Dicen
los ancianos del Istmo que, cuando la luna se llena y tiñe de plata los cerros
de Oaxaca, el espíritu de una princesa decapitada aún camina buscando su
cabeza. Y que, si escuchas su lamento, es porque ya estás demasiado cerca…
Hace
siglos, cuando los zapotecas y mixtecos vivían en guerra, nació Donají, una
princesa cuya belleza era tan grande que decían que ni los espíritus nocturnos
podían mirarla sin temblar. Pero su destino estaba marcado por la sangre.
Capturada
por los mixtecos tras una emboscada, la princesa fue llevada como prisionera.
Se cuenta que cada noche la encerraban en una cueva húmeda donde el viento
soplaba como si llorara. Pero lo más extraño era que, pese al miedo, Donají
dormía tranquila… porque un guerrero zapoteca se escabullía entre las sombras
para vigilarla desde la oscuridad. Nadie sabía su nombre. Nadie lo vio jamás de
frente. Solo se escuchaba su respiración detrás de las piedras, como si fuera
parte de la cueva misma.
Cuando
los mixtecos descubrieron a este guardián silencioso, se enfurecieron. Y en
venganza, una madrugada sin luna, llevaron a Donají al borde del río Atoyac.
Ahí, sin piedad, la decapitaron. Su cuerpo quedó tendido entre raíces húmedas…
y su cabeza fue enterrada en secreto para que nadie la encontrara jamás.
Pero
el pecado no murió con ella.
Los
ejecutores juraban que mientras enterraban la cabeza, la tierra tembló. Un
murmullo salió desde abajo, como si la princesa siguiera viva, maldiciendo a
quienes tocaron su cuerpo. Desde ese día, uno por uno, los guerreros que
participaron comenzaron a desaparecer. Sus chozas amanecían vacías, solo con
marcas de uñas en el piso, como si hubieran sido arrastrados hacia afuera.
Nunca se encontró un solo cadáver.
Cuentan
que un campesino, años después, descubrió el sitio donde estaba enterrada la
cabeza. Entre las raíces de un lirio enorme, vio un rostro perfecto, intacto,
como si estuviera dormida. Era Donají. Sus ojos cerrados… pero húmedos, como si
acabara de llorar.
Cuando
el hombre tocó la flor, escuchó una voz detrás de él:
—No
la despiertes… todavía busca a quienes le arrebataron su vida.
Desde
entonces, esa flor crece en lugares donde se oye un llanto suave al caer la
noche. Y quienes han tenido la desgracia de ver la silueta de una mujer sin
cabeza caminando entre los matorrales aseguran sentir un frío que sube por la
columna y una pregunta que se clava en la mente:
“¿Tú
también fuiste parte de su muerte?”
Si
alguna vez escuchas pasos detrás de ti en un sendero solitario, no mires atrás.
Dicen que Donají aún sigue vagando… buscando su cabeza… o la de alguien que
pueda reemplazarla.
El árbol primigenio
y el nacimiento del hombre mixteco y del universo.
En
el anverso del Códice Vindobonensis, se representa el origen del mundo y de los
dioses mixtecos, incluyendo una escena poderosa donde un árbol sagrado se abre
para dar nacimiento al primer ser humano. Este árbol ha sido interpretado como
una ceiba espinosa (Ceiba speciosa), cuyas espinas evocan la piel de un caimán,
símbolo de fertilidad, tierra y origen en muchas cosmovisiones mesoamericanas. El
desgajamiento del árbol para “parir” al primer hombre es un acto cosmogónico y
uterino, donde la naturaleza misma se convierte en matriz creadora.
Codex Vindobonensis Mexicanus I.
Origen: Mixteca Alta, Oaxaca,
México.
Lengua y escritura: Mixteco
pictográfico.
Formato: Plegado en biombo, con 52
láminas pintadas por ambos lados.
Ubicación actual: Biblioteca
Nacional de Austria, Viena.
El nacimiento de los dioses y los
primeros humanos.
La
fundación de linajes reales, especialmente los de Tilantongo. La cosmogonía
mixteca, donde el cielo, la tierra y el inframundo se entrelazan. La presencia
de seres duales, gemelos astrales y serpientes divinas, como Xólotl. Reflexión
ritual para ti. Este mito del árbol que se abre para dar vida puede ser
ritualizado como: Metáfora de la ceiba como matriz cósmica, donde cada espina
es una estrella o un portal. Ceremonia de nacimiento o renacimiento, usando
corteza, espinas o flores de ceiba (si se adapta localmente con Ceiba
aesculifolia o especies afines). Guía visual: podrías representar este árbol en
tus códices contemporáneos, con espinas en forma de caimán y un ser humano
emergiendo con símbolos de maíz, jade o copal.
El origen del agua en la
cosmogonía mixteca.
