Yanga Gaspar (1545-?), al parecer
fue un miembro de la familia real de Gabón que fue capturado y vendido como
esclavo en México. Se estima que México llego a tener unos 200 mil esclavos, el
sexto lugar en cantidad de esclavos en el continente ( se estima que Brasil
llego a tener casi 5 millones).
Alrededor de 1570 Yanga se escapó
de la esclavitud y dirigió una banda de esclavos fugitivos a la zona de
Veracruz. Ahí fundó una pequeña colonia de “cimarrones”, que es el nombre que
se le daba a los esclavos fugitivos. Poco a poco mas cimarrones comenzaron a
buscar refugio ahí.
La colonia se mantuvo durante
casi 30 años. Debido a que a veces asaltaban las caravanas para tener algunas
cosas, en 1609 el gobierno español decidió acabar con la colonia.
Enviaron una tropa de 500
soldados contra 100 cimarrones con armas de fuego y 400 armados con piedras,
machetes y arcos.
Dado su conocimiento del terreno
lograron causar daños a los españoles con el fin de llevarlos a la mesa de
negociaciones. Yanga proponía que se les reconociera como zona independiente y
a cambio apoyarían a los soldados españoles y no aceptarían más esclavos
fugitivos. Por los españoles se rehusaron y atacaron el poblado. Hubo un
enfrentamiento con grandes bajas de ambos lados ,pero los cimarrones simplemente
se dispersaron y volvieron cuando los españoles se regresaron.
La situación duró aun varios
años, sin que el gobierno español pudiera tomar el control, por lo que en 1618
aceptaron firmar un tratado aceptando las condiciones originales Yanga, quien
ya había muerto por la edad. Solo se añadió la clausula de aceptar misioneros
franciscanos, pero se les reconoció la capacidad de auto gobernarse.
En 1630 el asentamiento se
reconoció oficialmente como San Lorenzo de los Negros de Cerralvo. Nombre que
en el siglo XXI seria cambiad a “Yanga” en honor a su fundador.
En 1871 Gaspar Yanga fue
designado como Héroe nacional por la nueva república mexicana, con el titulo de
“El Primer Libertador de las Américas”.
La revuelta de Yanga no fue la
única rebelión de esclavos en América. Se estima que entre el siglo XVII a XIX
hubo unas 250 rebeliones, y 485 motines en barcos esclavistas. Desgraciadamente
esta fue de las pocas que tuvo éxito.
Hoy en día muy pocos conocen la
historia de Yanga. La población de origen africano se ha mezclado con la
población de México y muchos no son conscientes de lo que se conoce como “la
tercera raíz” y es la influencia africana en México. Esta la podemos apreciar
en artículos tan comunes como el diseño del tradicional sarape, hasta en los
sones de Veracruz.
Yanga, Veracruz, es el
nombre del primer pueblo libre fundado y liberado por una comunidad de esclavos
africanos que se rebelaron al yugo de la esclavitud de la corona española. Un
príncipe africano llamado Yanga fue su fundador.
Está ubicado en la
zona centro del Estado de Veracruz. En un principio la
población adoptó el nombre de San Lorenzo de los negros y después fue cambiado
a San Lorenzo Cerralvo, donde se asentaron los negros cimarrones encabezados
por Yanga que significa rey o príncipe. El decreto de 5 de noviembre de 1932
estableció que el municipio y la cabecera se denominara como Yanga y el decreto
de 22 de noviembre de 1956 lo elevó a la categoría de villa, al pueblo de Yanga
Yanga fue extraído del continente africano y llevado a la Nueva España en 1579
para trabajar como esclavo en haciendas cañeras; escapó junto con otros
esclavos que anhelaban libertad se establecieron en las altas montañas, se les
llamó cimarrones.
Yanga y Francisco de la
Motosa (joven que retomó el nombre de su antiguo amo) tomaron
el control político, administrativo y militar de los cimarrones y en 1609 por
orden del virrey Luis de Velasco se organizó una expedición armada para frenar
las acciones de Yanga y Motosa. Sin embargo, los líderes africanos lograron
conseguir una tregua y la libertad de su gente y sus descendientes a cambio de
la devolución de cualquier esclavo que escapara y buscara refugió en su
comunidad en el pueblo de San Lorenzo, hoy Yanga.
El 23 de febrero de 1609 fue reprimida una rebelión encabezada por el negro Nyanga, en San Lorenzo de los Negros -actual Yanga, Veracruz. “El 10 de agosto de 1609 el Virrey Luis de Velasco II otorgó al negro Nyanga y sus seguidores, el permiso para fincar el primer asentamiento libre en San Lorenzo de los Negros, ahora Yanga, Veracruz; tal anuencia de la Corona, lo único que pretendía, era sofocar una gran rebelión”. En diciembre del 2017 la UNESCO declaró el municipio de Yanga como Sitio de Memoria de Esclavitud y de las poblaciones africanas y afrodescendientes, para el mundo. Mural dedicado a Yanga y “San Lorenzo de los Negros”.
