razón férrea y centrada, se corrompa con la idolatría, la ceguera, el fetichismo y la sumisión total a cualquier secta mafiosa del orbe. Sin importar cuanto alardeen ser los dueños de la "única verdad".
Símbolo sagrado de nuestra cultura continental es el maíz, alimento del cuerpo y principal sustento ESPIRITUAL que inspira nuestro camino a pesar de que haya sido transformado en santoral católico a partir de la Colonia. Originario de Mesoamérica, al maíz se le ha llamado " Tlaolli ", de Tla; algo y Ollin ; movimiento, es decir " nuestro alimento que surge del movimiento de nuestra Madre Tierra."También se le llama " Tlayolli ", de Tla ; algo, Yotl ; esencia, Ollin ; movimiento, traducido como " nuestro alimento que surge de la esencia del movimiento de nuestra Madre Tierra." En el Códice Florentino encontramos la siguiente referencia del maíz :
" Escucha el tonacayotl, maíz
nuestro sustento, es para nosotros merecimiento completo.
¿ Quién fue el que dijo, el que nombro al maíz,
carne nuestra, huesos nuestros ?
Porque es nuestro sustento, nuestra vida, nuestro ser.
Es andar, moverse, alegrarse, regocijarse.
Porque en verdad tiene vida nuestro sustento.
Muy de veras se dice que es que manda, gobierna, hace conquistas.....
Tonacayotl, el maíz, subsiste la tierra, vive el mundo, poblamos el mundo.
El maíz, tonacayotl, es lo en verdad valioso de nuestro ser. "
El Maíz, el Tonacayotl, el sustento nuestro.
Este poema recopilado por la Sociedad de Americanistas de París en el siglo XVI nos habla de la creación, no sólo del maíz, sino de la milpa en su conjunto.
Fragmento del poema " Creación de las cosas", incluido en el manuscrito del siglo XVI" Histoire du Mechique ", editado por la Sociedad de Americanistas de Paris: "Descendieron un día los dioses a una caverna, en donde Piltzintecuhtli estaba yaciendo con la diosa Xochiquetzal. De su connubio nació un dios llamado Cinteotl, señor mazorca. Fue sepultado en la tierra este dios recién nacido y de su cabello brotó el algodón; de una de sus orejas , una semilla muy buena que es la calabaza cabelluda y de la otra, una muy buena que se llama huevos de pez, huasontle, de su nariz fue formada la planta que llaman chian, excelente para templar los ardores del estío. De sus dedos brotó una planta que nace bajo la tierra y es el camote o yuca, de sus uñas el maíz , base del humano sustento, y del resto de su cuerpo, mil otros variados frutos, que los hombres siembran y cosechan. Por eso el nombre que lleva aquel dios es el de Tlazopilli, niño amado. Ante todo la consciencia y su relación con el entorno. Esto significa que lo que apasiona nuestros afanes no son sectas, ni templos, ni imágenes que lo mismo se venden en bisutería que en estampitas que terminan en cualquier cesto de basura. No, nosotros profesamos nuestro cariño y respeto por las cosas que en verdad son NUESTRO SUSTENTO."
¿Qué es nuestro sustento? ¿Un muñeco de yeso, una pintura manipulada durante centurias para aparentar supuestos poderes supra humanos, un lugar y una secta? Como hijos de Anawak todos tenemos un solo ORIGEN Y SUSTENTO, y esto es: EL MAÍZ, LA TIERRA.
¿Por qué el maíz es nuestro elemento más sagrado de nuestras tierras?
Porque es un sustento en todo sentido, es alimento que podemos hacer parte de nuestra EXISTENCIA CORPÓREA, como si integráramos lo divino en nosotros, lo eterno de la vida y sus procesos. ¿Por qué se combate el fetichismo católico?
Porque esclaviza, domestica y corrompe. La verdadera espiritualidad es nuestra unión con la tierra, con los astros, con los elementos, con nosotros mismos; con nuestro semejante. Pero ansiar esta unión colectiva de forma auténtica, no permite que el carácter de una razón férrea y centrada, se corrompa con la idolatría, la ceguera, el fetichismo y la sumisión total a cualquier secta mafiosa del orbe. Sin importar cuanto alardeen ser los dueños de la "única verdad".
¿Por qué esta postura tan severa sobre estos usos y costumbres maniatados?
Porque es mandato de la razón profesar la libertad de nuestra consciencia de cualquier yugo que propicie estos vicios, cuyo único origen es la manipulación del individuo para beneficios de poder, dominio y control.
Porque, «si controlas la mente del individuo, controlar todo».
Nosotros no profesamos el culto a ninguna imagen de ningún tipo, ni extranjera ni nativa. Pues, en cualquiera de los casos, el resultado es el mismo: docilidad y ceguera espiritual. ¿Qué profesamos? Ante todo la consciencia y su relación con el entorno. Esto significa que lo que apasiona nuestros afanes no son sectas, ni templos, ni imágenes que lo mismo se venden en bisutería que en estampitas que terminan en cualquier cesto de basura. No, nosotros profesamos nuestro cariño y respeto por las cosas que en verdad son NUESTRO SUSTENTO.
Porque todos lo tenemos bastante claro: "Los templos no se comen, las pinturas no se beben, y los rezos no sacian nuestra necesidad espiritual en un universo incognoscible y misterioso. A nosotros nos sacia la raíz e identidad de nuestro origen. Porque la imagen idónea del poder que posee la vida, somos nosotros mismos, la natura, los alimentos sagrados y el trabajo; nuestro esfuerzo y nuestra humanidad, nuestra capacidad de desarrollar potencias sublimes.
También nos sacia la consciencia de sabernos de pie ante la vida y sus retos; pues elegimos estar firmes antes que de rodillas, suplicando y lamentándose; arrastrando una miseria obscena y una dependencia emocional enfermiza.
Por ello, en estos días de exacerbación religiosa y ritos inútiles, nosotros levantamos nuestra letra como un heraldo que proclama nuestras certezas.
-MA HUEL MANIN MELAUAK
IPAMPA IAXCAN IHUAN IMOZTLA IN MEXIJCO-
-QUE PERMANEZCA LO CIERTO,
POR EL HOY Y EL MAÑANA DE MEXIJCO
Fuimos hechos de maíz
Unos fueron hechos de barro, de metal, o aparecieron de la nada, pero nosotros no, nosotros fuimos hechos de maíz y de maíz nos alimentamos y aquí te traemos algunos argumentos científicos, sociales y divinos para que te convenzas de ello... Hijos del maíz "Escucha: el Tonacáyotl, maíz, Nuestro Sustento, es para nosotros merecimiento completo. Porque es Nuestro Sustento, nuestra vida, nuestro ser. Es andar, moverse, alegrarse, regocijarse. Porque en verdad tiene vida Nuestro Sustento. (Códice Florentino) "Maíz, sociedad, cultura e historia son inseparables. Nuestro pasado y nuestro presente tienen su fundamento en el maíz. Nuestra vida está basada en el maíz. Somos gente del maíz." (Guillermo Bonfil Batalla) "El maíz es patrimonio cultural y natural que México ha legado al mundo. Resultado de milenios de selección humana y natural. Una creación humana prodigio de su sabiduría". (Bruce F. Benz").
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