En
el Códice Vindobonensis se narra cómo la gran deidad creadora 9 Viento (Tachi)
lleva sobre sus hombros las aguas primordiales que darán vida a ríos, lagunas,
manantiales y mares en la región Mixteca. Este espacio, conocido como Ñuu
Dzavui o Ñuu Savi —“el pueblo de la lluvia”— conserva hasta hoy esta herencia
ancestral. En la lámina 47, el Cerro de la Lluvia (Yucuñudahui) recibe estas aguas junto a
símbolos de la fertilidad y el ciclo del agua. Estas narrativas prehispánicas
reflejan la profunda conexión entre la naturaleza, la espiritualidad y la
identidad de los pueblos mixtecos.
Tomado de Manuel A. Hermann
Lejarazu, "Koo ucha xini. Seres de tormentas", Arqueología Mexicana,
edición especial, núm. 121, pp. 20-22.
El descenso de los mixtecos
celestiales
El
mito de los mixtecos celestiales narra el origen divino del Pueblo de la Lluvia (Ñuu Dzahui),
descendientes de seres celestiales que bajaron del cielo para fundar los
primeros linajes y civilizaciones en la Mixteca. Este relato
forma parte de la cosmogonía mixteca registrada en códices como el Códice
Vindobonensis y el Códice Bodley, donde se describe cómo los ancestros mixtecos
no nacieron de la tierra, sino que descendieron del cielo, de las estrellas y
de los lugares sagrados del firmamento. A continuación, te presento una
dramatización basada en estos mitos:
El descenso de los mixtecos celestiales. En
los tiempos antes del Sol, cuando el cielo aún no tenía rumbo y la tierra era
solo niebla y piedra, los mixtecos celestiales vivían en el firmamento, entre
constelaciones y caminos de luz. Eran seres divinos, llamados ñuhu, con cuerpos
de jade, obsidiana y plumas de quetzal. Un día, los dioses del cielo decidieron
enviar a sus hijos a poblar el mundo. Descendieron por cuerdas de nubes, por
escaleras de serpientes, por rayos de luna. Cada uno llegó a un cerro sagrado:
Yucuita, Apoala, Tilantongo, donde se convirtieron en piedra, árbol o fuente,
marcando el inicio de los linajes reales. Uno de ellos, el más sabio, descendió
con un códice en la mano, donde estaban escritas las leyes del tiempo, los
calendarios y los rituales. Otro trajo el fuego, otro la lluvia, otro la
palabra. Así nació el Pueblo de la
Lluvia, Ñuu Dzahui, con sangre celestial y destino ritual.
Elementos
clave del mito.
Los
mixtecos no emergen de la tierra, sino que descienden del cielo, lo que les
otorga legitimidad divina.Cada cerro sagrado es un punto de
contacto entre el cielo y la tierra, donde los ancestros se transforman en
elementos naturales.Los códices mixtecos registran estos mitos con imágenes de
seres descendiendo por cuerdas, escaleras o serpientes celestiales.
En la tradición oral Mexhika, Ázkatl fue la hormiga roja que rebeló a Ketzalkóatl, la Serpiente Emplumada, deidad suprema, la Montaña de Nuestra Alimentación, el maíz.
Por; Jesús Hoyos Hernández//Cultura Maya// Cultura Azteca//Proyectando a México//Leyendas//
Prehispánica//
Leyenda prehispánica,
Átzkatl la hormiga roja sagrada del maíz y Quetzalcóatl
En
el corazón de Azcapotzalco, una de las alcaldías con más riqueza histórica y
cultural de la Ciudad
de México, se erige una catedral que guarda en sus muros una leyenda tan
mística como ancestral: “La hormiga del fin del mundo”. Según
documentos históricos y la obra “Relatos y Recuerdos. Memorias de Azcapotzalco”
de Edna Aponte, la presencia de esta hormiga en la fachada del campanario es un
homenaje al dios Quetzalcóatl. La leyenda de Quetzalcóatl y la hormiga es una
pieza importante dentro del amplio mosaico mitológico de los pueblos
mesoamericanos, especialmente entre los nahuas. Según esta leyenda, después de
la creación del mundo, los dioses se dieron cuenta de que los seres humanos
necesitaban alimento para sobrevivir. Así, varios dioses intentaron encontrar
una solución, pero fue Quetzalcóatl quien se propuso buscar el maíz, un
alimento que daría sustento a la humanidad pero que estaba escondido.
Las
hormigas pertenecen al Orden de los Himenópteros y a la Familia Formicidae,
de las cuales existen más de 12,000 especies. Muchos grupos humanos las han
utilizado como alimento, con fines medicinales, como objetos rituales, como
dioses, y como personajes que forman parte de las leyendas y la mitología de
los pueblos.
Lo
industrioso y cooperativo de las hormigas aparece en muchas narraciones orales
del folklor de los pueblos indios, y para muchos ha tenido un papel muy
importante en su cultura, como por ejemplo en el mito de creación Kahuila en el
cual las hormigas agrandaron el espacio vital para que el pueblo hormiga
pudiese vivir. O como en la mitología hopi que nos habla de la protección que
las Personas-Hormigas brindaron a los hombres guardándolos bajo tierra durante
la destrucción del Primer Mundo, en las etapas de la creación universal. Las
tribus del norte de California aseguran que las hormigas son capaces de
predecir los temblores, y está prohibido molestar a estos insectos en sus
nidos. En muchas leyendas de los indios sudamericanos las hormigas aparecen
como guerreros. Algunos pueblos tienen clanes referentes a la hormiga como los
pimas, quienes dividen cada pueblo en dos clanes: el Clan de las Hormigas Rojas
y el Clan de las Hormigas Blancas.