obra del artista plástico Melchor Peredo. Se ubica en la entrada principal del Palacio de Gobierno, en Xalapa; fue inaugurado el 15 de septiembre de 2010. La obra completa se titula “Una Revolución Continua”, en la cual participaron los ayudantes Dante Cuervo, Edgar Argáez, Keb Pitágoras, Paulina Hernández, Rubén Amador, Salomé Gómez, Ángela de la Rosa y el plastero Alejandro Caiceros. -Xalapa Antiguo
Nyanga
Gaspar Yanga o Nyanga fue el primer libertador de América tras la conquista española. Antes de Miguel Hidalgo o Morelos, este hombre organizó la primera rebelión de esclavos negros, en el año 1570, en Veracruz. Fue el responsable del surgimiento del primer pueblo libertador, llamado San Lorenzo de los Negros, surgido de negociaciones con la Corona de España. La historia del tráfico de esclavos africanos en el continente americano se debió al período de la Conquista y la Colonia entre 1519 y 1810. Estos eran traídos para trabajar en las plantaciones de azúcar, la mayoría venía de África, aunque otros venían de las islas del Pacífico. La Corona Española había declarado regulaciones para asegurarse de que vinieran más esclavos varones que mujeres. Los barcos eran divididos en proporciones de un tercio de mujeres y dos tercios de hombres; los sobrantes en especial las mujeres, por desgracia eran eliminados o vendidos a otros comerciantes para uso propio. Los españoles pronto se darían cuenta de que estos tenían una resistencia natural al clima tropical, los cuales podían desempeñarse mejor que los de población indígena, quienes por la guerra y enfermedades iban extinguiéndose. Así la Corona autorizó la creación de compañías de importación de mano de obra a la Nueva España para suplir la demanda de necesidades en la península ibérica, Los esclavos que lograban escapar eran llamados cimarrones. Según la historiadora Adriana Naveda, Nyanga huyó de su amo aproximadamente en el año 1570 y se refugió muy cerca de lo que ahora es la ciudad de Córdoba, liderando un grupo de cimarrones que con el tiempo se fue haciendo más numeroso. Pese a que no se tiene conocimiento pleno sobre cómo se desarrolló su movimiento, se sabe que para 1609 el grupo superaba los quinientos hombres, por lo cual los rumores de una revuelta de grandes dimensiones no se hicieron esperar. Durante el gobierno del virrey Luis de Velasco se multiplicaron las denuncias que intentaban alertarlo sobre un posible levantamiento de negros el 6 de enero de ese año, en la que, según los rumores, los fugados asesinarían a los blancos y nombrarían rey a un cimarrón negro. El gobernante no le dio mayor importancia y lo único que hizo fue mandar azotar a varios esclavizados que se encontraban presos por otra clase de delitos. Pero el peligro se hizo evidente cuando el citado grupo comenzó a saquear las haciendas de la región. Muchos historiadores coinciden en que el territorio ocupado por estos apalencados, es decir, asentados en palenques, eran los alrededores del Pico de Orizaba, el Cofre de Perote, la sierra de Zongolica y la zona de Omealca, en el actual estado de Veracruz. Los cimarrones de Nyanga no sólo saquearon las haciendas y fincas a su alcance para poder sobrevivir, también asaltaron lo que durante el virreinato fue la ruta México-Veracruz, un camino que conectaba el puerto con capital de la Nueva España. Dichos ataques resultaron preocupantes para las autoridades, pues ese camino fue a lo largo de la colonia la vía de tránsito y comunicación más importante en América, y su importancia económica fue fundamental para el desarrollo de la Nueva España. Esto llevó al virrey a enviar milicias para someter al belicoso grupo, sin embargo, los fugitivos lograron defenderse en más de una ocasión, ya que los lugares donde se refugiaban eran de difícil acceso, lo que les permitía protegerse ágilmente. Esa rebelión no resultó como otras, pues las pérdidas ocasionadas fueron muy elevadas y los asaltos al camino real desestabilizaron la economía virreinal. El puerto de Veracruz fue el más afectado, cuya entrada y salida de mercancías se vio perjudicada, por lo que, en este caso, sostener una guerra en contra de aquellos cimarrones fue una empresa poco redituable y desesperanzadora. La rebelión de Yanga circularía por todos los círculos raciales y sociales de la Nueva España, esto traería la rebelión continua de esclavos y la creencia de la rebelión nacional de estos, en 1612 para apaciguar a los sublevados se daría en la historia de México un triste caso que no ha sido explorado a fondo, esto es al caso conocido como La conjuración de los negros, escrito por el historiador Domingo Francisco de San Antón Muñón conocido como Chimalpahin Quauhtlehuanitzin, un noble indígena Chalco. En esta conjuración serían ahorcados 35 negros, 7 mujeres, temiendo la Corona perder su territorio, así como los de linaje español, salvaguardar su vida, de todos modos la lucha de independencia mexicana en general y la negra en particular seguiría. Como la situación se alargó y se hizo cada vez más compleja y riesgosa, el virrey Velasco optó por una concertación escrita dirigida a los fugitivos, en