La rendición de Fernando Maximiliano de Hasbsburgo
LA CAÍDA DEL SEGUNDO IMPERIO MEXICANO.
LAS ÚLTIMAS HORAS DE UN SUEÑO.
Por; Jesús Hoyos Hernández//Imperio mexicano//Independencia de México//Historia de México//
Maximiliano de Habsburgo fue proclamado emperador de México en 1864, en un intento de establecer un imperio monárquico en el país durante la intervención francesa. Su ascenso al trono fue apoyado por Napoleón III de Francia, quien buscaba expandir su influencia en América Latina. En 1867, tras la retirada de las tropas francesas y el colapso de su imperio, fue capturado por las fuerzas republicanas y, finalmente, ejecutado el 19 de junio de ese mismo año.
El ejército mexicano que en todo momento respaldó al gobierno del presidente Benito Juárez ocupó el punto conocido como La Cruz en la ciudad de Querétaro.
El 15 de mayo de 1867 en la madrugada, acompañado del coronel Miguel López tropas republicanas han ingresado a la ciudad de Querétaro por el sitio mejor defendido del cerco imperial, a través del convento de la Cruz.
Bajo el engaño de ser tropas al mando de Leonardo Márquez las fuerzas juaristas van ocupando uno a uno los reductos contrarios y desarmando a los defensores.
El coronel López envía a su subordinado a dar la noticia al emperador del desastre que el mismo había propiciado.
Maximiliano en aparente calma recibe la terrible noticia, se encuentra medicado con opio que el doctor Samuel Basch le administro para calmarle los cólicos de la disentería, según algunos historiadores este aviso de López al emperador será parte del trato de este y Escobedo de entregar la plaza sin derramamiento de sangre a costa de salvar la vida de Maximiliano.
Luego de que el emperador fue avisado de la irrupción de los republicanos, abandono su habitación en el cuartel ocupado ya por el enemigo acompañado del príncipe Felix de Salm Salm y por el general Severo del Castillo.
En el patio del convento se topan con López que está acompañado del general José Rincón Gallardo quien a pesar de reconocer a las personalidades pues todos llevaban uniformes militares, los deja pasar reforzando la idea de el plan de dejar ir a Maximiliano.
El emperador con sus acompañantes toman rumbo al cuartel de los Úsares y les ordenan que sigan con ellos a la plaza de la Independencia pero son interceptados por López y llevados una trampa donde son capturados.
Rápidamente la ciudad es ocupada por las tropa que bajan del cerro del Cimitario, toman el convento de san Francisco y obligan a los ocupantes a rendirse, Maximiliano y un grupo cada vez más numeroso que va reunido en el camino llega a la plaza de la Independencia, ahí López le ofrece esconderse en la casa de un banquero idea a la que el emperador se rehúsa, quiere llegar al cerro de las Campanas para organizar la última defensa.
Llagan al mesón del Águila Roja donde esta acuarte del cuerpo de caballería, Maximiliano quiere ordenarles que marchen con él al cerro, pero López se ofrece y entra al cuartel y no sale.
Maximiliano al parecer inicia a sospechar de él y deciden seguir su camino a su último reducto, tienen que llevar cargando al general Castillo que por su avanzada edad esta exhausto.
Desde la línea defensiva en el río Blanco Miramón a las 5 de la mañana escucha el sonar de las campanas el convento de la Cruz.
E intenta llegar a él para comunicarse con el emperador pero en la plaza de San Francisco un grupo de republicanos lo intercepta y le hiere la mejilla, Miramón va a buscar refugio con el Medico Vicente Licea.
Este valiéndose de excusas le realiza una dolorosa y tardada cirugía para extraerle la bala, tiempo suficiente para que Licea diera aviso al general republicano Refugio González que era su cuñado y entregara a Miramón convaleciente, de esa manera caía el primero de los tres futuros ejecutados.
A las 5:30 de la mañana Maximiliano con sus acompañantes llega al cerro de las campanas, ahí ya se encontraba el general Tomas Mejía con quien planea la defensa.
Un intenso bombardeo republicano se deja sentir sobre la posición imperial, Mejía le sugiere al emperador intentar una salida con rumbo a la sierra Gorda que él conocía a la perfección.
Pero Maximiliano argumenta querer esperar a los usares y a Miramón, ninguno de los dos llegara.
Maximiliano pide 10 minutos más de espera y aprovecha para pedirle a Salm Salm que queme tres sobres con documentos, entre ellos su diario, luego intenta ordenar la carga de salida, pero esta vez es Mejía el que se niega, para el ya es demasiado tarde.
El último emperador de México ordena izar la bandera blanca y envía al coronel Pradillo para que parlamente con Escobedo, pero no lo encuentra.
Este sigue bombardeando el cerro hasta media hora después, tras cesar el fuego Maximiliano baja y se encuentra primero con el general Ramón Corona a quien le dice que ya no es emperador.
Este lo guiara hasta la garita de san Pablo donde esta Escobedo con sus cazadores de Galeana, ahí Maximiliano le entrega su espada, con este acto de sumisión moría el segundo imperio Mexicano.
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