En
la tradición oral Mexhika, Ázkatl fue la hormiga roja que rebeló a Ketzalkóatl,
la Serpiente Emplumada, deidad suprema, la Montaña de Nuestra
Alimentación, la
Tonakatépetl, cuando un día se la encontró Ketzalkóatl por
los alrededores de Teotihuakan. Al preguntarle a la hormiga dónde había
obtenido el grano de maíz que llevaba, el insecto optó por ignorarlo y continuó
su camino. Pero como Ketzalkóatl insistiera, Ázkatl lo invitó a que la
siguiese. Ketzalkóatl no podía entrar por los lugares tan pequeños por donde
nuestra amiga accedía fácilmente, por lo que se convirtió en una hormiga negra.
Sólo así pudo meterse en el interior de la montaña y reunirse con ella. La
hormiga roja le llevó a un lugar donde había montones de granos de maíz.
Emocionado, Ketzalkóatl tomó muchos de los granos y le dio efusivamente las
gracias a Ázkatl por tan soberbio regalo. Ketzalkóatl llevó los granos a otros señores
quienes, a su vez, se los dieron a los hombres. Los granos tenían muy buen
sabor, y los humanos se deleitaron con ellos. Pero pronto se acabaron, y
Ketzalkóatl pensó que era muy dificultoso estar yendo a la montaña por más a
cada rato. Intentó llevarse la montaña, pero no pudo; entonces, los señores le
pidieron ayuda a Oxomo, creador de la cuenta del tiempo, y a Zipaktonal, señora
de la astrología y los calendarios, quienes dijeron que si Nanáhuatl, el señor
leproso, patrón de las enfermedades de la piel, lanzaba un rayo sobre la Montaña ésta se abriría.
Los tlaloques, ayudantes de Tláloc, hicieron llover y Nanáhuatl lanzó un rayo
que abrió la Montaña,
los granos surgieron y quedaron a disposición de los hombres. Por otra
parte, el símbolo de la delegación Azcapotzalco, En el Montículo de las
Hormigas, del Distrito Federal, está representado por una hormiga roja rodeada
de granos de maíz, en honor al descubrimiento de este cereal por los toltecas
cuando observaron que las hormigas escondían bajo la tierra suculentos granos
en la región de Tamoanchan, el lugar mítico y paradisíaco, localizado arriba de
los nueve niveles del Cielo, y en el lugar donde Ketzalkóatl y Quilaztli, por
otro nombre Cihuakóatl, llevaron los huesos sagrados con los que crearon a los
primeros seres humanos. Por tanto, las hormigas fueron sagradas para los
toltecas, ya que a ellas se debía el conocimiento de una gramínea tan
importante para los pueblos mesoamericanos.
El
Chilan Balan de Chumayel, “boca del jaguar”, libro redactado después de la
conquista española, en que se recopila la tradición oral de los pueblos mayas,
cuenta que: El maíz estaba oculto bajo una gran peña y sólo las hormigas lo
conocían. Un día la zorra halló y probó unos granos de maíz que las hormigas
habían dejado caer cuando lo sacaban. Los comió y le parecieron deliciosos.
Cuando las hormigas volvieron esa noche, la zorra las siguió, pero la grieta
que había en la roca era demasiado pequeña para que pudiera alcanzar el maíz.
Por lo tanto, hubo de contentarse con los granos que dejaban caer las hormigas.
Al
regresar junto a los otros animales, la zorra se ventoseó; aquellos quisieron
saber qué había comido que hasta sus vientos olían tan bien. La zorra negó
haber hallado un nuevo alimento, pero los otros animales la siguieron en
secreto y vieron lo que comía. Ellos también comieron maíz y les gustó y
pidieron a las hormigas que les sacaran más granos. Las hormigas se avinieron
al principio, pero viendo que no podían aprovisionar a todos los animales se negaron
a sacar más maíz. Los animales pidieron ayuda a las grandes hormigas rojas y
después a la rata, pero no pudieron meterse en la grieta. Finalmente,
comunicaron al hombre el secreto de aquel maravilloso alimento y éste pudo
romper la roca y extraer el maíz.
Gobernante y rey zapoteco , Cosijoeza y su madre, la princesa azteca Coyolicaltzin. Nace en 1450, fue rey de Zaachila, su nombre significa: tormenta de cuchillos de obsidiana.
Leyenda de la
princesa Coyolicaltzín y su familia. Coyolicaltzin, esposa del señor Cosijoeza
En 1490 Cocijoeza rey de
Zaachila le arrebata a los mexicas el reino de Tehuantepec al vencer al
ejército de Ahuitzotl en el sitio de Quiengola que duró seis meses y en ese
tiempo derrotando al ejército azteca se ofrece como prenda de paz a la princesa
Coyolicaltzin hija de Ahuitzotl.
