Por; Jesús Hoyos Hernández//Prehispánica//Leyendas//Relatos//
Tesoros ocultos y dinero enterrado
En
México sobre todo en muchos pueblos y rancherías se han desprendido infinidad
de relatos y leyendas sobre tesoros ocultos, incluso hasta existen personas
buscadores de tesoros. Para algunos solo son formidables leyendas para otros es
una verdadera realidad, por ejemplo desde el tesoro del emperador
Moctezuma, Moctezuma Xocoyotzin el
ultimo huey tlatoani de México-Tenochtitlán, nadie sabe a ciencia cierta donde
quedo el tesoro, para algunos lo robaron los Españoles para otros no pudieron
llevarse nada los avaros españoles, la embarcación que lo transportaba se hundió
en el lago de Texcoco, otros afirman, que el botín se lo disputaron los
españoles peleando entre ellos matándose unos a otros al final el dinero se les
esfumo. Ejemplo como este, se desprenden
miles de leyendas y al final, con algunos consejos y otras aseveraciones, que
encierran otras mas leyendas, por ejemplo, que existe dinero encantado, dinero
oculto invisible a los ojos profanos y ambiciosos. Por ejemplo ese dinero
aunque lo lograran desenterrar se convertiría en agua, carbón o estiércol etc.
Aunque
las personas se han creado una falsa idea durante el México prehispánico, no
existía el dinero, existía el trueque,
el intercambio comercial se hacia en especie, no obstante los entierros
fúnebres se hacían, con otros tesoros, piedras preciosas, vasijas de barro. El
dinero apareció muchos años después con el sello de la colonia española bajo
los mercaderes españoles y en el seno de las haciendas, en la crisis de las
haciendas, los hacendados, enterraban su dinero para esconderlo de los
bandidos, también era común como en Europa medieval, esconderlo dentro de los
pozos de agua, o bajo una mojonera ó cuevas etc. Durante la revolución mexicana, fue cuando
más se escondieron tesoros para evitar ser saqueados por los revolucionarios, durante el periodo revolucionario y post-revolucionario, los tesoros se escondían en paredes de las mismas haciendas, paredes falsas etc. Otro común denominador era que los hacendados asesinaban a un peón y lo
enterraban junto con el dinero, así se creía que el alma del pobre desdichado
cuidaría, del dinero enterrado una especia de guardián, algo parecido con las
culturas mesoamericanas, donde al que le tocaba merecer este castigo eran las
personas más avaras ambiciosas, cuidar los tesoros más preciados, según las
leyendas hasta que encontraban la persona idónea, para entregarle el tesoro y
así poder salvar su alma.
Los
antiguos piratas obligaban a su tripulación a enterrar sus tesoros robados y
acumulados, posterior mente de esto asesinaban
a toda la tripulación, para que nadie supiera donde se escondió el tesoro. De estás aparecieron infinidad de leyendas de tesoros legendarios por todo el mundo.
A
continuación escribimos algunas características principales que envuelven
muchas historias y leyendas sobre tesoros ocultos y que hasta la actualidad están muy presentes
en el México de provincia.
1.-
Cuando un hacendado o un bandido enterraba un tesoro, generalmente asesinaba al
peón que había hecho el pozo para doble fin: Primero, que nadie supiera dónde
había quedado escondido; y segundo: que al quedar enterrado junto al dinero, su
alma quedara ahí atrapada para convertirse en el guardián cuya presencia
asustaría a todo aquél que se acercara al lugar. Este mito es el que ha
popularizado las historias de fantasmas agresivos que atacan súbitamente a
quien se acerque aunque sea por casualidad al lugar en custodia.
2.-
Cuando una persona oculta un tesoro, su alma no tendrá descanso y penará cerca
del entierro de aquellos valores hasta que alguien lo saque. Por eso es que se
habla de aparecidos que hacen señas llamando a casual transeúnte y señalando el
lugar del precioso entierro.
3.-
En la antigüedad, enterrar una reata junto al dinero haría un sortilegio
provocaría que aquel lazo se convirtiera en serpiente cada vez que alguien
quisiera sacar el tesoro. Quien no se deje ahuyentar y enfrente con valentía a
la sierpe, la verá convertirse otra vez en una cuerda.
