LUCAS ALAMÁN.
CONSERVADOR Y UNO DE LOS MÁS GRANDES INTELECTUALES DE MÉXICO.
Por; Jesús Hoyos Hernández//Independencia de México//Biografías//Presidentes de México//
Lucas Ignacio José Joaquín Pedro de Alcántara Juan
Bautista Francisco de Paula Alamán y Escalada fue un empresario, político,
historiador, naturalista, y escritor novohispano.
El 2 de Junio de 1853, muere en la Ciudad de México el
empresario, escritor, político, historiador y naturalista, Lucas Alamán, figura importantísima
en la historia y política nacional de México en sus años de formación y
consolidación.
Nació en la ciudad de Guanajuato el 18 de octubre de 1792,
su familia Criolla tuvo la fortuna de conocer y entablar amistad con los
Hidalgo en especial con el cura de (1) Dolores, don Miguel, (2) hecho está los salvaría
de la violenta batalla de Guanajuato en septiembre de 1810.
Al observar la matanza indiscriminada de la Alhóndiga de Granaditas
generaría en él un cambio he ideología importantísima para el curso de la
historia patria, pues vería con cierto desprecio la ecatombe generada por la Guerra de Independencia y
guardaría siempre añoranza por las Instituciones Monarquícas.
Ideólogo principal del Conservadurismo mexicano y su
máximo representante como Luis Mora lo es del liberalismo, a pesar de eso
sirvió gracias a su preparación como ministro de relaciones exteriores en tres
gobiernos diferentes: con GuadalupeVictoria, Anastasio Bustamante y
Antonio Lopez de Santa Anna.
De este último se dice que:
"Alaman era la voz de la razón y la moderación frente
al vicharachero y veleidoso xalapeño en sus gobiernos".
Y que al morir don Lucas el último gobierno Santanista desembocaría en una
dictadura con decretos absurdos y títulos por demás onerosos para la figura del
dictador.
El prestigio de Alamán fue tan grande que fue electo para
gobernar el país en el triunvirato que fue poder ejecutivo entre el 23 al 31 de
diciembre de 1828.
Activo promulgador de la constitución centralista de
1835 (1) y miembro del 4to Poder de la Nación: "El Poder
Conservador".
En su carácter de historiador trabajo en su obra
recopiladora más reconocida: "Historia de México".
Observador de primera mano en las batallas en el valle de
México durante la intervención
Norteamericana ( desde su casa junto a Guillermo
Prieto las observó con ayuda de un catalejo), y nombro al periodo de 1829
como el inicio de la: "Época de las
revoluciones de Santa Anna".
A pesar de ser una figura clave del desterrado partido
conservador se le recuerda con aprecio y admiración, por que también fue uno de
los intelectuales más completos que México haya dado en su historia.
Alamán
dio comienzo a una brillante carrera política a lo largo de la cual fue
nombrado diputado, senador y, por tres veces, secretario de Relaciones
Exteriores. En uno de estos períodos, precisamente durante el gobierno de Anastasio Bustamante, se encargó de
fijar los límites territoriales entre México y Estados Unidos, logrando que el
país vecino aceptase el famoso tratado Adams-Onís. Además, consiguió que los
esclavos fugados de Estados Unidos fueran considerados libres al entrar en
territorio mexicano y que, por tanto, no estuvieran sujetos a las leyes de
extradición.
Durante
este período se produjo el episodio más controvertido de su carrera, pues fue
acusado por el general Juan Álvarez y el diputado José Antonio Barragán de
haber permitido la captura y posterior ejecución del anterior presidente, el
general Vicente Guerrero. Lucas
Alamán llevó a cabo su propia defensa y fue absuelto de las acusaciones que se
le imputaban en 1834.
Sus
intensas actividades políticas no le impidieron emprender diferentes proyectos:
sentó las bases de un instituto de historia y se preocupó por mejorar la
antigua Academia de San Carlos. En 1839 propuso también el establecimiento de
escuelas de arte y agricultura y, poco antes de su muerte, logró la adopción e
introducción del Sistema Métrico Decimal, que fue aprobada por el gobierno
siguiendo sus informes técnicos.
Aunque
en la esfera política Lucas Alamán fue un conservador a ultranza, en los
ámbitos industrial y económico, en cambio, se comportó como un auténtico
progresista, desarrollando en ambos una amplia actividad. Además de la Compañía Unida de
Minas, fundó el Banco de Avío, con el objeto de impulsar el despegue de la revolución industrial en la nación.
