ÉTICA
Y POLÍTICA
Vamos
a tratar un tema muy controvertido pero muy necesario el tema de la “Ética Política”
que los políticos de hoy ni la conocen, ni saben que es so, muchos ni siquiera
fueron a la facultad, algunos otros son lideres natos, pero carecen de una
formación académica algunas teorías sobre la concepción del Estado, ya son teorías del pasado, para algunos tecnócratas
estupidos y corruptos que han prostituido la política, a tal grado que la política
ya no es el arte de servir, se la a definido como la lucha por el poder.
Pero
primero comenzaremos por definir algunos conceptos según el diccionario como
por ejemplo que es ÉTICA.
ETICA: Disciplina filosófica que estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y
el comportamiento humano.
"Aristóteles fue
el fundador de la ética; don Joaquín fue catedrático de psicología, lógica y
ética"
Conjunto de costumbres
y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad.
MORAL: Disciplina
filosófica que estudia el comportamiento humano en cuanto al bien y el mal. "profesor
de moral"
Conjunto de costumbres
y normas que se consideran buenas para dirigir o juzgar el comportamiento de
las personas en una comunidad.
Política: Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades
humanas, especialmente de los estados.
Actividad de los que
gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un
país.
Conjunto de los
procedimientos y medidas que se adoptan para dirigir los asuntos que afectan a
la sociedad o tienen relación con ella.
El hombre es un ser libre, con
capacidad de autodeterminación, es decir, capaz de obrar luego de una libre
elección. Esta elección se lleva a cabo como resultado de un conocimiento que
define el carácter de una conducta, ya que está vinculado con una conciencia
moral que aprueba o desaprueba un determinado acto.
Tanto la moral, como el derecho y
los usos sociales, forman parte de un todo mayor: la ética. Hablar de ética es
hablar del bien y del mal. La ética no es una abstracción, es el otro. Cada
acto está obrando directa o indirectamente sobre una vida: “Nunca se roba algo,
se le roba a alguien”.
La moral hace referencia a aquellas
pautas interiorizadas por el individuo quien se las autoimpone no como
obligación sino como necesidad, por el simple hecho de provenir o formar parte
de “lo bueno”.
El derecho es el conjunto de normas
emanadas por un órgano competente. Las
mismas constituyen una prescripción, o sea la imposición de la voluntad
de la autoridad normativa sobre la voluntad del sujeto o destinatario.
Los usos sociales recogen
comportamientos deseables y aprobados por una comunidad, es decir costumbres
sociales. Son normas consuetudinarias.
El hombre, por naturaleza tiene la
capacidad de perfeccionarse y de superarse día a día, por lo que tiende a
alcanzar la plenitud. Para llegar a tan preciada meta como lo es la plenitud,
es necesario vivir en sociedad; el ser humano necesita de los demás para
construir un mundo o ambiente propicio en el cual alcanzar la plenitud, causa
esencial de la felicidad.
Es por ello que el hombre necesita
de la sociedad política, pues nada es pleno si no se comparte, confronta y
comunica a los demás, ya que el bien es expansivo, comunicativo: “De nada sirve
la sabiduría si no se la comunica mediante la educación”.
El hombre se reúne en sociedad para
el logro de un bien común a todos. El bien común no es el bien individual, no
es la suma de la porción de felicidad de cada individuo integrante de una
comunidad, pero tampoco es un bien que nada deba a las partes. Es la
integración sociológica de todo lo que hay de virtud y riqueza en las vidas
individuales, y que tiende a perfeccionar la vida y la libertad de persona de
cada ser. No es utilidad solamente, sino fin bueno es sí mismo, sujeto a la
justicia y a la bondad. Es el fin último de la vida social.
La política es la ciencia social y
práctica cuyo objeto es la búsqueda del bien común de los integrantes de una
comunidad. El bien común no es sólo la tarea del poder político sino también
razón de ser de la autoridad política.
Por lo tanto, es el bien común el
principio y fin ético de la política. Será bueno todo aquello que beneficie,
tienda, acreciente o promueva el bien común. Será malo todo aquello que tienda
a perjudicarlo, disuadirlo, disminuirlo, etc.
Es deber de todo estado democrático
promover el bien general. El preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina
establece:
“Con el objeto de constituir la
unión, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa
común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad,
para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que
quieran habitar en el suelo argentino”.
El bienestar general se logra por
medio de una auténtica justicia social cuya finalidad es obtener una más justa
distribución de la riqueza entre todos los grupos sociales. Hace falta la
presencia de un estado capaz de generar este equilibrio. Un estado que no
elimine la responsabilidad de las personas, de las comunidades y de las
organizaciones intermedias. Un estado que no convierta en dependientes a los
ciudadanos y en pupilas a las comunidades y organizaciones intermedias. Un
estado que no les quite sus obligaciones. Esa orientación de la intervención
estatal ha sido nefasta para la sociedad civil, la ha hecho débil. Pero tampoco
sirve un estado ausente, que deje la suerte de sus habitantes al juego de la
oferta y demanda. Ni un estado indiferente a los problemas sociales. El estado
debe intervenir para asegurar el mínimo de bienestar para todos. Sin
demagogias.(1)
En resumen, la naturaleza de un
estado o de la sociedad política, es la búsqueda del bien común. El estado se
desnaturaliza, es decir pierde su esencia, cuando se corrompe. Corromper, entre
otras acepciones posibles, es alterar la forma de alguna cosa; así el estado
corrupto ya no tiende al bien común sino que se desvirtúa transformándose al
provecho de unos pocos.