4.-
Si alguien vende un caballo y entierra el dinero, al paso de los años, cuando
el animal muera, un caballo fantasma se empezará a manifestar en el lugar del
dinero enterrado. Esto es para explicar la aparición de puercos, gallinas, toros
y otros animales domésticos.
5.-El
dinero enterrado va produciendo ciertos gases tóxicos y alucinógenos que pueden
envenenar la sangre de quien los respire y crearle alucinaciones; por eso son
famosas las historias de apariciones espantosas cuando están ante el tesoro o
también la plática sobre personas que enfermaron hasta llegar poco a poco a la
muerte.
6.-
Fuegos fatuos: Es creencia muy difundida que los metales preciosos como el oro,
cobre y bronce, van acumulando gases sin olor, pero muy tóxicos, que matan poco
a poco a quien llegue a sacar un tesoro. Los metales preciosos, cada cierto
tiempo liberan el gas acumulado, y al contacto con el aire, se enciende
formando una llama a veces azulosa, a veces roja. Esta llamarada se levanta por
unos segundos y luego se va haciendo pequeña hasta extinguirse. Como es una
llama que no quema, que no es capaz de encender ni el pasto seco, se le ha
llamado “fuego fatuo” y para los buscadores de tesoros es esta la mejor señal
para localizar los entierros. Según el tamaño de la llamarada, es el tamaño del
tesoro. Para protegerse de los gases tóxicos, debe usarse una máscara anti gas,
o atarse por detrás del cuello un pañuelo mojado tapando la boca y nariz, o
debe sacarse el tesoro después que haya liberado los gases al manifestarse la
llama. Pero con todas estas precauciones, todavía hay qué abrir el cofre o
recipiente y dejar airear los metales antes de cargarlos.
7.-
No toda aparición trae dinero: Es rutina ancestral en todos los tiempos y
culturas tener un lugar especial para enterrar a los difuntos. Pero cuando una
persona fue enterrada clandestinamente en algún lugar que no sea el panteón o
los terrenos de una iglesia -que antes también era usada para inhumaciones-, el
alma de aquel que descansa en algún monte, sierra o casa particular, se
manifestará en apariciones hasta que alguien saque sus huesos y los lleve a
descansar a un campo santo. Aquí es cuando se dice que no toda manifestación
sobrenatural significa dinero.
8.-
Todo o nada: Un elemento común en la mayoría de las leyendas de tesoros en
cuevas o subterráneos, es la imposibilidad de sacar en un solo viaje todo por
ser muy abundante lo guardado. Ahí es donde aparece la voz cavernosa o a veces
con el fantasmal guardián haciendo presencia física, para advertir que si no lo
puede sacar todo, entonces no podrá tomar nada. Y la voz de ultratumba retumba
por todo el lóbrego lugar repitiendo amenazadoramente: _”Todo, o nada...” Si la advertencia no es atendida, la puerta se
cerrará, el lugar se derrumbará o el atrevido será atacado por el guardián y
quedará ahí muerto, tendido sobre el tesoro. Por eso se habla de varios
esqueletos encontrados junto a las riquezas. Fueron aventureros que
desatendieron la orden macabra.
9.-
La muerte espera: Es tradicional el creer que alguien tiene que morir al
desenterrar un tesoro; así pues, alguien morirá por inhalar los gases
fatídicos, o debido a una maldición, morirán dos de cada cinco o tres de cada
siete, pues el guardián de los dineros cobrará venganza y esta se puede consumar
días después de la aventura. Si esta maldición no cristaliza en la muerte de
ninguno de los exploradores, entonces el fatalismo lleva a creer que la
venganza del espíritu guardián cobrará su cuota de muerte en un familiar de
cada uno de los que iban a morir.
10.-
El ataque fantasma: Los fantasmas son seres etéreos, incapacitados para hacer
contacto físico con un cuerpo humano. Se les puede oír, se les puede sentir o
ver, pero no se les puede ni nos pueden tocar. Entonces, ¿cómo nos podrían
hacer daño? La tradición popular dice que el daño es solo imaginario, su ataque
es psicológico. Nos pueden atacar y hacernos sentir dolor y hasta podemos ver
brotar nuestra sangre por las heridas que nos causen; pero al abandonar el
lugar del tesoro, descubriremos que nuestras heridas o desaparecieron o nunca
existieron. Quien resista el ataque fantasma puede llegar a conquistar el
tesoro, pero quien no tenga capacidad suficiente para resistirlo aparecerá
muerto, sin huellas de violencia y se dictaminará que murió de un infarto.
