//Por; Jesús Hoyos Hernández//Nacional//Análisis//Educación//Opinión
El Bullying, es una derivación nueva, es una nueva terminología, ya que somos muy dados a buscar tecnicismo y derivaciones, como si esto fuera una gran novedad, nos encanta lucirnos. La palabra bullying deriva del inglés y se puede traducir al español como ‘acoso, hay hasta estudiosos que lo han dividido según la rama a la que se refiera por ejemplo Bullying escolar, Buying laboral. Algunos otros lo dividen de acuerdo al tipo de acoso; por ejemplo; Bullying físico: es toda agresión física como golpes, palizas, empujones que ejerce una o varias personas contra la víctima y de forma constante.
Bullying psicológico: Se manifiesta a espaldas de la víctima.
Bullying verbal: Es el más frecuente.
Sin meternos en tanto análisis sobre la terminología. En palabras sencillas y a lo que describe; es acoso, intimidación y hasta agresión; en este caso vamos tratar el tema del “Acoso o intimidación escolar”.
El problema es preocupante, es un tema generalizado que afecta a diferentes países, principalmente a su población adolescente, y que registra una tendencia a la alza en adolescentes en edad escolar, es donde se tiene el mayor conocimiento de todas las agresiones.
Resulta algo curioso en los últimos dos o tres años, el problema esta más presente en países llamados de primer mundo que en países tercer mundistas o subdesarrollados y algo curioso que me ha llamado severamente la atención, que los agresores ya no provienen de familias disfuncionales, con antecedentes de alcoholismo drogadicción o familias violentas.
El acoso escolar o bullying es la exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio. El acosador aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para conseguir un beneficio (material o no), mientras que el acosado se siente indefenso y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud o incluso, en situaciones extremas, conductas autodestructivas.
Aunque la mayoría son jóvenes pertenecen a pandillas que ejercen cierto control al interior de los colegios, y aunque algunos no necesariamente sean una banda de criminales han creado ciertas sectas que se auto definen o identifican con ciertas modas formas o estilos.
Lo que si es seguro es la falta y carencia de valores culturales y hasta espirituales, una deficiente educación, y una sociedad indiferente que lo tolera, una ausencia de programas gubernamentales. Sociedad y gobierno han permitido este flagelo.
La descomposición es tanta, que ahora los propios docentes o maestros de los colegios se agarran a golpes con sus alumnos, y es que ahora los alumos no respetan a nadie, lo mismo sucede con los padres ahora golpean a los docentes o maestros. En los colegios privados creen que con las cuotas que pagan tienen boleto a la impunidad y no respetar a nadie.
El vacío y la ausencia de programas gubernamentales.
Por ejemplo en la educación, sus programas educativos han centrado todos sus recursos en que el alumno tenga que aprender matemáticas, ciencias exactas, innovación investigación, pero carecen de algo; el humanismo, también es una ciencia.
Aquí hay algo bien importante los agresores provienen de familias con cierto status social la mayoría tiene recursos económicos y tiene ciertos grados académicos, mínimo en un nivel de licenciatura, y maestrías tienen un trabajo aceptable que pueden vivir de alguna manera bien, por lo menos los hijos provenientes de estas familias no les hace falta nada todo lo material lo tienen. Un distintivo de estas generaciones es que lo tienen todo. Y si me permiten la comparación, generaciones anteriores como la nuestra, nuestros padres eran analfabetos no sabían leer ni escribir y como común denominador antes de mandarnos a la escuela, nos enseñaban a trabajar, a ayudarle al papa a la mama al abuelo, teníamos responsabilidades que cumplir tanto en la casa como en la escuela, solo nos dejaban un rato para jugar, no nos daban todo lo que nosotros queríamos, teníamos que vivir con ciertas carencias en muchos de los casos éramos varios hermanos, en muchas ocasiones teníamos carencias hasta de alimentación, pero nos educaban con valores y principios.
Hoy
los que son padres de estas nuevas generación están formando hijos mediocres,
en algunos casos ninis que ni estudian ni trabajan, para empezar se levantan entre las diez y las 11 de la mañana eso si no se van de fiesta o se desvelan en las redes sociales, claro que salir a divertirse cuando se es joven no es ningún delito el problema que ya es crónico, otros pueden ser alumnos
brillantes pero carentes de principios, y aunque algunos van colegios muy prestigiados, colegios particulares donde existe mucho racismo, aspiracionistas,
individualistas de triunfar a toda costa, pisotear a quien sea, sin ningún principio moral, en
el ambiente laboral los padres son iguales entre mas estudios tienen son mas maquiavélicos
en su ambiente laboral.
