Por; Jesús Hoyos Hernández//Nacional//Efemérides//Fechas especiales//
El
8 de marzo de 1908, 15,000 mujeres se manifestaron por las calles de Nueva York
para exigir un recorte del horario laboral, mejores salarios, el derecho al
voto y el fin del trabajo infantil. El eslogan que eligieron fue “Pan y Rosas”.
Esto era porque el pan simbolizaba la seguridad económica, y las rosas, una
mejor calidad de vida.
En
mayo de 1908 el Partido Socialista de América señaló el último domingo de
febrero como Día Nacional de la
Mujer.
En
1910 en Copenhage, Dinamarca, se celebró una conferencia internacional entre
organizaciones socialistas del mundo. La conferencia propuso la creación de una
Día de la Mujer
de carácter internacional. La idea inicial partió de Clara Zetkin, una
socialista alemana, que planteó la creación de un Día Internacional para
conmemorar la huelga de las “garment workers” de Estados Unidos.
La propuesta se aprobó por unanimidad, que contaba con más de 100 mujeres pertenecientes a 17 países distintos. El Día se instituyó para conmemorar el movimiento por los derechos de la mujer, incluyendo el derecho a voto. La primera vez que se celebró fue el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de personas.
Nezahualcóyotl condenó severamente el mal comportamiento de sus súbditos. Y, entre esas faltas, hacerle daño a una mujer podía causar la muerte.
Nezahualcóyotl es quizás uno de los gobernantes prehispánicos más conocidos y recordados. Y es que no es para menos pues, además de ser un gran poeta, su poderío se caracterizó por ser honorable y justo con un sector de la población que fue invisibilizado o denigrado en otras culturas, es decir, el de las mujeres.
Durante su gobierno, Nezahualcóyotl, también recordado como el Rey Poeta, instauró 80 leyes que dictaban severas sentencias a todos aquellos que faltaran al buen comportamiento. Estas quedaron registradas en la Historia de la Nación Chichimeca de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl.
Precisamente, en el capítulo XXXVIII podemos encontrar los castigos destinados a aquellas personas que infringieran las normas. En estas leyes, según Ixtlilxóchitl, “se castigaban todos los delitos y pecados“.
Porque no hay que domesticarse y estar feliz, porque al menos un día en la historia, “ellos” nos celebran. Por una memoria negra a las luchadoras de toda la vida. En la actualidad el 8 de marzo se conoce a nivel internacional como la conmemoración del día internacional de la mujer, y ocultándose ciertos aspectos de este se ha institucionalizado el paternalismo. Pues nos felicitan, nos regalan cosas y nos tratan bien y con amor. Pero el 8 de marzo es un día dentro de la lucha de décadas de las mujeres de varias partes del mundo que, llegando a consenso, pudieron elegir un día de la historia para hablar de su lucha por la emancipación.
Tenemos que entender el contexto imperante en la época, pues es a inicios del siglo XX cuando empieza a consolidarse el modelo económico capitalista en el mundo y necesita validarse de una manera rápida y empezar a producir. Por ese motivo el capitalismo no discrimina, niños y niñas, mujeres y hombres caen en sus redes, con condiciones de vida y laborales paupérrimas, jornadas de 12 horas, sin protección a la maternidad, sin seguridad en los lugares de trabajo, con salarios míseros y un trato despectivo, entre muchos otros aspectos. Todo lo anterior sumado al patriarcado reinante, con trabajos en las textileras solamente para mujeres, pues ellas no podían desarrollarse en otros rubros y se les mantenía amenazadas para que no se movilizaran. Aun así, a pesar de todo lo que tenían en contra, las mujeres decidieron organizarse de manera reiterativa, hacían mítines y trataban de quebrantar esas malas condiciones exigiendo dignidad.
El caso más conocido es el de la legendaria Petra Herrera, quien, a pesar de su coraje y valentía, nunca recibió el reconocimiento merecido. Petra Herrera se convirtió en Pedro Herrera para formar parte de las tropas revolucionarias de Pancho Villa. Transformó su aspecto, lo hizo más viril e inventó tretas como decir que se afeitaba al amanecer, antes que los demás soldados despertaran. Pronto destacó por su arrojo en lo que fue su especialidad, la voladura de puentes. Tal fue el liderazgo y carisma obtenido por Pedro Herrera que decidió desenmascarse y hacer pública su naturaleza femenina. Pero, a pesar de que los dirigentes revolucionarios la albaron no consintieron en concederle ningún rango destacado. Petra decidió entonces dejar el contingente de Pancho Villa y crear un grupo propio de mujeres que, como ella, querían luchar en el frente. Según las fuentes, fueron decenas o miles de ellas. Pero lo cierto es que en la toma de Torreón, en mayo de 1914, fue en gran medida mérito de las soldaderas de Petra Herrera. Tiempo después, las mujeres a su mando fueron disueltas y Petra terminó sus días ejerciendo de espía. No queda muy claro ni cuándo ni dónde murió Petra Herrera, quien parece ser que fue atacada por una banda de bandidos y falleció a causa de las heridas.
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