11.-
Las armas y las bebidas: Cuando se busca un tesoro no se deben llevar armas de
fuego ni punzo-cortantes, pues esto ahuyentará al espíritu que señala el lugar
porque desea entregar el tesoro. Además las armas son muestras de desconfianza,
que es señal de predisposición a la violencia por codicia, inconformidad,
envidia, avaricia y demás pasiones que ahuyentan a las fuerzas espirituales
benignas y llaman a los seres del mal. Así que cuando no se busca tesoros con
el corazón limpio en vez de riquezas lo que van a obtener es un susto que puede
costearles hasta la vida.
12.-
Dinero encantado: _”Ese dinero está custodiado por el mero diablo mayor...”-se
escucha por los pueblos. Se cree que un demonio está custodiando un tesoro ya
que aquellas riquezas están malditas por ser un depósito de ladrones y
asesinos, producto de muchos crímenes; y por haber costado tanta sangre, son
“dineros del Diablo”. Así las cosas, el que intente rescatar aquellas riquezas
se va a ver envuelto en una jornada de terror insoportable para cualquier ser
humano. De este modo es como sale toda una gama de instrumentos místicos como
los son las muy especiales velas, veladoras, inciensos, lociones, oraciones,
dijes, amuletos, medallas, agua bendita, hierbas protectoras y hasta armas
benditas para enfrentar al demonio medianamente protegidos.
13.-
El dinero se mueve: Uno más de los mitos dice que el dinero se mueve por entre
la tierra. Así pues, un tesoro que fue enterrado en un lugar será encontrado
varios metros retirado del sitio original. Otro más es que al llegar el
buscador de tesoros al cajón de los codiciados caudales, se le puede ver
escapar por entre la tierra y se tendrá que hacer otro pozo hacia el lado que
se fue. Es común encontrar varios pozos en un mismo lugar por la creencia de
que los espíritus están jugando con nosotros y nos lo están cambiando de lugar.
14.-
La codicia: Se dice que al buscar un tesoro no debe nadie de los buscadores
llevar codicia o envidia en su corazón porque el cajón se moverá, al estar ya
cerca la tierra se endurecerá y será imposible continuar la excavación o por
último, el tesoro se convertirá en otra cosa. Hay historias donde se habla de
envidias porque encontraron, excremento, vidrios, o carbón en vez del codiciado
tesoro.
Tesoros ocultos y dinero enterrado
En México sobre todo en muchos pueblos y rancherías se han desprendido infinidad de relatos y leyendas sobre tesoros ocultos, incluso hasta existen personas buscadores de tesoros. Para algunos solo son formidables leyendas para otros es una verdadera realidad, por ejemplo desde el tesoro del emperador Moctezuma, Moctezuma Xocoyotzin el ultimo huey tlatoani de México-Tenochtitlán, nadie sabe a ciencia cierta donde quedo el tesoro, para algunos lo robaron los Españoles para otros no pudieron llevarse nada los avaros españoles, la embarcación que lo transportaba se hundió en el lago de Texcoco, otros afirman, que el botín se lo disputaron los españoles peleando entre ellos matándose unos a otros al final el dinero se les esfumo. Ejemplo como este, se desprenden miles de leyendas y al final, con algunos consejos y otras aseveraciones, que encierran otras mas leyendas, por ejemplo, que existe dinero encantado, dinero oculto invisible a los ojos profanos y ambiciosos. Por ejemplo ese dinero aunque lo lograran desenterrar se convertiría en agua, carbón o estiércol etc.
Aunque las personas se han creado una falsa idea durante el México prehispánico, no existía el dinero, existía el trueque, el intercambio comercial se hacia en especie, no obstante los entierros fúnebres se hacían, con otros tesoros, piedras preciosas, vasijas de barro. El dinero apareció muchos años después con el sello de la colonia española bajo los mercaderes españoles y en el seno de las haciendas, en la crisis de las haciendas, los hacendados, enterraban su dinero para esconderlo de los bandidos, también era común como en Europa medieval, esconderlo dentro de los pozos de agua, o bajo una mojonera ó cuevas etc. Durante la revolución mexicana, fue cuando más se escondieron tesoros para evitar ser saqueados por los revolucionarios, durante el periodo revolucionario y post-revolucionario, los tesoros se escondían en paredes de las mismas haciendas, paredes falsas etc. Otro común denominador era que los hacendados asesinaban a un peón y lo enterraban junto con el dinero, así se creía que el alma del pobre desdichado cuidaría, del dinero enterrado una especia de guardián, algo parecido con las culturas mesoamericanas, donde al que le tocaba merecer este castigo eran las personas más avaras ambiciosas, cuidar los tesoros más preciados, según las leyendas hasta que encontraban la persona idónea, para entregarle el tesoro y así poder salvar su alma.
