Segundo tirador en el asesinato de
Colosito. Detienen al ex-agente del CISEN
El Ocho de noviembre de 2025, en la colonia Los
Reyes, de Tijuana, Baja California, México, fue capturado Jorge Antonio Sánchez
Ortega, lo aprehendió la
Interpol basado en la ficha roja que se expidió a petición de
la Fiscalía General
de la República. El
exagente del CISEN señalado como segundo tirador en el asesinato de Colosio, Jorge
Antonio Sánchez Ortega, exagente del CISEN, fue detenido en Tijuana por
presuntamente ser el segundo tirador en el magnicidio de Colosio en 1994. Su
nombre ya había surgido en investigaciones pasadas, aunque fue liberado al día
siguiente del crimen tras vincularse oficialmente a Mario Aburto. Con
trayectoria en espionaje político, Sánchez Ortega participó en labores
encubiertas y vigilancia de movimientos sociales y políticos. Su arresto podría
revelar nuevos vínculos entre el aparato de inteligencia, el PRI y altos
funcionarios, reabriendo un caso que parecía cerrado hace más de 30 años. Exagente
del CISEN, vinculado con la muerte de Colosio, es detenido. Jorge Antonio
Sánchez Ortega fue detenido por primera vez en 1994.
¡Treinta años después… Harfuch rompe el silencio del caso
Colosio! El país entero está hablando de esto. Un exagente del CISEN, Jorge
Antonio Sánchez Ortega, fue detenido en Tijuana y señalado como el presunto
segundo tir*dor del as*sinato de Luis Donaldo Colosio. Las pruebas de ADN,
pólvora y nuevos análisis científicos cambiaron todo lo que creíamos saber. Harfuch
lo capturó y ahora el expediente más oscuro de México se ha reabierto. Y sí, ya
habló… y lo que dijo sacudirá al país.
Esta es su segunda
detención, considerado como presunto segundo tirador en el homicidio del
excandidato presidencial del PRI. El mismo agente al que fue a “rescatar” el
entonces agente Genaro García Luna, futuro titular de la AFI y de la Secretaría de Seguridad
Público en los sexenios de Fox y de Calderón. El señor Sánchez Ortega tiene 61
años de edad, trabajaba como director de la empresa Peak Grovut Capital y se le
detuvo porque se le acusa desde hace treinta años de haber accionado un arma de
fuego contra el candidato del PRI para la presidencia de la república. En el
año 1994, Jorge Antonio Sánchez Ortega era parte del Centro de Investigación y
Seguridad Nacional (CISEN), que era la agencia mexicana que espiaba a los
ciudadanos para luego secuestrarlos y desaparecerlos si acaso sospechaban que
tenían actividades subversivas o si pensaban tenerlas. Fue designado (se piensa
que por Carlos Salinas de Gortari) como parte del cuerpo de seguridad de Luis
Donaldo Colosio Murrieta, candidato designado por el mismo Salinas como
aspirante a la presidencia de México. El coordinador de la campaña de Colosio
era Ernesto Zedillo y éste decidió que se desviaran de su ruta en Tijuana para
hacer una parada en Lomas Taurinas y que allí el candidato pronunciara un
discurso para los pobladores, hasta que se conoció el desenlace de ese evento
su pudo comprender por qué Zedillo se desvió del camino que llevaban para
adentrarse en ese lugar que contenía muy baja población y que además estaba
desconectada de vías prontas para cualquier emergencia. Zedillo ordenó que no
se levantara un entablado, que Colosio se trepara a la parte trasera de una
camioneta para que, micrófono en mano, diera su discurso. De esa manera, el candidato
quedó al alcance de los que lo escuchaban. Cuando Colosio terminó de hablar,
descendió de la camioneta y se dirigió hacia el vehículo que estaba usando para
trasladarse. Para su protección, los
elementos del Estado Mayor Presidencial (gente entrenada para la protección del
Presidente) dieron forma a una figura que llaman "Diamante" en la que
Colosio quedó en el centro, supuestamente apartado de la gente. El empuje de
los asistentes al acto político rompió la seguridad de Colosio dejándolo
expuesto a lo que fuera, en esas condiciones tan precarias dos hombres
dispararon contra él. Los simpatizantes de Colosio se lanzaron contra uno de
los que disparó, lo golpeó, lo arrastró, hasta que los elementos de seguridad
se los arrebató. El rostro y la figura del tirador quedó expuesto a las cámaras
de televisión y se grabó en la memoria del mexicano común: esbelto pero fuerte,
de baja estatura, bigote delgado y pelo abundante y rizado.