Creó también la primera herrería de México y dos fábricas de hilados y tejidos
de algodón, e introdujo en su país carneros merinos, cabras del Tíbet y
caballos sementales.
Para
Lucas Alamán, el más ilustre historiador conservador del siglo XIX, y para
varias generaciones de mexicanos que lo leyeron y siguieron, México no había
nacido en 1810 sino en 1521. Del pasado anterior a 1810 no debía huirse: había
de guardarle fidelidad, atesorarlo y, en cierto sentido, recobrarlo.
"México", escribió Alamán, "es un país en que todo cuanto existe
trae su origen en aquella prodigiosa conquista... la conquista es el medio con
que se promovió la civilización y la religión en este país y don Hernando
Cortés fue el hombre extraordinario que la Providencia destinó
para cumplir estos objetos".
Tenía
cierta razón: ¿de dónde, si no de Nueva España, provenían el idioma castellano,
la profundidad moral y artística del catolicismo popular, la arquitectura civil
en las ciudades y los pueblos, las joyas de la arquitectura religiosa, las
grandes creaciones en la pintura, la escultura, la música y la poesía y hasta
muchos de los guisos de la cocina mexicana?
Quizás
porque en su natal Guanajuato presenció la matanza atroz de españoles a manos
de las huestes de Hidalgo en 1810, Alamán había terminado por concebir la
historia mexicana desde ese momento como una caída: "Fatídico parece ser
el 16 de septiembre para la nación mexicana... en esa fecha levantó Hidalgo en
Dolores el estandarte de la revolución que, propagada rápidamente, fue causa de
la desolación del país". Y agregaba: "¡Viva la Virgen de Guadalupe y
mueran los gachupines! ¡Reunión monstruosa de la religión con el asesinato y el
saqueo!, grito de muerte y desolación que habiéndolo oído mil veces en los
primeros años de mi juventud, después de tantos años, resuena todavía en mis
oídos con un eco pavoroso'". En 1853 murió Lucas Alamán.
La
muerte lo sorprendió cuando ostentaba, por tercera vez, la cartera de
Relaciones Exteriores, período en el que, además, había conseguido la creación
del Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio. Lucas Alamán
falleció el día 2 de junio de 1853 de una pulmonía. Dejó dos obras
fundamentales:

Lucas Ignacio José Joaquín Pedro de Alcántara Juan Bautista Francisco de Paula Alamán y Escalada fue un empresario, político, historiador, naturalista, y escritor novohispano.
El 2 de Junio de 1853, muere en la Ciudad de México el empresario, escritor, político, historiador y naturalista, Lucas Alamán, figura importantísima en la historia y política nacional de México en sus años de formación y consolidación.
Nació en la ciudad de Guanajuato el 18 de octubre de 1792, su familia Criolla tuvo la fortuna de conocer y entablar amistad con los Hidalgo en especial con el cura de (1) Dolores, don Miguel, (2) hecho está los salvaría de la violenta batalla de Guanajuato en septiembre de 1810.
Al observar la matanza indiscriminada de la Alhóndiga de Granaditas generaría en él un cambio he ideología importantísima para el curso de la historia patria, pues vería con cierto desprecio la ecatombe generada por la Guerra de Independencia y guardaría siempre añoranza por las Instituciones Monarquícas.
Ideólogo principal del Conservadurismo mexicano y su máximo representante como Luis Mora lo es del liberalismo, a pesar de eso sirvió gracias a su preparación como ministro de relaciones exteriores en tres gobiernos diferentes: con GuadalupeVictoria, Anastasio Bustamante y Antonio Lopez de Santa Anna.
De este último se dice que:
"Alaman era la voz de la razón y la moderación frente al vicharachero y veleidoso xalapeño en sus gobiernos".
Y que al morir don Lucas el último gobierno Santanista desembocaría en una dictadura con decretos absurdos y títulos por demás onerosos para la figura del dictador.
El prestigio de Alamán fue tan grande que fue electo para gobernar el país en el triunvirato que fue poder ejecutivo entre el 23 al 31 de diciembre de 1828.
Activo promulgador de la constitución centralista de 1835 (1) y miembro del 4to Poder de la Nación: "El Poder Conservador".
En su carácter de historiador trabajo en su obra recopiladora más reconocida: "Historia de México".
Observador de primera mano en las batallas en el valle de México durante la intervención Norteamericana ( desde su casa junto a Guillermo Prieto las observó con ayuda de un catalejo), y nombro al periodo de 1829 como el inicio de la: "Época de las revoluciones de Santa Anna".