Los antiguos piratas obligaban a su tripulación a enterrar sus tesoros robados y acumulados, posterior mente de esto asesinaban a toda la tripulación, para que nadie supiera donde se escondió el tesoro. De estás aparecieron infinidad de leyendas de tesoros legendarios por todo el mundo.
A continuación escribimos algunas características principales que envuelven muchas historias y leyendas sobre tesoros ocultos y que hasta la actualidad están muy presentes en el México de provincia.
1.- Cuando un hacendado o un bandido enterraba un tesoro, generalmente asesinaba al peón que había hecho el pozo para doble fin: Primero, que nadie supiera dónde había quedado escondido; y segundo: que al quedar enterrado junto al dinero, su alma quedara ahí atrapada para convertirse en el guardián cuya presencia asustaría a todo aquél que se acercara al lugar. Este mito es el que ha popularizado las historias de fantasmas agresivos que atacan súbitamente a quien se acerque aunque sea por casualidad al lugar en custodia.
2.- Cuando una persona oculta un tesoro, su alma no tendrá descanso y penará cerca del entierro de aquellos valores hasta que alguien lo saque. Por eso es que se habla de aparecidos que hacen señas llamando a casual transeúnte y señalando el lugar del precioso entierro.
3.- En la antigüedad, enterrar una reata junto al dinero haría un sortilegio provocaría que aquel lazo se convirtiera en serpiente cada vez que alguien quisiera sacar el tesoro. Quien no se deje ahuyentar y enfrente con valentía a la sierpe, la verá convertirse otra vez en una cuerda.
4.- Si alguien vende un caballo y entierra el dinero, al paso de los años, cuando el animal muera, un caballo fantasma se empezará a manifestar en el lugar del dinero enterrado. Esto es para explicar la aparición de puercos, gallinas, toros y otros animales domésticos.
5.-El dinero enterrado va produciendo ciertos gases tóxicos y alucinógenos que pueden envenenar la sangre de quien los respire y crearle alucinaciones; por eso son famosas las historias de apariciones espantosas cuando están ante el tesoro o también la plática sobre personas que enfermaron hasta llegar poco a poco a la muerte.
6.- Fuegos fatuos: Es creencia muy difundida que los metales preciosos como el oro, cobre y bronce, van acumulando gases sin olor, pero muy tóxicos, que matan poco a poco a quien llegue a sacar un tesoro. Los metales preciosos, cada cierto tiempo liberan el gas acumulado, y al contacto con el aire, se enciende formando una llama a veces azulosa, a veces roja. Esta llamarada se levanta por unos segundos y luego se va haciendo pequeña hasta extinguirse. Como es una llama que no quema, que no es capaz de encender ni el pasto seco, se le ha llamado “fuego fatuo” y para los buscadores de tesoros es esta la mejor señal para localizar los entierros. Según el tamaño de la llamarada, es el tamaño del tesoro. Para protegerse de los gases tóxicos, debe usarse una máscara anti gas, o atarse por detrás del cuello un pañuelo mojado tapando la boca y nariz, o debe sacarse el tesoro después que haya liberado los gases al manifestarse la llama. Pero con todas estas precauciones, todavía hay qué abrir el cofre o recipiente y dejar airear los metales antes de cargarlos.
7.- No toda aparición trae dinero: Es rutina ancestral en todos los tiempos y culturas tener un lugar especial para enterrar a los difuntos. Pero cuando una persona fue enterrada clandestinamente en algún lugar que no sea el panteón o los terrenos de una iglesia -que antes también era usada para inhumaciones-, el alma de aquel que descansa en algún monte, sierra o casa particular, se manifestará en apariciones hasta que alguien saque sus huesos y los lleve a descansar a un campo santo. Aquí es cuando se dice que no toda manifestación sobrenatural significa dinero.
