//Por; Jesús Hoyos Hernández//Nacional//Análisis//Política//Opinión//
Biografía de Agustín de Iturbide
21 de julio es coronado como emperador de México, Agustín de Iturbide, en 1822. Fecha memorable, Emperador Constitucional del Imperio Mexicano. Por disposición eclesiástica se había dispensado a la población de hacer ayuno por tres días que se usaba en Europa para solemnizar la consagración de un Rey o Emperador, más de uno podríamos consagrar ahora en México, pues muchos mexicanos ya tienen bastante tiempo ayunando. En esa ocasión el ayuno se evitó por lo que la gente andaba, sonriente y jubilosa. Los habitantes de la ciudad de México adornaron con tres colores las fachadas de sus cosas, con mil y mil cosas más de ornato. Por todas partes se veían gallardetes, estandartes etc. las campanas de la iglesia, sonaban sin cesar, y cada hora. Eso había comenzado desde la medianoche, una salva de 24 cañonazos estremecía los ámbitos. El cabildo de la Catedral echo la Catedral por la ventana, no se podía contener un ah de admiración al entrar al recinto. En el mayor se habían colocados tronos para el Emperador, a la derecha del Trono Imperial, estaba el del venerable que se le llamaba al padre de Iturbide, don José Joaquín de Iturbide y Arregui a la misma altura estaba el trono de la Emperatriz Ana María. Entre la emperatriz y el venerable quedarían los Príncipes Imperiales, es decir los hijos de Iturbide, nueve fueron los hijos; Agustín, Sabina, Juana, Josefa, Ángel, Jesús, Salvador, Felipe y Dolores. Atrás del emperador estarían de pie dos generales; sus edecanes y tras ellos las damas de la Emperatriz y toda la servidumbre del palacio. Frente al trono imperial se levantó un tablado con sillas para los diputados del congreso, su presidente el poblano don Rafael Mangino y Mendivil. Sería el encargado de poner la corona en la cabeza del Emperador. Allá vienen a las 8 de la mañana en punto de aquel 21 de julio de 1822, que desfile lucidísimo fue aquel, don Agustín a sus 38 años y doña Ana, agostada por la maternidad y por los sufrimientos parecía una severa matrona al lado de Iturbide, para colmo, bien sabia la pobre que en un sitio privilegiado estaría aquella doña María Ignacia Rodríguez de Velazco y Osorio, la aborrecida güera Rodríguez, por quien decían las malas lenguas, su marido había desviado el desfile triunfal del ejército de las Tres Garantías a la ciudad de México a fin de pasar bajo el balcón de la hermosa mujer. Ella de 44 años sentía celos de su apostura, las cosas de los hombres sin embargo, no se detienen por sentimientos de mujeres. El desfile continuo hasta Catedral. Ya en el recinto de la ceremonia. El congreso formado en gran parte por Liberales, Jacobinos acordó que Iturbide recibiría la Corona del Estado. No sería, pues, el arzobispo quien coronaria a Iturbide, si no el diputado presidente. Comenzaban así a gestarse en México las pugnas entre las dos potestades; La religiosa y la civil. Vivat Imperator In Aeternum.. Viva para siempre el emperador. Nueve meses duro el Imperio Mexicano, cayo con el Plan llamado Casa-Mata, promovido nada más ni nada menos que por Antonio López de Santa Anna, quien antes de promover este Plan le hizo la lucha de pertenecer a la Corte Imperial, al cortejar a la hermana de Iturbide una solterita de 60 años, el emperador dejaría el poder el 11 de mayo de 1823, partiendo hacia Liorna Italia…
Nació Morelia el 27 de septiembre de 1783. Militar y político mexicano, emperador de México con el nombre de Agustín I (1822-1823).
Nació en Valladolid (Michoacán). Combatió inicialmente a los insurgentes pues no concordaba con el modo desordenado de buscar la Independencia.
Participó en la conspiración denominada de la Profesa para oponerse a la implantación de la Constitución de 1812 en México, después del éxito alcanzado por el pronunciamiento liberal de Rafael del Riego en España. Ese mismo año, el virrey le nombró comandante general del sur, con la misión de buscar un acercamiento a Vicente Guerrero que mantenía la insurgencia (insurrección) en aquellos territorios.