Cocijoeza dejó que en ese
reino iría a gobernar su primer hijo: Cosijopii; quien fuera coronado rey de
Tehuantepec el 10 de enero de 1518, en la explanada de la zona arqueológica
donde se realiza la fiesta de la
Guelaguetza, y el banquete se dio en la huerta de la hacienda
de coronación, al noreste de la población donde los reyes de Zaachila tenían su
casa de campo. Hace 505 años de este importante acontecimiento para la historia
de Zaachila.
En
1487 una caravana de mejicanos de Tenochtitlán es atacada por Zapotecas,
Mixtecas y nahuas de Huaxyacac, la represalia de Ahuítzotl es terrible “Que no
quede piante ni mamante en Huaxyacac (Oaxaca)...”. Años después Moctezuma
la repoblaría. Cosijoeza, se alía con los mixtecas para enfrentar al ejército
azteca en el fuerte de Guie Ngola, después de siete meses y al no poder vencer a
Cosijoeza el ejército Azteca, Ahuítzotl pacta la paz, condicionando el
casamiento de Cosijoeza con una hija de Ahuítzolt. Coyolicaltzín, hija de
Ahuitzotl, se aparece entre brumas en un lago enfrente de Cosijoeza, que queda
fascinado, y le dice: “crucé campiñas y montañas para llegar hasta este lago
donde al verte sentí arder la llama del amor, cuando envíes a tu embajador,
recomiéndale que debe escoger a la hija de Ahuítzotl que le muestre este
lunar”. La embajada zapoteca, llega al valle del Anáhuac y se encuentran con
Ahuítzotl, acompañado por tres de sus hijas, Coyolicaltzín les muestra el lunar
componiéndose el cabello y ellos la señalan.
Los
festejos de la boda de Coyolicaltzín, Copo de Algodón o Pellaxilla, como la
llamaban los zapotecas, y Cosijoeza, se prolongan durante varios días.
Nace
Cosijopii “...en medio de señales que pronostican las desgracias que aguardan
al infante, su nombre será Rayo del Aire, Cosijopii, pues empezará a gobernar
con el horror y asombro del rayo, y acabará desvaneciéndose en el viento en
tristes tragedias”. Después, nace Donají que tiene una esmerada instrucción. Cosijopii
es nombrado Señor de Tehuantepec en 1518 causando la alegría de Coyolicaltzín. El
oráculo repite la advertencia: “...por el oriente llegarán hombres blancos,
quienes nos vencerán despojándonos de todos los tesoros y de nuestras antiguas
creencias; traerán otros Dioses; y esa época está cerca”.
Llegan
hombres de Oriente y los zapotecas se alían a ellos, los mixtecas les declaran
la guerra a los zapotecas y sin tener un ejército enfrente, ya que sus antiguos
aliados Aztecas están en guerra, y los españoles aún no llegan, atacan y
conquistan los pueblos del valle. Cae Tenochtitlán, al enterarse que Moctezuma
ha muerto, Coyolicaltzín solloza y dice, mi pobre hermano. Cosijoeza se refugia
en el Cerro de la Teta,
hasta que llegan de los españoles al Valle en 1521 y vencen a los mixtecas,
estos pactan cesar la guerra con los zapotecas a cambio de un rehén, que es
Donají, a quien bautizan los españoles como Juana Cortés, la intentan rescatar
los zapotecas y los mixtecos le cortan la cabeza, causando un profundo dolor a
sus amados padres Cosijoeza y Coyolicaltzín. Alvarado llega a Tehuantepec y
Cosijopii es bautizado, con el nombre de Don Juan Cortés Cosijopií de
Moctezuma, después lo juzgarían por adorar a sus dioses quitándole todos sus
bienes y desterrándolo. Muere Coyolicaltzín, su cadáver es embalsamado, vestido
y expuesto al pueblo en un salón sentada en un ipactli (silla) al estilo zapoteca,
amortajado con mantas de algodón y túnicas y con una diadema de grandes plumas
blancas.
Salen
hacia Teitipac para sepultarla en Zeetobaa, el otro sepulcro, que es la puerta
hacia la eternidad, donde Pitao el increado, incorpóreo, inmortal e infinito la
espera, pues su cuerpo le pertenece, la llevan en su ipactli a la puerta de los
reyes, donde los sacerdotes la depositarán en la cámara para después clausurar
la puerta. Sale la procesión de Zaachila hacia Teitipac; adelante va Cosijoeza
con su arco, flechas, escudo dorado y con penachos de muchas plumas. Le siguen
varios ancianos, algunos de ellos van fumando. Después los sacerdotes y atrás,
guerreros.