Los elementos del
Estado Mayor Presidencial acondicionaron un domicilio cercano para convertirlo
en Casa de Seguridad y allí encerraron al disparador. En Los Pinos, Carlos
Salinas de Gortari hizo dos movimientos: se comunicó con el Gobernador de
Sonora, Manlio Fabio Beltrones, para ordenarle que se trasladara inmediatamente
a Lomas Taurinas y se pusiera al frente de la situación, la otra orden que dio
Salinas fue que del CISEN enviaran a Genaro García Luna para que rescatara a un
detenido por el asesinato de Colosio. Manlio Fabio Beltrones llegó a Lomas
Taurinas y en su camioneta se llevó al que disparó contra Colosio, horas
después volvió para entregar a las autoridades a un joven de casi un metro
ochenta de estatura, con el cabello recortado y sin bigote, que dijo llamarse
Mario Aburto Martínez quién en los primeros interrogatorios gritaba con
desespero: yo no fui, fue el viejón, fue el viejón. Genaro García Luna llegó
hasta donde estaba detenido un hombre llamado Jorge Antonio Sánchez Ortega
acusado de ser el segundo tirador contra Colosio porque se le encontraron
encima dos pruebas contundentes, su ropa estaba manchada con la sangre de
Colosio y la prueba de rodizonato de sodio (residuos de pólvora) demostraban
que disparó un arma en un tiempo similar a cuando mataron a Colosio. Con el
poder que le daba ser el representante de Carlos Salinas de Gortari, presidente
de México, García Luna hizo que se liberara a Jorge Antonio Sánchez Ortega y se
lo llevó a la Ciudad
de México. Desde ese momento no se publicó su rostro ni sus señas particulares
que son similares al sujeto que la gente atrapó y que las cámaras de televisión
grabaron.
Días después, Mario Aburto declaró que no recordaba
nada de lo que pasó porque le pegaron muy duro en la cabeza o porque le dieron
a beber una sustancia extraña en el agua. Tiempo después admitió haber sido el
único que disparó contra Colosio y hasta explicó cómo fue que Colosio giró al
recibir el primer balazo en la oreja para que pudiera meterle una bala más en
el costado contrario. Nadie creyó la versión oficial que hablaba del asesino
solitario, las pesquisas no llevaron a nada nuevo y la gente se perdió en un
mar de teorías, a Zedillo, Salinas lo hizo presidente del país y ocurrieron las
desgracias del Error de Diciembre, el Fobaproa, la reforma a las pensiones, la
creación de las Afores, la llegada de Vicente Fox a la Presidencia, su
escandalosa corrupción, el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, el fraude
electoral contra el pueblo de México para imponerle a Felipe Calderón en la
presidencia del país, la simulada guerra contra el crimen organizado, 60 mil
asesinatos, 120 mil desaparecidos, un billón de dólares por la venta del crudo
desaparecidos y la llegada del superficial y tonto Enrique Peña Nieto que trajo
sus masacres propias como los 43 estudiantes de Ayotzinapa secuestrados y su
Verdad Histórica. Sin embargo, el asesinato de Luis Donaldo Colosio era una
llaga dolorosa sobre la piel del Pueblo que décadas después continuaba
exigiendo saber quién mató a Colosio. Eso fue lo que encontró Andrés Manuel
López Obrador cuando el Pueblo lo hizo presidente de la república, por eso, su
equipo de especialistas en hermenéutica analizó la documentación sobre el caso
y se encontró con el caso de Jorge Antonio Sánchez Ortega y su milagroso
rescate.