Participo en la cuarta etapa de la Independencia. Entre 1810 y 1816 combatió contra los patriotas Miguel Hidalgo, José María Morelos e Ignacio López Rayón. En 1817 se instaló en Ciudad de México, donde permaneció algunos años inactivo. En 1820, Iturbide fue convocado por el virrey Apodaca para combatir a Vicente Guerrero. Pero en febrero de 1821 se produjo el Abrazo de Acatempan donde Iturbide y Guerrero firmaron el Plan de Iguala (24-02-1821). Aquí acordaron buscar la independencia de México para implementar una monarquía constitucional y defender la religión católica. Luego firmó los Tratados de Córdoba con Juan O'Donojú, donde se proclamó el nacimiento del Imperio Mexicano.
27 DE SEPTIEMBRE DE 1821: ITURBIDE CONSUMA LA INDEPENDENCIA
Con el apoyo de los obispos de Guadalajara y Puebla, de los comerciantes españoles y de los criollos opuestos al liberalismo, logró equipar un ejército numeroso y llega a un acuerdo con Guerrero. El 24 de febrero de 1821 en la población de Iguala, publicó un programa político que pasó a denominarse el PLAN DE IGUALA (de las Tres Garantías o trigarante), en el que proclamaba sus objetivos: religión (católica), independencia (de España) y unión (de todos los mexicanos).
En agosto de ese mismo año firmó con el virrey
O´Donoju, recién llegado a Nueva España, el Tratado de Córdoba y el 27 de
septiembre de 1821 entró en la capital, tras la evacuación de las tropas
españolas, CONSUMANDO DE ESTE MODO -SIN DERRAMAMIENTO DE SANGRE- LA INDEPENDENCIA DE
MEXICO. Al día siguiente una Junta de Gobierno provisional, presidida por
Iturbide, y en la que también figuraba ODonojú, proclamó oficialmente esa
Independencia de México con respecto a España. Don Agustín de Iturbide FUE EL
CREADOR DE LA BANDERA
TRICOLOR MEXICANA (verde, blanca y roja) que significaban las
tres garantías arriba explicadas.
Con agustín de Iturbide se instauro el primer imperio mexicano
En mayo de 1822, Iturbide fue proclamado Emperador de México con el nombre de Agustín I. Pero en diciembre se le sublevaron Antonio López de Santa Anna y Guadalupe Victoria. En marzo de 1823, Iturbide renunció y marchó al exilio en Europa, pero al año siguiente regresó a México. Desembarcó en Tamaulipas, pero sus enemigos lo capturaron y fusilaron en Padilla el 19 de julio de 1824.
Agustín Cosme Damián de Iturbide y Aramburu es conducido al patíbulo, lo van a fusilar, de nada le sirvió ser quien consumó la independencia de este país, ya había tenido que salir exiliado de él, pero ahora que la independencia estaba en peligro, regresaba a luchar de nuevo por su tierra sagrada.
Se le proclamó emperador con el nombre de Agustín I. Tuvo que abdicar el 19 de marzo de 1823. En abril fue abolido el Imperio y en mayo salió Iturbide del país rumbo a Europa. Tras una corta estancia en Liorna (Italia), se instaló en Londres y el 13 de febrero de 1824 envió una Exposición al Congreso mexicano, anunciando su intención de regresar al país. Cuando desembarcó en Soto la Marina (Tamaulipas), el 18 de julio siguiente, fue hecho prisionero, y acabó fusilado en Padilla un día después. Asesinaban, así, al libertador de México.
"Mexicanos: en el acto mismo de mi muerte os recomiendo el amor a la patria y observancia de nuestra santa religión, ella es quien os ha de conducir a la gloria. Muero por haber venido a ayudaros y muero gustoso porque muero entre vosotros. Muero con honor, no como traidor: no quedará a mis hijos y su posteridad esta mancha; no soy traidor, no. Guardad subordinación y prestad obediencia a vuestros jefes, que haciendo lo que ellos os mandan cumpliréis con Dios; no digo esto lleno de vanidad porque estoy muy distante de tenerla"
Estas eran las palabras que Agustín de Iturbide dijo antes de rezar en voz alta y besar un crucifijo, para luego ser fusilado (19/jul/1824), en Padilla, Tamaulipas.
