//Biografías//Siglo XX//Post-Revolución//
Nosotros estudiábamos para el campesino, no para la escuelita. Nosotros nacimos en Ayotzinapa haciendo todo, yo recuerdo que estaba en sexto de primaria cuando hicimos la primer asamblea con cinco compañeros: "Compañeros estamos estudiando, ya vamos a terminar la primaria, ¿qué vamos a hacer por el pueblo?"
"Vamos a hacer una revolución", contestaron.
Entonces nosotros hablábamos de revolución antes de irnos a la escuela.
-Lucio Cabañas Barrientos
Zafarrancho en Atoyac
Aquel
18 de mayo de 1967 Lucio Cabañas Barrientos arengaba a la gente micrófono en
mano, un comandante se abrió paso entre la multitud con dirección a donde
estaba el maestro. Al momento en que intentó matarlo, una joven le desvió el
arma y las balas se fueron al aire. Se escucharon más disparos; la multitud se
convulsionó, unos corrían otros forcejeaban con los policías. Unas mujeres
protegieron a Lucio y lo llevaron rumbo al río. Lo ayudaron a escapar hacia El
Ticuí. Judiciales y policías motorizados disparaban sus armas contra la
multitud, María Isabel vio que un agente golpeaba a su marido, sacó de entre
sus ropas un verduguillo y se lo hundió al agresor. Pero otro policía le
disparó por la espalda y cayó muerta. Tenía cinco meses de embarazo y tirada en
el suelo el vientre se le movía. Con ella murieron los gemelos en gestación. Hubo
ocho personas muertas, cinco del pueblo y tres policías. Uno de los policías
quedó herido, corrió hacia las oficinas del Ministerio Público, donde cayó
muerto al cruzar la puerta, otros dicen que murió cuando se encerró en la
barda. Después de la masacre las autoridades culparon a Lucio. Que se vio
obligado a refugiarse en la sierra. El 18 de mayo de 1967, es un parteaguas en
la historia de nuestro municipio porque marcó el fin de un movimiento cívico
que exigía mayores espacios de participación democrática y el inicio de la
guerrilla de Lucio Cabañas y su Partido de los Pobres. Un Estado autoritario en
lugar de atender las peticiones de los manifestantes, les envío a la policía
que disparó contra el pueblo, dando muerte en la plaza principal de la ciudad
de Atoyac a, Arcadio Martínez Javier, María Isabel Gómez Romero, Prisciliano
Téllez Castro y al revolucionario agrarista, Regino Rosales de
"Subí a la sierra, mejor dicho, me echaron al monte el 19 de mayo de 1967. Me fui, porque si me quedaba me mataban. La vida vale mucho y jamás me hubiera perdonado el caer muerto a lo pendejo, sin haber hecho algo por los pobres.
Compañeros: esto es una prueba más de
que por las buenas nunca habrá justicia para los pobres; por eso siempre
habíamos dicho que nos alistáramos para tomar las armas en cualquier momento, y
ese momento ya llegó, aquí empieza la revolución, vamos a agarrar las armas
para vengar a los compañeros caídos y acabar con la clase explotadora”.
Muchas cosas más sucedieron, pero cuando los maestros federales nos unimos a los estatales de la región para salvar la escuela estatal, los ricos y el gobernador decidieron mandarnos a matar.
Ese día sangriento, triste e inolvidable, en que los asesinos cumplieron sus amenazas, íbamos a hacer un mitin pera defender a un profesor expulsado sin razón alguna. Apenas habíamos llegado a la plaza, los grupos de judiciales comenzaron a rodearnos y en seguida a disparar. Los ricos disparaban desde las azoteas. Salve mi vida gracias a que mujeres y niños me abrazaron para protegerme. Mientras, los campesinos caían cerca de mí, dos mujeres que llevaban cuchillo, valientemente se arrojaron sobre los M-1 y mataron a cuatro judiciales. Nadie más pudo responder a la artera agresión pues los campesinos no tenían siquiera piedras al alcance de sus manos.