AMLO solicitó a un juez que reabriera el caso y
librara una orden de aprehensión contra el segundo disparador contra Colosio,
entonces una vez más las piezas del engranaje que construyeron los oligarcas se
movieron para que el juez, sin que fuera de su competencia, negara reabrir el
caso Colosio y no otorgar la orden de captura contra Jorge Antonio Sánchez
Ortega declarando que se negaba porque AMLO tenía intereses políticos. Claudia
Sheinbaum asumió la
Presidencia de la república y revivió el caso, la Fiscalía General
de la República
solicitó a otro juez la orden de captura y a la Interpol la ficha Roja
para la localización del segundo asesino material de Colosio. La orden de
aprehensión fue efectuada y al conocerse la noticia. los periodistas chayoteros
difundieron la noticia de que la captura de Jorge Antonio Sánchez Ortega
solamente es un distractor, una cortina de humo, para tapar el asesinato del
presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, al que por cierto se
le cayó el aura de santidad política porque se encontró un vídeo en el que
aparece en una amistosa reunión con Carlos Alazraki, Rubén Moreira, Rubén
Aguilar y otros priistas que le llevaron regalos y lo felicitaron por atacar
con tanta saña a los enemigos del PRI. Todavía hay muchos que no quieren
comprender que los priistas abrazaron de esa manera y felicitaron a Luis
Donaldo Colosio Murrieta antes de que fuera asesinado. Jorge Antonio Sánchez
Ortega fue detenido y los que participaron en el complot criminal se retuercen
los dedos de las manos, llenos de angustia, preguntándose; ahora que Jorge
Antonio Sánchez Ortega no está bajo su protección ¿qué declarará?
Las
castas en la Nueva España
eran un sistema de clasificación social basado en la raza, resultado del
mestizaje entre españoles, indígenas y africanos. Las principales castas
incluyeron al mestizo (hijo de español e indígena), mulato (hijo de español y
africana) y zambo (hijo de indígena y africana). A partir de estas mezclas, se
generaron múltiples clasificaciones más complejas como el castizo, el morisco y
el chino, cada una con su propio estatus social y jerarquía.
El
sistema establecía una jerarquía social y económica basada en la “pureza” de la
sangre española. A mayor proporción de sangre española, mayores derechos.
Este
sistema también implicaba discriminación. Los españoles ocupaban los puestos de
mayor poder, mientras que otras castas tenían acceso limitado a la educación y
a cargos importantes. Aunque la independencia de México abolió legalmente el
sistema, sus efectos perduraron en la conciencia social.
Este
tipo de cuadros que muestran las "mezclas de castas" y que se pueden
ver hoy en día en sitios como el Museo Nacional de Historia, y otras galerías,
(la imagen es del Museo Nacional del Virreinato) fueron elaborados para tratar
de explicar la complejidad del mundo novohispano a las autoridades españolas,
es decir, al rey.
Se
pintaban para enviarse allá, porque aquí esos términos no fueron usados de
manera común. Aún cuando aparecen en algunos archivos. Salvo tres o cuatro, la
variedad y complejidad de estos, que no se limitan a los del cuadro los hacía
poco prácticos. Y aunque algunos aparecieron en archivos virreinales, no fueron
usados en lo cotidiano.
Ni
los nombres, ni las imágenes corresponden a la realidad novohispana, pues se
trata de alegorías que intentan enviar un mensaje a la Corona, el del buen
cristiano.
Con
la "Ilustración" (S. XVIII) llegó un gusto o necesidad de clasificar
todo, aunque hay que aclarar que en el virreinato el color de piel en teoría
fue factor importante para ocupar un lugar privilegiado en la sociedad, en la
práctica "la blanquitud" en ocasiones era letra muerta, lo que
contaba era la riqueza y educación.
CUADRO DE CASTAS.
Óleo sobre lienzo
elaborado en el Virreinato de Nueva España que contiene un conjunto completo de
16 combinaciones de castas.
"¿Quién creería que unos negros despreciables del sur, que ni figura tienen de hombres, vendrían un día a imponer al gobierno de México y a formidar [intimidar] a esta ciudad?"