Al
final van varias mujeres cargando bultos y detrás de todos ellos, los niños y
niñas cantando y bailando un canto muy triste al son del teponaztle y
tlalpanhuehuetl; Y llegando a Zeetobaa, en un patio ejecutan el areito (donde
todos repiten las mismas palabras y movimientos) y mitote y el romance que
todos cantan rodeándola y diciendo: “La muerte que nuestra madre recibió, no le
sucedió porque hubiera debido nada, sino por amor, honor y gloria de nuestro
señor”, lloran todos; algunos jóvenes tocan el Omichicahuaztli, (instrumento
musical, fabricado con los colmillos y huesos largos de cánidos) con un canto
muy triste y flautas roncas o cuahtlapitzalli, además, sonajas que llaman
ayacachtli. Esto dura tres días.
COCIJOEZA
Nace
en 1450, fue rey de Zaachila, su nombre significa: tormenta de cuchillos de
obsidiana. Es coronado rey de Zaachila en el año de 1487. En el verano de 1496
conquista el reino de Tehuantepec venciendo y expulsando a los mexicas en la
batalla de la fortaleza de Quiengola. En espera de la reacción mexica fortifica
Quiengola y se encierra con su ejército en el verano de 1497 de marzo a septiembre,
vencido el ejército mexica, Ahuitzotl le propone un pacto de paz ofreciéndole
como prenda a una de sus hijas como esposa. En enero de 1498 Coyolicaltzin(copó
de algodón) se le aparece a Cocijoeza en Niza Rindani, nacimiento de agua a
siete leguas de Tehuantepec. El 15 de enero de 1498 sale Alarii en embajada
para pedir la mano de Coyolicaltzin. El 2 de febrero del mismo año sale de
México la embajada con la Reina Coyolicaltzin rumbo a Tehuantepec, viente
días después llega a la capital del reino. En octubre de 1498 nace su primer
hijo: Bitopaa, dios del deleite, murió muy pequeño. Cocijoeza se traslada a la
capital política de la zapoteca,Zaachila.
En
1500 nace Ñatipaa(brazo fuerte)segundo hijo de la pareja.
El
30 de diciembre de 1502 nace Cocijopii(rayo del aire)
En
1504 nace Pinopaa(esencia de la virtud).
En
noviembre de 1506 nace Donajii(alma grande).
Coyolicaltzin
muere en 1523 a
la edad de 54 años, es sepultada en Teitipac. Cocijoeza muere en Zaachila en 1529 a los 72 años de edad y
es sepultado en Mitla.
La princesa Pinopiaa
Sobre
la princesa Pinopiaa (peñobiya-Hierba), hija
de Cosijoeza y Coyolicaltzin. Hermana de Bitopaa, Ñatipaa, Cosijopi y Donají.
Designada a gobernar parte del Reino del Istmo de Tehuantepec. Vino de Zaachila
al valle de Jalapa del Marqués. "Era señora muy santa su modo, muy
honesta, devota de sus dioses y que no se quiso casar, y que llegando a las
tierras de Jalapa, le dio el mal de la muerte, y juntándose todos los señores y
capitanes a llorarla y dispuesto a sepultarla se les desapareció el cuerpo y
haciendo el cielo tremendo estruendo transformó el cuerpo en aquella piedra
para que la sirviesen y adorasen...había castigado a muchos , porque llegando
aquel paraje no le habían acatado mucha veneración." También este fraile
narra en su Descripción que en 1609 un pastor de ovejas encontró en lo alto de
un "montecillo" cerca de Yudxi un adoratorio a la "Reina de
Piedra Pinopiaa", doncella hija de Cocijoeza, rey zapoteca.
El
descubrimiento llevó al castigo público de los sacerdotes zapotecas y
seguidores de la reina piedra por parte del fraile Alonso de Espinosa en la
plaza de Jalapa "Para el domingo, los sacó a un gran tablado en la
iglesia, como reos, desnudos hasta la cintura, con sogas a la garganta, corozas
en la cabeza y una vela negra en las manos." Después de la destrucción de
Pueblo Viejo por las aguas de la presa, según narran los ancianos, muchos
viejos murieron de xilase (añoranza) al no soportar ver sepultados sus casas,
tierras, muertos y su impresionante templo. Se cuenta que algunos se mataron
arrojándose a la presa.
No
sé sabe con exactitud en que iglesia fue escondida la piedra que representa a
Pinopia, algunos dicen que está sepultada bajo la iglesia de Magdalena
Guelavence, otros dicen que fue escondida en el templo de la Asunción de María de
Jalapa viejo. Y que cuando los santos eran trasladados de la iglesia vieja al
pueblo nuevo. Hubo un temblor grande y estruendo en el templo, dicen que un
Cristo se negaba a salir del templo, pero otros dicen que era Pinopia quien se
negaba a ser olvidada. Por la noches los pecadores ven luces de colores que
salen debajo de la presa, justo por donde está la iglesia. Tal vez sea el
espíritu de la princesa que sube al cielo al lado de los suyos, pero que se
niega a dejar sus tierras jalapanecas.