la que les otorgaba la paz y le concedía vivir en los territorios que ocupaban. Anteriormente Nyanga había enviado una solicitud con once consideraciones que incluía la libertad de todos aquellos que vivieran en su asentamiento antes de 1608, así como la creación de un pueblo legítimo gobernado por él y sus herederos, la exclusión de los españoles de dicho pueblo (excepto los días de mercado) y una iglesia consagrada. A cambio, prometía vivir de modo pacífico, regresar a futuros cimarrones a sus dueños y prestar servicio de armas al virreinato cuando fuera requerido. Sin embargo, como las autoridades tardaron en enviar su respuesta, los negros reanudaron los asaltos a las haciendas y al camino real, de tal suerte que, mediante una real cédula expedida en 1618, los encomenderos de Huatuscó fundaron un nuevo poblado que llevó por nombre villa de Córdoba (hoy ciudad de Córdoba), que funcionó realmente como una frontera contra los negros para poder capturarlos y exterminarlos. Mientras avanzaba la fundación de la villa de Córdoba las milicias acosaron y atacaron constantemente a los cimarrones. Ante estas condiciones, y ya que la guerra contra los apalencados era muy costosa, el virrey Diego Fernández de Córdoba aceptó los términos marcados por Nyanga siempre y cuando accedieran a pagar un tributo anual y la presencia de un sacerdote que oficiara misas cada cierto tiempo. De esa forma, en 1618 las autoridades decidieron crear el pueblo de negros libres de San Lorenzo, con los cual los "infieles" enemigos internos se transformaron en sus vasallos cristianos. Lograron sobrevivir a la par de la sociedad virreinal, hasta que el sistema los exterminó o dominó por completo. Tal fue el caso de Yanga. Existe un mural dedicado a los héroes de México en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México, tal vez el único que se conoce a nivel nacional sobre la contribución de la "Tercera Raíz" en México. Este mural es titulado "Canto a los Héroes", entre quienes se encuentra Yanga detrás de Sor Juana Inés de la Cruz y Cuauhtémoc, pintado por el muralista José Gordillo en 1952. San Lorenzo de los Negros después fue cambiado a San Lorenzo Cerralvo, donde se asentaron los negros cimarrones encabezados por Yanga que significa rey o príncipe. El decreto de 5 de noviembre de 1932 estableció que el municipio y la cabecera se denominaran como Yanga y el decreto del 22 de noviembre de 1956 lo elevó a la categoría de villa, al pueblo de Yanga. Su población es afromexicana..
Yanga es una comunidad que se localiza
en el estado de Veracruz, en la región de Las Grandes Montañas, llamada en
honor al esclavo africano Yanga, quien en el siglo XVII fundó un pueblo de
cimarrones (esclavos que escapaban de sus amos) llamado “San Lorenzo de los
Negros”, el cual se convirtió en el primer pueblo libre del continente
americano. Esta comunidad cambió su nombre a Yanga durante 1932.
Entre las actividades del
municipio, destaca la celebración anual del Carnaval, en el que durante diez
días se rompe con la cotidianidad. Este festejo, a diferencia de otros
carnavales, se lleva a cabo en los primeros días del mes de agosto, en unión a
la celebración del santo patrono de la comunidad: San Lorenzo mártir.
El origen del carnaval se remonta
a julio de 1977, pues varios jóvenes habitantes de Yanga organizaron un
convivio, al cual se tenía que asistir disfrazado; los atuendos fueron
originales y vistosos, por lo que, los jóvenes pensaron en exhibir sus
disfraces. El 10 de agosto, día de comuniones y confirmaciones, decidieron
desfilar disfrazados por las calles principales de la cabecera municipal.
También, se eligió una reina y a un rey para ser la cabeza del desfile; se
organizó un baile, se adornaron carros y poco a poco la figura de Yanga fue un
punto de partida para la organización del carnaval y se convirtió en el
reconocimiento a la diversidad étnica.
Se
calcula que más de un
millón de personas en México son descendientes de esclavos traídos de África y
se identifican como "negros", "morenos" o
"afromexicanos" aun cuando no tengan apariencia negroide.
Las personas afrodescendientes que fueron víctimas de la trata de
esclavos durante el periodo virreinal. Durante el periodo virreinal, Nueva
España recibió cientos de esclavos provenientes del continente africano, sin
embargo, también hubo algunos que llegaron como personas libres. Todos
adaptaron su cultura al nuevo entorno e influenciaron aspectos de la vida
cotidiana como la precepción de la muerte, por ejemplo, los africanos ayudaron
a difundir la idea de la reencarnación. Los misioneros trataron de erradicar
este concepto porque se oponía a los preceptos del cristianismo. La Iglesia no podía concebir
que al morir, un individuo se encontrara a su familia ancestral y luego
retornara a este mundo en el cuerpo de alguien más. Esta idea de reencarnación
provocó que, en Cuba, los esclavos consideraran al suicidio como una solución
para terminar con sus tormentos, pues al rencarnar lo harían África, es decir,
volverían a nacer en su tierra ancestral.
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