El
4 de noviembre de 1774 nació el abogado, historiador y político novohispano
Carlos María de Bustamante, quien peleó por la independencia y fue un
convencido centralista. Recordar su nacimiento nos permite viajar al 12 de
enero de 1829, día que el congreso federal declaró nula la elección
presidencial que había ganado el general Manuel Gómez Pedraza, un antiguo
realista que participó en la captura de José María Morelos y durante la
presidencia de Guadalupe Victoria se desempeñó como ministro de Guerra. En esas
elecciones presidenciales, las segundas en la vida independiente de México, se
presentaron como candidatos el ya mencionado Manuel Gómez Pedraza, además de
los generales Vicente Guerrero y Anastasio Bustamante, quienes ocuparon el
segundo y tercer lugar, respectivamente. A pesar de que el congreso reconoció la
victoria de Gómez Pedraza, el general Antonio López de Santa Anna se levantó en
armas y exigió que se entregara la presidencia a Guerrero, lo que se hizo tras
el motín de la cárcel de la
Acordada. Esta fue la primera vez que una rebelión tiró a un
presidente (en este caso electo) y marcó un terrible precedente, ya que meses
después Vicente Guerrero fue declarado “incapacitado para gobernar” y despojado
de la presidencia, que fue entregada a Anastasio Bustamante. El otro
Bustamante, Carlos María, fuee un acérrimo opositor de Guerrero y, cuando este
ganó la presidencia, exclamó:
"¿Quién creería que unos negros
despreciables del sur, que ni figura tienen de hombres, vendrían un día a
imponer al gobierno de México y a formidar [intimidar] a esta ciudad?"
A
pesar de expresiones de este tipo, Enrique Krauze considera que Bustamante:
“Era
un patriota del siglo XIX, arraigado en la mentalidad del XVII, que había
pasado casi a ciegas por el siglo XVIII. Quería construir una patria mexicana
(es decir, no española) y por lo tanto orgullosa de su pasado indígena, pero
católica y provista de un gobierno central fuerte”.
Por; Jesús Hoyos Hernández//Nacional//Análisis//Política//Opinión//Prehispanica//Proyectando a México//
El origen del copal
en rituales, ceremonias religiosas y de curación
El
copal es una resina aromática que se obtiene de árboles del género Bursera, y
tiene un papel muy importante tanto en la vida cotidiana como en las
tradiciones espirituales, ceremoniales y de curación de diferentes regiones de Latinoamérica
que tienen raíces prehispánicas. ¿Para qué se utiliza el copal? 1. Rituales y
ceremonias religiosas y de curación: Se quema principalmente durante rituales
tradicionales, como en el Xantolo (Día de Muertos), limpias espirituales y
ofrendas a los difuntos. Su humo se considera una forma de comunicación con el
mundo espiritual y de purificación. 2. Ofrendas: En los altares de Día deMuertos se coloca copal para guiar a las ánimas con su aroma, pues se cree que
el humo les ayuda a encontrar el camino hacia el altar. 3. Usos medicinales y
espirituales: El copal también se utiliza en limpias o sanaciones
tradicionales. Se quema para “ahuyentar malos aires”, atraer energías positivas
y proteger a las personas o espacios. 4. Ceremonias agrícolas: En algunas
comunidades, se ofrece copal durante las peticiones por buenas cosechas,
agradecimientos o bendiciones de la tierra. Su aroma intenso y su carácter
sagrado hacen del copal un elemento esencial en las tradiciones ancestrales de muchas
regiones de México norte sur de Latinoamérica.
La
resina aromática del copal desempeña un papel significativo en las ofrendas del
Día de Muertos en México. El copal se quema en pequeñas brasas durante estas
ofrendas, liberando su fragancia característica, que se cree atrae y guía a las
almas de los difuntos hacia el altar. El humo del copal también se considera
purificador y protector, alejando a los malos espíritus y purificando el
ambiente en el que se lleva a cabo la conmemoración. Además de su función
espiritual, el copal agrega un elemento sensorial importante a las ofrendas,
creando una experiencia multisensorial que involucra la vista, el olfato y el
gusto a través de la comida y las bebidas preferidas de los difuntos. El uso
del copal en las ofrendas de Día de Muertos es un testimonio de la riqueza
cultural y espiritual de esta celebración, que sigue siendo una parte integral
de la identidad mexicana. El aroma del copal es una presencia mágica y tan
llena de enseñanzas. Es una enseñanza ancestral de nutrirnos y curarnos con
todo lo que nos ofrece la madre tierra, es una manera de expresarle nuestra
gratitud. Usado durante siglos y hasta nuestros días para purificar, crear la
abundancia y dirigirnos a los cuatro puntos cardinales para ofrendar, agradecer
y pedir permiso antes de iniciar un ritual, es medicina para el alma y los
sentidos, es mediador entre la materia y el espíritu. Tiene el increíble e
incomparable poder para evocar otros mundos, esto hace de la fragancia del
copal un bálsamo para conectar con la armonía. Creemos en su increíble poder
para evocar otros mundos, para conectar con y crear la armonía a través de su
humo sagrado.