Pintura: Princesa Donaji
La leyenda cuenta que la
princesa “Donají” fue hija del rey zapoteca “Cosijoeza”, cuya capital de sus
dominios estaba en Zaachila, su nombre significa “alma grande” y cuando nació,
un sacerdote de Mitla descifra en el cielo el signo de la fatalidad prediciendo
que ella se sacrificaría por amor a su pueblo zapoteca.
Autoras: Coyolicaltzin
Cuache. Citlali Cuache.
DATOS HISTÓRICOS
El 10 de enero de 1518, Cosijopii II es presentado como
señor de Tehuantepec en una ceremonia en el palacio zaachileño encabezado por
su padre, el gobernante zapoteco , Cosijoeza y su madre, la princesa azteca
Coyolicaltzin.
A los cuatro días Cosijopii II se casó con Zetobaa ; hija
de un noble de Macuilxochitl.
26 de enero de 1518, Cosijopii de 16 años encabeza la
caravana a Tehuantepec para ser el gobernante de aquellas tierras en compañía
de su esposa y de su hermana Pinopaa, quien fallece en el camino, en los cerros
de Jalapa del Marqués.
24 de junio de 1522, Cosijopii II, señor de Tehuantepec,
fue bautizado por la religión católica bajo el dominio español, llamándose
" Don Juan Cortés Cosijopii de Moctezuma ".
1544
a
1550, Cosijopii II mandó a construir el templo de Santo Domingo de Tehuantepec,
construcción supervisada por el religioso Fray Bernardo de Alburquerque.
1555, el señor zapoteco, Cosijopii II, negocia con los
españoles la paga del tributo en dos partes en noviembre y junio, ya que los
europeos lo exigían con violencia y salvajismo y lo querían en una sola fecha.
1555
a
1560, Cosijopii II seguía siendo el líder moral de la comunidad zapoteca a
pesar del sometimiento español; le rendían tributos y honores, era la
contraparte del poderío ibérico. Sin embargo fue acusado de herejía ya que de
manera secreta seguía adorando a los dioses zapotecos.
1563, Cosijopii II, el último señor zapoteca, en un juicio
pierde todo el señorío de Tehuantepec y muere de una congestión cerebral, quizás
por los golpes y el maltrato físico.
* Información del libro " El rey Cosijoeza y su
familia " de Manuel Martínez Gracida *
Ahora sólo queda su leyenda y sus mitos por medio de la
oralidad y por las fuentes escritas.
Ser
individuos pensantes es un reto no apto para cobardes ni ovejas dóciles de
sectas oportunistas y populistas, es ante todo, un combatir constante con las
ideas y los actos, y entablar un equilibrio con el entorno que nos rodea. "La
verdadera espiritualidad es nuestra unión con la tierra, con los astros, con
los elementos, con nosotros mismos; con nuestro semejante. Pero ansiar esta
unión colectiva de forma auténtica, no permite que el carácter de una razón
férrea y centrada, se corrompa con la idolatría, la ceguera, el fetichismo y la
sumisión total a cualquier secta mafiosa del orbe. Sin importar cuanto alardeen
ser los dueños de la "única verdad".
Símbolo
sagrado de nuestra cultura continental es el maíz, alimento del cuerpo y
principal sustento ESPIRITUAL que inspira nuestro camino a pesar de que haya
sido transformado en santoral católico a partir de la Colonia. Originario
de Mesoamérica, al maíz se le ha llamado " Tlaolli ", de Tla; algo y
Ollin ; movimiento, es decir " nuestro alimento que surge del movimiento
de nuestra Madre Tierra."También se le llama " Tlayolli ", de
Tla ; algo, Yotl ; esencia, Ollin ; movimiento, traducido como " nuestro alimento
que surge de la esencia del movimiento de nuestra Madre Tierra."
En el Códice Florentino encontramos la siguiente
referencia del maíz :
" Escucha el tonacayotl, maíz
nuestro sustento, es para nosotros merecimiento
completo.
¿ Quién fue el que dijo, el que nombro al maíz,
carne nuestra, huesos nuestros ?
Porque es nuestro sustento, nuestra vida, nuestro
ser.
Es andar, moverse, alegrarse, regocijarse.
Porque en verdad tiene vida nuestro sustento.
Muy de veras se dice que es que manda, gobierna,
hace conquistas.....
Tonacayotl, el maíz, subsiste la tierra, vive el
mundo, poblamos el mundo.
El maíz, tonacayotl, es lo en verdad valioso de
nuestro ser. "
*Hombres del Maíz: Un Mito Mesoamericano*
Los
Hombres del Maíz es un mito mesoamericano que se encuentra en la
cultura maya y azteca, y se refiere a la creación de los seres humanos a
partir del maíz.
- *Mito*: Según el mito, los dioses crearon a los seres humanos a partir de masa de maíz, y les dieron vida y conciencia.
-
*Importancia*: El maíz era un cultivo fundamental en la economía y la
cultura de Mesoamérica, y este mito refleja su importancia simbólica y
espiritual.
El Maíz, el Tonacayotl, el
sustento nuestro.