Compañeros: esto es una prueba más de que por las buenas nunca habrá justicia para los pobres; por eso siempre habíamos dicho que nos alistáramos para tomar las armas en cualquier momento, y ese momento ya llegó; aquí empieza la revolución, vamos a agarrar las armas para vengar a los compañeros caídos y acabar con la clase explotadora.
Cuando
yo nací en El Porvenir, bueno, ya que crecímos, nos trajeron caminando por aquí
por este caminito con mi abuelo Aldegundo. Fuimos a su casa, fuimos a conocer a
Pedro Reyes que allí vivía con doña Juana, pobrecitos, pobrecitos, comiendo
frijolitos. A mí también me dieron. ¿Cuántos años hace de eso? Hace como 20 ó
25 años. Regresamos, ¡y están igual! Y ¿quiénes están iguales? Igual está doña
Delfina de pobre, igual está mi tía Juana, igual está Felipe, igual está Emilio
y aquí su hijo, igual está Tibe, igual están todos.
¿Por
qué? ¿Por qué no progresamos los pobres?, ¿A dónde va a dar tanto que sembramos
café, tanto que sembramos maíz, tanto que sembramos chile, tanto que nos
alquilamos, a dónde va a parar eso? A manos de los ricos, es el gran robo, es
la explotación que han hecho los hombres ricos a los hombres pobres, es la
explotación del hombre por el hombre...
Los
pobres están siendo explotados, los pobres están siendo robados, por más que le
siembren maíz a las faldas de los cerros. Todo ese maíz no nos produce nada
porque cuando tenemos mucho maíz no vale; cuando tenemos poquito el maíz, vale
tantito. Y ¿por qué? ¿Seremos los pobres los tarugos, los que nos reunimos y
una vez reunidos los pobres tarugos le ponemos un precio muy bajo al café? No.
¿O le ponemos nosotros un alto precio al café? Tampoco. Nosotros los pobres no
tenemos la libertad de mandar en el café. ¿Cuánto café está en este carro?
¿Quién le puso el precio?... Se lo pusieron los ricos. Por esa razón, nosotros
no necesitamos ningún análisis. Y hasta ahorita, para desarrollar la guerra en
México no necesitamos tanto análisis. Vamos a desarrollar la guerra contra la
clase rica. El único análisis que necesitamos es que nos están fregando y hay
que organizar al pueblo para contestarles."
En la plaza de Atoyac de Álvarez, se levantará una estatua en su memoria y se le rendirán homenajes en el aniversario de su muerte.
En 2007 se estrenará con cierto éxito la película documental sobre su vida "La guerrilla y la esperanza: Lucio Cabañas", del director Gerardo Tort; en la cinta se sostiene que Lucio fue traicionado por un narcotraficante amenazado por el ejército, de que violaría y mataría a sus dos hijas si no guiaba a los soldados al lugar en donde se escondía Cabañas; ahí fue sorprendido y muerto.
El 3 de julio de 2011, Isabel Anaya Nava, ex esposa de Lucio Cabañas, recién llegada de un largo exilio, será asesinada a balazos junto con su hermana Reyna, al salir de una iglesia en la comunidad de Xaltianguis, en el estado de Guerrero, por un grupo de desconocidos que desde un vehículo las acribillará. Desaparecerá así un testigo valiosísimo de la "guerra sucia" de los años sesenta y setenta del pasado siglo.
La organización de Cabañas se convirtió en el principal objetivo del aparato contrainsurgente del gobierno de Echeverría y la prensa se encargó de calificar a Cabañas de gavillero, delincuente y asesino.
Nosotros estudiábamos para el campesino, no para la escuelita. Nosotros nacimos en Ayotzinapa haciendo todo, yo recuerdo que estaba en sexto de primaria cuando hicimos la primer asamblea con cinco compañeros: "Compañeros estamos estudiando, ya vamos a terminar la primaria, ¿qué vamos a hacer por el pueblo?" "Vamos a hacer una revolución", contestaron.
Entonces nosotros hablábamos de revolución antes de irnos a la escuela.
-Lucio Cabañas Barrientos
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