A pesar de ser una figura clave del desterrado partido conservador se le recuerda con aprecio y admiración, por que también fue uno de los intelectuales más completos que México haya dado en su historia.
Alamán dio comienzo a una brillante carrera política a lo largo de la cual fue nombrado diputado, senador y, por tres veces, secretario de Relaciones Exteriores. En uno de estos períodos, precisamente durante el gobierno de Anastasio Bustamante, se encargó de fijar los límites territoriales entre México y Estados Unidos, logrando que el país vecino aceptase el famoso tratado Adams-Onís. Además, consiguió que los esclavos fugados de Estados Unidos fueran considerados libres al entrar en territorio mexicano y que, por tanto, no estuvieran sujetos a las leyes de extradición.
Durante este período se produjo el episodio más controvertido de su carrera, pues fue acusado por el general Juan Álvarez y el diputado José Antonio Barragán de haber permitido la captura y posterior ejecución del anterior presidente, el general Vicente Guerrero. Lucas Alamán llevó a cabo su propia defensa y fue absuelto de las acusaciones que se le imputaban en 1834.
Sus intensas actividades políticas no le impidieron emprender diferentes proyectos: sentó las bases de un instituto de historia y se preocupó por mejorar la antigua Academia de San Carlos. En 1839 propuso también el establecimiento de escuelas de arte y agricultura y, poco antes de su muerte, logró la adopción e introducción del Sistema Métrico Decimal, que fue aprobada por el gobierno siguiendo sus informes técnicos.
Aunque en la esfera política Lucas Alamán fue un conservador a ultranza, en los ámbitos industrial y económico, en cambio, se comportó como un auténtico progresista, desarrollando en ambos una amplia actividad. Además de la Compañía Unida de Minas, fundó el Banco de Avío, con el objeto de impulsar el despegue de la revolución industrial en la nación. Creó también la primera herrería de México y dos fábricas de hilados y tejidos de algodón, e introdujo en su país carneros merinos, cabras del Tíbet y caballos sementales.
Para Lucas Alamán, el más ilustre historiador conservador del siglo XIX, y para varias generaciones de mexicanos que lo leyeron y siguieron, México no había nacido en 1810 sino en 1521. Del pasado anterior a 1810 no debía huirse: había de guardarle fidelidad, atesorarlo y, en cierto sentido, recobrarlo. "México", escribió Alamán, "es un país en que todo cuanto existe trae su origen en aquella prodigiosa conquista... la conquista es el medio con que se promovió la civilización y la religión en este país y don Hernando Cortés fue el hombre extraordinario que la Providencia destinó para cumplir estos objetos".
Tenía cierta razón: ¿de dónde, si no de Nueva España, provenían el idioma castellano, la profundidad moral y artística del catolicismo popular, la arquitectura civil en las ciudades y los pueblos, las joyas de la arquitectura religiosa, las grandes creaciones en la pintura, la escultura, la música y la poesía y hasta muchos de los guisos de la cocina mexicana?
Quizás porque en su natal Guanajuato presenció la matanza atroz de españoles a manos de las huestes de Hidalgo en 1810, Alamán había terminado por concebir la historia mexicana desde ese momento como una caída: "Fatídico parece ser el 16 de septiembre para la nación mexicana... en esa fecha levantó Hidalgo en Dolores el estandarte de la revolución que, propagada rápidamente, fue causa de la desolación del país". Y agregaba: "¡Viva la Virgen de Guadalupe y mueran los gachupines! ¡Reunión monstruosa de la religión con el asesinato y el saqueo!, grito de muerte y desolación que habiéndolo oído mil veces en los primeros años de mi juventud, después de tantos años, resuena todavía en mis oídos con un eco pavoroso'". En 1853 murió Lucas Alamán.
La muerte lo sorprendió cuando ostentaba, por tercera vez, la cartera de Relaciones Exteriores, período en el que, además, había conseguido la creación del Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio. Lucas Alamán falleció el día 2 de junio de 1853 de una pulmonía. Dejó dos obras fundamentales:
Disertaciones sobre la historia de la República Mexicana desde la época de la Conquista que los españoles hicieron a fines del siglo XV y principios del XVI de las islas y continente americano hasta la Independencia y una crónica contemporánea titulada Historia de México desde los primeros movimientos que prepararon la Independencia en el año de 1808 hasta la época presente.
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