Su voz se escucha clara, sin titubeos que denoten un llanto ahogado en la garganta. Así valiente, sin que su cuerpo tiemble de miedo recibe la descarga que le arranca la vida.
La vida de Agustín de Iturbide refleja como pocas los vaivenes del proceso que condujo a la emancipación de México. En 1810 condenó la temprana insurrección independentista del cura Hidalgo, y desde el bando realista combatió y derrotó a sus seguidores. En 1821 se unió al bando independentista: acordó con Guerrero el Plan de Iguala y, tras la rápida victoria de su Ejército Trigarante, puso fin a tres siglos de dominación española. Proclamado emperador con el nombre de Agustín I con gran júbilo de la población, en 1823 se vio obligado a abdicar y al año siguiente fue fusilado por los republicanos.
La Independencia de México inició el 16 de septiembre de 1810, cuando la madrugada de aquel día Miguel Hidalgo y Costilla realizó el “Grito de Dolores”, un llamado a los mexicanos para luchar por su independencia. La guerra se peleó por 11 años consecutivos, durante cada una de sus etapas fueron asesinados muchos personajes relevantes en la historia de México; mujeres y hombres que aportaron a la lucha. Pero no fue hasta el 27 de septiembre de 1821 que Agustín de Iturbide firmó el Acta de Independencia de México, poniendo fin al dominio español. Con la entrada triunfal del Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, a una jubilosa Ciudad de México.
Siendo el consumador de la Independencia mexicana, el gobierno liberal emanado de la Revolución Mexicana del siglo pasado, lo borró prácticamente de la historia nacional oficial y le escamoteó su titulo de LIBERTADOR, atribuyéndoselo fraudulentamente a Vicente Guerrero. El principal motivo del odio contra Iturbide fue su catolicismo y su antiliberalismo. Para Iturbide, el catolicismo era la ÚNICA RELIGIÓN OFICIAL para México.
ESTROFAS DEL HIMNO NACIONAL MEXICANO QUE HACÍAN REFERENCIA AGUSTÍN TURBIDE
(La estrofa séptima hace referencia a don Agustín de Iturbide, libertador de México y la novena recuerda que la bandera que nos legó fue ideada en la ciudad de Iguala, naturalmente fueron eliminadas -por el régimen liberal- de la actual versión oficial).
Coro
Mexicanos al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón.
Y retiemble en sus centros la tierra,
al sonoro rugir del cañón.
Estrofa I
Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el Cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
Estrofa II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo tu frente,
volverán inmortales a ornar.
Estrofa III
Como al golpe del rayo la encina,
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.
Ya no más, de tus hijos la sangre,
se derrame en contienda de hermanos;
sólo encuentre el acero en sus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
Estrofa IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
te defiende la espada terrible,
y sostiene su brazo invencible,
tu sagrado pendón tricolor.
.
Él será del feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo,
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
Estrofa V
Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la Patria
manchar los blasones,
Guerra, guerra, los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
Guerra, guerra. En el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen,
y los ecos sonoros resuenen
con la voces de ¡Unión! ¡Libertad!
Estrofa VI
Antes, Patria, que inermes tu hijos,
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
De mil héroes la Patria
aquí fue.
Estrofa VII
Si a la lid contra hueste enemiga,
nos convoca la trompa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera,
mexicanos, valientes seguid.
Y a los fieles bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra;
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del Bravo Adalid.
Estrofa VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares,
el guerrero a cantar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
Tornaránse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas,
también sabe a los bravos premiar.
Estrofa IX
Y el que al golpe de ardiente metralla,
de la Patria
en las aras sucumba,
obtendrá en recompensa una tumba
donde brille, de gloria, la luz.
Y de Iguala la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa una cruz.
Estrofa X
¡Patria, Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín, con su bélico acento,
los convoca a lidiar con valor.
.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!
Letra de Francisco González Bocanegra
Música de Jaime Nunó
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