8.- Todo o nada: Un elemento común en la mayoría de las leyendas de tesoros en cuevas o subterráneos, es la imposibilidad de sacar en un solo viaje todo por ser muy abundante lo guardado. Ahí es donde aparece la voz cavernosa o a veces con el fantasmal guardián haciendo presencia física, para advertir que si no lo puede sacar todo, entonces no podrá tomar nada. Y la voz de ultratumba retumba por todo el lóbrego lugar repitiendo amenazadoramente: _”Todo, o nada...” Si la advertencia no es atendida, la puerta se cerrará, el lugar se derrumbará o el atrevido será atacado por el guardián y quedará ahí muerto, tendido sobre el tesoro. Por eso se habla de varios esqueletos encontrados junto a las riquezas. Fueron aventureros que desatendieron la orden macabra.
9.- La muerte espera: Es tradicional el creer que alguien tiene que morir al desenterrar un tesoro; así pues, alguien morirá por inhalar los gases fatídicos, o debido a una maldición, morirán dos de cada cinco o tres de cada siete, pues el guardián de los dineros cobrará venganza y esta se puede consumar días después de la aventura. Si esta maldición no cristaliza en la muerte de ninguno de los exploradores, entonces el fatalismo lleva a creer que la venganza del espíritu guardián cobrará su cuota de muerte en un familiar de cada uno de los que iban a morir.
10.- El ataque fantasma: Los fantasmas son seres etéreos, incapacitados para hacer contacto físico con un cuerpo humano. Se les puede oír, se les puede sentir o ver, pero no se les puede ni nos pueden tocar. Entonces, ¿cómo nos podrían hacer daño? La tradición popular dice que el daño es solo imaginario, su ataque es psicológico. Nos pueden atacar y hacernos sentir dolor y hasta podemos ver brotar nuestra sangre por las heridas que nos causen; pero al abandonar el lugar del tesoro, descubriremos que nuestras heridas o desaparecieron o nunca existieron. Quien resista el ataque fantasma puede llegar a conquistar el tesoro, pero quien no tenga capacidad suficiente para resistirlo aparecerá muerto, sin huellas de violencia y se dictaminará que murió de un infarto.
11.- Las armas y las bebidas: Cuando se busca un tesoro no se deben llevar armas de fuego ni punzo-cortantes, pues esto ahuyentará al espíritu que señala el lugar porque desea entregar el tesoro. Además las armas son muestras de desconfianza, que es señal de predisposición a la violencia por codicia, inconformidad, envidia, avaricia y demás pasiones que ahuyentan a las fuerzas espirituales benignas y llaman a los seres del mal. Así que cuando no se busca tesoros con el corazón limpio en vez de riquezas lo que van a obtener es un susto que puede costearles hasta la vida.
12.- Dinero encantado: _”Ese dinero está custodiado por el mero diablo mayor...”-se escucha por los pueblos. Se cree que un demonio está custodiando un tesoro ya que aquellas riquezas están malditas por ser un depósito de ladrones y asesinos, producto de muchos crímenes; y por haber costado tanta sangre, son “dineros del Diablo”. Así las cosas, el que intente rescatar aquellas riquezas se va a ver envuelto en una jornada de terror insoportable para cualquier ser humano. De este modo es como sale toda una gama de instrumentos místicos como los son las muy especiales velas, veladoras, inciensos, lociones, oraciones, dijes, amuletos, medallas, agua bendita, hierbas protectoras y hasta armas benditas para enfrentar al demonio medianamente protegidos.
13.- El dinero se mueve: Uno más de los mitos dice que el dinero se mueve por entre la tierra. Así pues, un tesoro que fue enterrado en un lugar será encontrado varios metros retirado del sitio original. Otro más es que al llegar el buscador de tesoros al cajón de los codiciados caudales, se le puede ver escapar por entre la tierra y se tendrá que hacer otro pozo hacia el lado que se fue. Es común encontrar varios pozos en un mismo lugar por la creencia de que los espíritus están jugando con nosotros y nos lo están cambiando de lugar.
14.- La codicia: Se dice que al buscar un tesoro no debe nadie de los buscadores llevar codicia o envidia en su corazón porque el cajón se moverá, al estar ya cerca la tierra se endurecerá y será imposible continuar la excavación o por último, el tesoro se convertirá en otra cosa. Hay historias donde se habla de envidias porque encontraron, excremento, vidrios, o carbón en vez del codiciado tesoro.
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