A este árbol en el idioma Náhuatl se le llama
“copalquáhuitl”, a su ceniza “copalli" e “Iztacteteo" es la deidad
blanca. (llamado así, por el humo blanco que produce cuando se quema).“Copal” es el nombre de la resina aromática del
árbol sagrado Bursera endémico de México.
Según
la creencia de la resina sagrada nacida del sacrificio de un joven. Dicen que
el humo del copal no sube, sino que regresa. Regresa al corazón del que lo
ofreció. Regresa al sacrificio que lo hizo posible.
Para quemar el copal es necesario hacerlo sobre una
brasa, una sola piedrita genera bastante humo blanco y se consume rápidamente. En la cultura maya a esta resina se
le conoce como: "Poot".
Leyenda del copal
En
una leyenda en tiempos antiguos, cuando los hombres aún no sabían cómo hablar
con los dioses, un joven de rostro sereno y alma luminosa ofreció su vida para
abrir ese canal. No lo hizo por gloria, ni por mandato, sino por amor a su
pueblo, que sufría sequías y silencio ritual. Los dioses aceptaron su
sacrificio. Su cuerpo fue enterrado bajo un árbol desconocido, y de su pecho
brotó una savia espesa, aromática, que al secarse se convirtió en copal. Al
quemarse, esa resina liberaba un humo blanco que no solo subía al cielo, sino
que conectaba mundos: el de los vivos, el de los muertos, y el de los dioses. Desde
entonces, cada vez que se enciende copal en una ceremonia, se dice que el joven
vuelve a respirar a través del humo. Que su espíritu danza entre los aromas,
guiando a los chamanes, protegiendo a los niños, y recordando que el verdadero
puente entre mundos es el sacrificio voluntario.
En
otros escritos se Cuenta una leyenda que la bella Doncella llamada Calahuit
Pon, imploro al cielo y a su amado para protegerla de un ataque y una cruel
agresión por parte de unos malos hombres, en ese momento corrió llena de
desesperación entre el bosque y un árbol gigante la absorbió para resguardarla
y ocultarla de sus perseguidores, a partir de ese momento; el árbol empezó a
llorar eternamente. Las lágrimas que escurrían por el tronco, se convirtieron
poco a poco en la resina olorosa y perfumada, que es el alma enamorada de
Calahuit.
Anécdota del general
Álvaro Obregón con un bolerito llamado Manuel apodado el greñas.
Álvaro Obregón apodado el manco de Celaya, debido a que en una de las batallas perdio un brazo, fue sin duda el gran traidor a la revolución, traicionó sus ideales los principios de la revolución. Fuera de eso y de muchos revolucionarios se cuentan infinidad de anécdotas y leyendas. En una mas del general Álvaro Obregón fue una figura hasta cierto punto familiar en
Guaymas, allá por los años veinte del siglo XIX. El general con frecuencia visitaba al puerto para
saludar a sus amigos y compadres, y para participar en tardeadas y saraos que
se organizaban en su honor. De hecho, pocos días antes de caer inmolado en “La Bombilla”, asistió a un
banquete que se sirvió para él, ya presidente reelecto, en un kiosko que
existía en Bacochibampo.