El ejemplo padres de estos niños en los lugares donde se desempeñan, están acostumbrados a pasar por encima de los demás, tampoco enseñan a sus hijos a asumir las posibles consecuencias de sus propios errores, ahora es muy fácil echarle la culpa a otro, padres tolerantes. Podemos decir que entre mayor sea la educación de los padres menor educación de los hijos, cuando antes era alrevez, y no me estoy refiriendo a los grados o títulos académicos.
Hasta hace poco en México no se había escuchado de balaceras, en colegios o en salones de clase, o que algún alumno atentara en contra de sus compañeros, maestros o autoridades educativas ( Federico Guevara) como en Estados Unidos, ese es el falso desarrollo del tan cacareado países de primer mundo, jóvenes y adultos con grabes problemas de drogadicción, pueden criticarnos y hasta de amenazar con intervenir a México, pero es un problema que ellos tienen.
La mayoría de los agresores provienen del seno de estas familias o clases sociales, pero también hay una sociedad cómplice que tolera este tipo de acciones, por que los agresores siempre tiene la complacencia de la sociedad en general y de autoridades escolares, oídos sordos u omisiones, para reprender reprobar o castigar ciertos comportamientos.
Lo más que pueden hacer es canalizar a los agresores como también a las posibles victimas a citas con el psicólogo del colegio, y esos casos son mínimos, un 99.9% de los casos ni se toman en cuenta.
Mientras el problema de convivencia en los centros escolares es caótico por no ponerle un alto entre maestros y autoridades escolares. Un problema que no se atiende a tiempo sigue creciendo y puede tener desenlaces fatales. Un problema que además provoca deserción escolar.
También hay excusas que ponen en la mesa, por parte de los docentes, educadores o pedagogos. Cierta mente en México, con las últimas reformas educativas en sus reglamentos internos de ingresos egresos y permanencia de los alumnos, según la plantilla docente está imposibilitada para actuar, la excusa es que legalmente no pueden regresar a un alumno, suspenderlo, expulsarlo y hasta reprobarlo.
Si
un docente no tiene autoridad en su escuela centro escolar o salón de clase
entonces que hace hay, solo dar su clase e irse sin que le importe nada mas.
Pero lo que más me sorprende de estas
excusas, es que cuando los padres no
cubren la inscripción, o cuotas escolares en escuelas públicas, se desata una
persecución, represalias y regresan a los alumnos de padres deudores y hasta los hacen
firmar o les niegan todos los derechos a los alumnos de padres deudores. Hasta en eso han cambiado antes los maestros se interesaban de los problemas de los alumnos eran verdaderos maestros con vocación de servicio, ahora lo que menos les interesa es el alumno.
Pero
en algo tiene razón los educadores cuando dicen que los hijos son así, por que
así son los padres, y en efecto, cuando mandas a llamar a los padres por alguna
falta cometida, todavía ni se les explica de que se trata y ya vienen
defendiendo a su hijo, en una actitud a la defensiva, en esas condiciones esta
por demás, llegar a un acuerdo con ese tipo de padres y tienen razón algunos psicólogos y sociólogos, los hijos no se pierden en la calle, los hijos se pierden en la casa.
Por
ultimo yo creo que si faltan políticas gubernamentales de integración, a la
población adolescente. Por que todo esto también es producto de un mal gobierno
ausente, ausente de todos los problemas sociales, abandonaron a los jóvenes,
ancianos, y a las familias en general; las instituciones no funcionan por la cual fueron criadas por que de
la misma forma las integran personas sin escrúpulos y sin principios morales, parásitos
vividores del presupuesto público, de ahí la descomposición social.
La violencia tiene patrocinadores
Hemos visto en todos los casos de bulling con que saña, sangre fría, violencia, y sin ningún remordimiento adolescentes se convierten en asesinos de sus propios compañeros. Esas acciones no son normales esas acciones son producto y tendencias propias de criminales, y aunque parezca exagerado estamos formando ese tipo de personas, a quien le gustaría tener un criminal en sus circulo social. El que hoy es victimario el día de mañana es victima. Ciertamente que los medios de comunicación juegan un papel importante, pero en lugar de promover valores, se dedican a producir narcoseries o narco películas y los noticiarios solo son nota roja de la violencia.
Por que el acoso y violencia escolar no nada mas es me golpearon o golpie, esto conlleva a múltiples culpables, y puede que por omisión de docentes por omisión de responsabilidades de padres, no hagan nada al respecto hasta que las consecuencias terminan en un trágico final, pero una causa penal ante un homicidio tiene mas alcance que las recomendaciones de la propia Secretaria de Educación Publica, que parece indiferente ante las miles de quejas y denuncias.
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