Las
familias más pobres todavía utilizaban la plancha sencilla de hierro, con
mango, que se calentaba periódicamente sobre el fuego. La gran desventaja de
esta plancha era que el hollín se adhería a ella y pasaba a las ropas.
Generalmente se
calentaba en las brazas en un anafre o bracero al rojo vivo, después con un
trapo o franela se cogía por el mango y se pasaba por las telas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por sus comentarios