En
una de aquellas ocasiones, el invicto “Manco de Celaya” caminaba solitario por
la plaza “13 de Julio” extasiado por el canto de los pájaros y el olor de las
miles de florecitas de estación, que con gran cariño y esmero sembraba y
cuidaba el “placero” don Alfredo Peralta. Los niños que se dirigían a la
escuela, veían con mezcla de admiración, respeto y temor, a aquel güero quemado
por el sol de grandes bigotes entrecanos, sabiendo que era el meritito vencedor
de Pancho Villa… el mero Hombre Fuerte de México. (Álvaro Obregón y Francisco Villa)
Entonces,
Obregón aceptó la invitación que le hizo un “bolerito” para asearse el calzado,
sentándose en una de las viejas bancas de fierro fundido y tiras de madera
pintadas de verde del histórico parque. Pronto ambos platicaban entusiastamente,
más el niño, mugroso y descalzo, pues don Álvaro sólo lo interrogaba de vez en
cuando, para provocar su plática y deleitarse escuchando sus respuestas vivas e
inteligentes.
Así
supo que el bolero se llamaba Manuel, que a la muerte de su padre tuvo que convertirse
prematuramente en hombre para sostener a su pobre madre y dos hermanos menores,
con el escaso dinero que ganaba aseando calzado en la vía pública.
Primero
fue otro bolero largo, seco y moreno como vara prieta, quien interrumpió el
palique, golpeando de pasada en la cabeza a Manuelito, mientras le decía
— ¡No se te vaya a
olvidar, “Greñas”!
El niño casi entre dientes
le repuso
–¡Ni a tí tampoco,
“Setagüi”!
Luego fue otro
limpia-botas chaparrito y gordo, vestido casi con harapos, quien al pasar le recomendó
a Manuel:
— ¡No se te vaya olvidar,
“Greñas”!
— ¡Ni a tí tampoco,
“Uvari”, repuso el chico.
Muy lentamente continuaba
su trabajo Manuelito, interrunpido ahora por las preguntas del general y luego
por nuevas recomendaciones de otros colegas boleros que al pasar le espetaban:
— ¡No se te vaya olvidar,
“Greñas”!
Para todas las cuales,
siempre tuvo la misma respuesta:
— ¡Ni a tí tampoco…
“Rengo”, “Sapo”, “Mocos”…!
Al fin, Obregón convencido
de la viveza del bolero, y conmovido por la dureza de su vida, la que
enfrentaba con decisión de hombre maduro, le comunicó:
— Mira Manuelito, tú eres
un chamaco muy inteligente, muy listo. Tu lugar está en una escuela. Estoy
seguro que con preparación llegarás a ser un hombre útil, un ciudadano valioso…
— Pues sí general, pera la
escuela no es para los pobres como yo -interrumpió-
— Ahora mismo voy a dar
instrucciones a las autoridades locales para que le fijen una pensión decorosa
a tu madre y así puedas asistir con desahogo a la escuela… ya verás como vas
aprender cosas interesantes… te voy a encargar con el profesor Dworak, y antes
de lo piensas serás abogado o médico.
En una pequeña agenda de
bolsillo, el general apuntó el nombre y la dirección de la viuda, datos que le
proporcionó el muchacho con los ojos húmedos por la emoción.
— Bueno, Manuelito, pero
ahora me vas a platicar del jueguito ese de no se te vaya olvidar que traes con
tu palomilla, le interrogó don Álvaro.
— Este… es que… me da pena
contarle general…
— ¿Por qué pena…?
— ¡Es que es una leperada,
mi general!
— Anda…Anda… platícame que
al fin los dos somos hombres y yo me sé todas las leperadas del mundo -le
repuso Obregón con una risita pícara y bajando la voz, como invitándolo a la
confidencia-
— Bueno mi general… le voy
a decir porque usted lo ordena, pero… cuando… cuando me dicen no se te vaya
olvidar, me quieren decir, no se te vaya olvidar… no se te vaya olvidar ir a
chingar a tu madre… y… y… pos yo les respondo ni a tí tampoco, explicó
Manuelito, mientras guardaba trapos, cepillo y grasa con la cabeza gacha sobre
el cajoncito de madera, para eludir la mirada de su interlocutor.
La carcajada de Obregón,
alegre y sonora, voló a confundirse con el escandaloso canto de los chanates
que plagaban los viejos “yucatecos”.
— ¡Ah que chamacos
cabrones!, dijo mientras se ponía de pie, y le extendía al chico dos moneditas
de $2.50 oro nacional. Luego se despidió sin palabras, mesando el pelo sucio y
largo del bolerito, con su mano única.
