Por; Jesús Hoyos Hernández//Municipios//Prehispánica//La Mixteca//Tepexi de Rodríguez//
El Lienzo de Tepexi
de la seda
Se
trata de un documento colonial, probablemente basado en algún códice antiguo
donde se registran los productos que los ngiwas del señorío de Tepexi
tributaban a Tenochtitlan.
En
la esquina superior izquierda aparece en primer lugar la leyenda “Don Gonzalo Mazatzin tecuhtli, cacique y
señor natural del pueblo de Tepexic de la Seda y de sus súbditos barrios y estancias, y el
tributo que daban antes que los españoles viniesen, es lo siguiente”
En
seguida se aprecia la imagen de don Mazatzin, con su glifo antroponímico que es
la cabeza de un venado, en esa fila de izquierda a derecha se enlistan los
productos que el señorío de Tepexi debía pagar.
En
la segunda hilera se aprecia la figura de don Juan Cuetzpaltzin, hijo de
Mazatzin, también con su glifo antroponímico que es la figura de una lagartija,
en esa misma fila se ve la figura del “Marqués del Valle”, como lo señala una
glosa en español.
Entre
los elementos que se tributaban se nota en primer orden a los esclavos, luego
siguen joyas de piedras preciosas, plumas preciosas, mantas blancas y otras
labradas con distintos diseños, tela para bragueros, huipiles ricamente
bordados, cacao, guajolotes, asiento real elaborado con palma, diversas y
elegantes vasijas, además de productos alimenticios. Dicho tributo se tenía que
pagar cuatro veces al año, según se registra en el lienzo. También se lee que
se debía tributar maíz, frijol, algodón, calabaza y chile.
El
documento nos expone la dura situación de los ngiwas durante el sometimiento de
los mexicas, pues tenían que trabajar arduamente sus áridas tierras para
satisfacer sus necesidades y además poder cumplir con el tributo requerido.
Otros productos los tenían que conseguir por medio del intercambio comercial,
como plumas preciosas, joyas y cacao que no había en la región. Y lo peor es
que se tenía que aportar mano de obra para el servicio de los mexicas.
Este
documento complementa la información de la Matrícula de Tributos, del Códice Mendocino donde
se menciona a Tepexi y los productos que tributaba, ahí se menciona también
varas de otate para lanzas y flechas, cueros de venado y cargas
de cal, además de los productos ya mencionados, enfatizando en trojes
de maíz y de frijol.
Estos
documentos nos ayudan a comprender por qué los ngiwas también se unieron a los
contingentes conformados por tlaxcaltecas, totonacas y demás pueblos, como lo
narran algunas crónicas, para acabar con el señorío de Tenochtitlan.
El
Lienzo de Tepexi, como muchos casos, se halla en el extranjero, para ser
precisos en el National Museum of the American Indian, en Nueva York, Estados
Unidos.
El Lienzo de Tepexi de la seda
Se trata de un documento colonial, probablemente basado en algún códice antiguo donde se registran los productos que los ngiwas del señorío de Tepexi tributaban a Tenochtitlan.
En la esquina superior izquierda aparece en primer lugar la leyenda “Don Gonzalo Mazatzin tecuhtli, cacique y señor natural del pueblo de Tepexic de la Seda y de sus súbditos barrios y estancias, y el tributo que daban antes que los españoles viniesen, es lo siguiente”
En seguida se aprecia la imagen de don Mazatzin, con su glifo antroponímico que es la cabeza de un venado, en esa fila de izquierda a derecha se enlistan los productos que el señorío de Tepexi debía pagar.
En la segunda hilera se aprecia la figura de don Juan Cuetzpaltzin, hijo de Mazatzin, también con su glifo antroponímico que es la figura de una lagartija, en esa misma fila se ve la figura del “Marqués del Valle”, como lo señala una glosa en español.
Entre los elementos que se tributaban se nota en primer orden a los esclavos, luego siguen joyas de piedras preciosas, plumas preciosas, mantas blancas y otras labradas con distintos diseños, tela para bragueros, huipiles ricamente bordados, cacao, guajolotes, asiento real elaborado con palma, diversas y elegantes vasijas, además de productos alimenticios. Dicho tributo se tenía que pagar cuatro veces al año, según se registra en el lienzo. También se lee que se debía tributar maíz, frijol, algodón, calabaza y chile.
El documento nos expone la dura situación de los ngiwas durante el sometimiento de los mexicas, pues tenían que trabajar arduamente sus áridas tierras para satisfacer sus necesidades y además poder cumplir con el tributo requerido. Otros productos los tenían que conseguir por medio del intercambio comercial, como plumas preciosas, joyas y cacao que no había en la región. Y lo peor es que se tenía que aportar mano de obra para el servicio de los mexicas.
Este documento complementa la información de la Matrícula de Tributos, del Códice Mendocino donde se menciona a Tepexi y los productos que tributaba, ahí se menciona también varas de otate para lanzas y flechas, cueros de venado y cargas de cal, además de los productos ya mencionados, enfatizando en trojes de maíz y de frijol.
Estos documentos nos ayudan a comprender por qué los ngiwas también se unieron a los contingentes conformados por tlaxcaltecas, totonacas y demás pueblos, como lo narran algunas crónicas, para acabar con el señorío de Tenochtitlan.
El Lienzo de Tepexi, como muchos casos, se halla en el extranjero, para ser precisos en el National Museum of the American Indian, en Nueva York, Estados Unidos.
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