Este
poema recopilado por la
Sociedad de Americanistas de París en el siglo XVI nos habla
de la creación, no sólo del maíz, sino de la milpa en su conjunto.
Fragmento
del poema " Creación de las cosas", incluido en el manuscrito del
siglo XVI" Histoire du Mechique ", editado por la Sociedad de Americanistas
de Paris: "Descendieron un día los dioses a una caverna, en donde
Piltzintecuhtli estaba yaciendo con la diosa Xochiquetzal. De su connubio nació
un dios llamado Cinteotl, señor mazorca. Fue sepultado en la tierra este dios
recién nacido y de su cabello brotó el algodón; de una de sus orejas , una
semilla muy buena que es la calabaza cabelluda y de la otra, una muy buena que
se llama huevos de pez, huasontle, de su nariz fue formada la planta que llaman
chian, excelente para templar los ardores del estío. De sus dedos brotó una
planta que nace bajo la tierra y es el camote o yuca, de sus uñas el maíz ,
base del humano sustento, y del resto de su cuerpo, mil otros variados frutos,
que los hombres siembran y cosechan. Por eso el nombre que lleva aquel dios es
el de Tlazopilli, niño amado. Ante todo la consciencia y su relación con el
entorno. Esto significa que lo que apasiona nuestros afanes no son sectas, ni
templos, ni imágenes que lo mismo se venden en bisutería que en estampitas que
terminan en cualquier cesto de basura. No, nosotros profesamos nuestro cariño y
respeto por las cosas que en verdad son NUESTRO SUSTENTO."
¿Qué
es nuestro sustento? ¿Un muñeco de yeso, una pintura manipulada durante
centurias para aparentar supuestos poderes supra humanos, un lugar y una secta?
Como hijos de Anawak todos tenemos un solo ORIGEN Y SUSTENTO, y esto es: EL
MAÍZ, LA TIERRA.
¿Por
qué el maíz es nuestro elemento más sagrado de nuestras tierras?
Porque
es un sustento en todo sentido, es alimento que podemos hacer parte de nuestra
EXISTENCIA CORPÓREA, como si integráramos lo divino en nosotros, lo eterno de
la vida y sus procesos. ¿Por qué se combate el fetichismo católico?
Porque
esclaviza, domestica y corrompe. La
verdadera espiritualidad es nuestra unión con la tierra, con los astros, con
los elementos, con nosotros mismos; con nuestro semejante. Pero ansiar esta
unión colectiva de forma auténtica, no permite que el carácter de una razón
férrea y centrada, se corrompa con la idolatría, la ceguera, el fetichismo y la
sumisión total a cualquier secta mafiosa del orbe. Sin importar cuanto alardeen
ser los dueños de la "única verdad".
¿Por
qué esta postura tan severa sobre estos usos y costumbres maniatados?
Porque
es mandato de la razón profesar la libertad de nuestra consciencia de cualquier
yugo que propicie estos vicios, cuyo único origen es la manipulación del
individuo para beneficios de poder, dominio y control.
Porque,
«si controlas la mente del individuo, controlar todo».
Nosotros
no profesamos el culto a ninguna imagen de ningún tipo, ni extranjera ni
nativa. Pues, en cualquiera de los casos, el resultado es el mismo: docilidad y
ceguera espiritual. ¿Qué profesamos? Ante todo la consciencia y su relación con
el entorno. Esto significa que lo que apasiona nuestros afanes no son sectas,
ni templos, ni imágenes que lo mismo se venden en bisutería que en estampitas
que terminan en cualquier cesto de basura. No, nosotros profesamos nuestro
cariño y respeto por las cosas que en verdad son NUESTRO SUSTENTO.
Porque
todos lo tenemos bastante claro: "Los templos no se comen, las pinturas no
se beben, y los rezos no sacian nuestra necesidad espiritual en un universo
incognoscible y misterioso. A nosotros nos sacia la raíz e identidad de nuestro
origen. Porque la imagen idónea del poder que posee la vida, somos nosotros
mismos, la natura, los alimentos sagrados y el trabajo; nuestro esfuerzo y
nuestra humanidad, nuestra capacidad de desarrollar potencias sublimes.
También
nos sacia la consciencia de sabernos de pie ante la vida y sus retos; pues
elegimos estar firmes antes que de rodillas, suplicando y lamentándose;
arrastrando una miseria obscena y una dependencia emocional enfermiza.
Por
ello, en estos días de exacerbación religiosa y ritos inútiles, nosotros
levantamos nuestra letra como un heraldo que proclama nuestras certezas.
Hace mucho, cuando el
cielo y la tierra aún no tenían nombre, los dioses creadores Tepeu y Gucumatz
se reunieron para dar vida al ser humano. Querían crear un ser que los honrara,
que cuidara la tierra, y que pudiera hablar su lengua sagrada.
Primero, moldearon al
hombre de barro.
Pero era blando y débil.
No podía sostenerse, ni caminar. Se deshacía con el agua y no tenía voz. “Este
no sirve”, dijeron los dioses. Y lo deshicieron.