El niño, sofocado por la
emoción, apretaba con fuerza aquella fortuna con su manecita sucia de grasa, y
en su alma, la promesa que le hizo, ni más ni menos que El Hombre Fuerte de
México.
— ¡General…! gritó de
pronto Manuelito con ansiedad, pensando en la prometida pensión para su madre…
Obregón se detuvo como a
unos veinte metros de distancia ya, y por toda respuesta volteó la cabeza…
— ¡General… no se le vaya
olvidar…!
El Jefe de los Ejércitos
Constitucionalistas, trémulo el bigote entrecano, repuso:
Anécdota del reloj del
presidente de México; Adolfo López
Mateos y el norteamericano John F. Kennedy referente a su esposa Jacqueline
Bouvier.
La siguiente anécdota ronda
en función de una visita que realizo el presidente de los Estados Unidos a México,
un año antes, cuando Estados Unidos le devolviera una parte del territorio arrebatado a México, con el tratado de Guadalupe, el chamizal, aunque esta anécdota, se a escrito no hay
fuentes fidedignas de que real mente esto haya existido tal y como aparece en algunos textos.
La visita de Kennedy a
México de 1962 y la leyenda del reloj.
Entre el 29 de junio y el
1 de julio de 1962, el presidente mexicano Adolfo López Mateos, recibió a su
homólogo norteamericano John F. Kennedy y a su esposa Jacqueline Bouvier.
Durante el encuentro se
trataron, entre otros temas, la firma de un convenio temporal para reducir la
salinidad del río Colorado, cuyas aguas eran utilizadas por agricultores de
Mexicali y un préstamo de 20 millones de dólares para el sector agrícola
mexicano.
Desde su llegada a México
el pueblo se rindió al carisma y simpatía de los Kennedy. Los recorridos por
las principales calles de la ciudad en carro descapotado se volvieron parte de
una verbena popular. Vallas interminables de gente y papeles de colores
coloreaban el ambiente.
Y no se diga de la
elegancia de la primera dama norteamericana. Sus atuendos, confeccionados para
la ocasión hacían resaltar su belleza. Coordinados sastre, azules y rosas
pastel, sombreros y guantes largos para el día y vestidos largos para las galas
que les ofreció el gobierno mexicano.
Pero su sencillez era la
que resaltaba, así lo demostró al asistir a una misa en la Basílica de Guadalupe 2 rodeada de mexicanos. O cuando leyó un discurso en español para un grupo de
trabajadores durante la inauguración de una unidad habitacional.
“Qué bonito reloj, señor presidente”
Pero recobremos el
anecdotario. Se cuenta que durante un banquete en Palacio Nacional sucedieron
dos momentos fuera del protocolo.
Fastidiado, tal vez, ante
la insistencia del anfitrión de que de una vez por todas, Estados Unidos
aceptara la devolución de El Chamizal, el presidente Kennedy, a la vista de los
20 volúmenes del proceso apilados en una larga mesa en el Salón de Recepciones,
le pidió al traductor acercar el oído:
-Dígale que cuánto vale,
en millones, el pedazo de tierra.
En otro momento, el
presidente Kennedy chuleó el reloj de su homólogo mexicano.
"Qué bonito reloj señor presidente". Inmediatamente, López Mateos se despojó de la
prenda y se la obsequió al estadounidense. Pero la anécdota continuó.
Durante la inauguración de
la Unidad
Habitacional Kennedy, construida para obreros de las Artes
Gráficas, (aquella en que Jackie leyó en español), el presidente López Mateos,
chuleó a la primera dama norteamericana. "Qué
bonita es su esposa señor presidente". Rápidamente Kennedy se quitó el
reloj que le había obsequiado y en un español mochado, le dijo: "ahí está su pinche reloj".
Cierto o no, aquella
visita cambió en mucho la percepción de los mexicanos acerca del pueblo
norteamericano, así como sucedió en muchas partes del mundo, en parte y gracias
a los Kennedy.
Foto de 1963 los presidentes
Adolfo López Mateos y John F. Kennedy anuncian la devolución del territorio de
El Chamizal a México. Este proceso inició en la presidencia de Benito Juárez en
1866.
El presidente Adolfo López
Mateos ofrece fuego al puro de Kennedy de una manera muy inteligente, hace que
el que se incline sea John y no el 1962