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Leyenda de amor del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.

La leyenda señala que la princesa Mixtli, era pretendida por Axooxco, un hombre cruel y sanguinario, sin embargo, ella estaba enamorada de un guerrero llamado Popoca, quien también la amaba.

Popoca salió a combatir para conquistar el título de Caballero Águila y poder disputar la mano de Mixtli a Axooxco. Mixtli le dijo que esperaría por él.

Una de las versiones de la leyenda, señala que Mixtli fue cruelmente engañada y le dijeron que Popoca había muerto, y otra dice que tuvo una visión de que Popoca había muerto en combate.

Al enterarse de la triste noticia, Mixtli se dejó morir de tristeza.

Al regresar triunfante Popoca encontró muerta a su amada, por lo que tomó el cuerpo de la princesa y le mandó hacer una gran tumba sobre un enorme cúmulo ante el Sol, amontonando 10 cerros, y colocó sobre ellos el cuerpo recostado de Mixtli.

Popoca tomó una antorcha humeante y le prometió que permanecería eternamente arrodillado junto a ella, a sus pies, velando así el sueño de su amada, la mujer dormida. La nieve los cubrió a ambos, convirtiéndolos así en dos enormes volcanes.

La leyenda indica también que cada vez que el guerrero recuerda a su amada princesa, su corazón tiembla y su antorcha echa humo, y por esa razón, el volcán Popocatépetl sigue aventando fumarolas.