Después, tallaron al
hombre de madera.
Era fuerte y caminaba,
pero no tenía alma. No sentía, no hablaba, no agradecía. Vivía sin conciencia.
Los dioses, decepcionados, dejaron que los animales lo destruyeran y que una
gran inundación lo borrara.
Entonces, encontraron el
secreto del verdadero hombre: el maíz.
Con masa de maíz blanco y
amarillo, formaron su carne. De su jugo, su sangre. El maíz era sagrado, el
sustento de la vida. Así nacieron los primeros verdaderos hombres.
Estos hombres
agradecieron, construyeron templos, observaron las estrellas y cuidaron la
tierra. Los dioses, satisfechos, los reconocieron como sus hijos.
Desde entonces, el maíz no
solo alimenta a los mayas: es su esencia, su origen, su espíritu.
"Cuenta una antigua leyenda
Mexica que el maíz, fue parte de la creación del hombre cuando Quetzalcóatl,
agarró algunos huesos del Mictlán (el lugar de los muertos) y se los llevó a la Coatlicue, la cuál los
tomó y los molió junto con granos de maíz, formando una masa que Quetzalcóatl
convirtió en humanos". Fray
Bernardino de Sahagún describe en sus recopilaciones, datos muy importantes
relacionados con las tortillas y con su nombre en náhuatl que a la letra,
expresó: "Las tortillas que cada día
comían los señores se llamaban totonqui tlaxcalli tlacuelpacholli, que quiere
decir, tortillas blancas, calientes y dobladas, compuestas en un chiquíhuitl,
(Chiquihuite) y cubiertas de paño blanco". Desde épocas inmemoriales,
las tortillas de maíz que se consumen en México fueron hechas a mano. Para
moler el nixtamal, se ocupan como hasta el día de hoy, herramientas milenarias
como el metate y el metlapil para hacer la masa y comales de barro; para cocer
las tortillas. Esta labor, aún está muy arraigada en muchas regiones de nuestro
país.
-MA HUEL MANIN MELAUAK
IPAMPA IAXCAN IHUAN IMOZTLA IN
MEXIJCO-
-QUE PERMANEZCA LO CIERTO,
POR EL HOY Y EL MAÑANA DE MEXIJCO
Tú también eres hijo del maíz, aunque no lo sepas: Un dicho prehispánico que resuena en el presente.
"Tú también eres hijo del maíz, aunque no lo sepas" es un dicho que encapsula la profunda y ancestral relación entre el pueblo mexicano y el maíz. Más que una simple frase, es una declaración de identidad, un reconocimiento de la influencia profunda y perdurable del maíz en nuestra cultura, historia y ser.
Este dicho no se refiere únicamente a la dependencia física del maíz como alimento –aunque esa es una parte fundamental– sino a una conexión mucho más profunda, espiritual y cultural. El maíz, en las culturas prehispánicas, era considerado un regalo de los dioses, un símbolo de vida, fertilidad y renovación. Su cultivo era un acto ritual, un vínculo directo con la tierra y con el ciclo natural.
La frase "aunque no lo sepas" implica una toma de conciencia. En la actualidad, muchos de nosotros, alejados de las prácticas agrícolas tradicionales, podemos olvidar la importancia fundamental del maíz en nuestras vidas. El dicho nos invita a reflexionar sobre nuestra conexión con este grano sagrado, a reconocer la herencia cultural que llevamos en nuestra sangre, heredada de generaciones de agricultores que cultivaron y veneraron el maíz.
El maíz no es solo un ingrediente en nuestra comida; es un elemento fundamental de nuestra identidad, un símbolo de nuestra historia y un legado que debemos valorar y preservar. Al comprender la verdadera significancia de este dicho, nos conectamos con nuestras raíces, con la sabiduría de nuestros antepasados y con la riqueza cultural que define a nuestro pueblo. Recordemos y honremos la profunda relación entre el maíz y nuestra identidad, reafirmando la verdad contenida en esta ancestral frase.
Fuimos hechos de maíz
Unos
fueron hechos de barro, de metal, o aparecieron de la nada, pero nosotros no,
nosotros fuimos hechos de maíz y de maíz nos alimentamos y aquí te traemos
algunos argumentos científicos, sociales y divinos para que te convenzas de
ello... Hijos del maíz "Escucha: el Tonacáyotl, maíz, Nuestro Sustento, es
para nosotros merecimiento completo. Porque es Nuestro Sustento, nuestra vida,
nuestro ser. Es andar, moverse, alegrarse, regocijarse. Porque en verdad tiene
vida Nuestro Sustento. (Códice Florentino) "Maíz, sociedad, cultura e
historia son inseparables. Nuestro pasado y nuestro presente tienen su
fundamento en el maíz. Nuestra vida está basada en el maíz. Somos gente del
maíz." (Guillermo Bonfil Batalla) "El maíz es patrimonio cultural y
natural que México ha legado al mundo. Resultado de milenios de selección
humana y natural. Una creación humana prodigio de su sabiduría". (Bruce F.
Benz").