Según Aristóteles, definiendo las
formas de gobierno, hay monarquía, aristocracia o democracia cuando el rey, una
minoría o una mayoría gobiernan para el conjunto. Estas serían las formas
naturales. En cambio hay tiranía, oligarquía o demagogia cuando un tirano, una
minoría o una mayoría gobiernan para sí mismos. Estas serían las formas
desnaturalizadas.
Los factores que conducen a la
desnaturalización del estado, a su proceder éticamente negativo, inmoral,
ilegítimo e ilegal son principalmente:
a) el economicismo, b) la tentación del poder absoluto y c) la pérdida de un orden político.
a) Este tipo de corrupción se da siempre que el
dinero ocupa un lugar preferencial en la escala de valores de una
sociedad. Y lo cierto es que así parecen
estar hoy las cosas en la mayoría de los países. Lo común es que un funcionario
viole sus deberes de lealtad al pueblo por alguna condición económica, es
decir, porque hay dinero de por medio.
Max
Weber distinguió entre los políticos que viven para la política y los que
viven de la política. En el último caso, la ambición política deja de valer
por sí misma y se rebaja al nivel de un valor instrumental al servicio del
enriquecimiento.
A
fines del siglo XIX, Leandro Alem sostenía: “... el interés material será para
un pueblo de mercaderes, no para el nuestro...”, “...no conviene materializar
las sociedades, aflojando los resortes morales de su espíritu...”, “... Se nos
quiere halagar con las promesas de engrandecimiento material. Yo prefiero,
porque lo considero más digno de una sociedad como de un individuo, vivir con
menos lujo y con menos pompa, siempre que me dirija yo mismo. Prefiero una vida
modesta, autónoma, a una vida esplendorosa sometida a tutelaje...”.
b) Todo poder tiende a corromper; el poder
absoluto corrompe absolutamente. Alguien que carece de una sensibilidad moral
excepcional, y que no es sino una persona ordinaria, común y corriente, puede
sucumbir frente a la tentación
extraordinaria que surge de las inmensas posibilidades del poder, a menos que
se la limite y se la controle. Expresaría Elpidio González: “... El
radicalismo es una fuerza principista. Para la Unión Cívica Radical
los gobiernos son medios de servir al país y no fines...”.
c) Bajo cualquier sistema político existe un
orden político natural al cual la acción política debe sujetarse en aras de la
estabilidad y el bienestar de la nación. El orden político es la única
posibilidad de trabajar por el bien común. Su contraparte, el desorden
político, implica el desquicio general de las funciones sociales, de modo que
nadie trabaja en lo que le compete. Diría Dante: “Siempre la confusión de la
persona es principio del mal de la ciudad”.
Podemos, lógicamente, reducir los tres factores de desnaturalización del
estado, anteriormente mencionados, a un solo eje fundamental: la conducta.
Según el diccionario de la lengua española, conducta, entre otras acepciones, es la manera con que los hombres gobiernan su
vida y rigen sus acciones. Como ya sabemos, el hombre es un ser libre, capaz de
autodeterminarse y que actúa según una elección. También dijimos que la ética
esta compuesta por la moral, el derecho y los convencionalismos sociales.
Por lo tanto una conducta será éticamente positiva
siempre que el hombre encamine su vida conforme a las costumbres sociales y
normas jurídicas vigentes, y cuyos principios morales, que por naturaleza
indican qué es lo bueno, no queden sólo en el campo de la abstracción o el
conocimiento, sino que los concrete mediante su observancia. En resumen, será
una conducta acorde a la ética aquella conducta virtuosa. La virtud es la
disposición constante del alma a conducirse de acuerdo al bien y a evitar
rigurosamente el mal. Las virtudes que hacen ética a una conducta, y que son
además indispensables en un estado democrático, son las siguientes:
Austeridad: consiste en
llevar una vida modesta y de probada honradez.
Veracidad: virtud que nos
conduce siempre a manifestar lo que creemos o pensamos.
Lealtad: nos obliga a ser
fieles y rigurosos en el cumplimiento de los compromisos y obligaciones, en la
correspondencia de afectos, etc.
Tolerancia: respeto y
consideración de las opiniones ajenas. No es aprobar el error, sino
simplemente, la capacidad de convivir con lo diferente.
Espíritu de Trabajo:
Inclinación a realizar con entusiasmo y eficacia los labores que se emprenden.
Perseverancia:
firmeza en los propósitos o en la prosecución de algo que se ha comenzado.
Caridad o Fraternidad:
consiste en considerar a nuestros semejantes como hermanos. Es el amor al otro
que se manifiesta mediante acciones de beneficencia y benevolencia.
Patriotismo: vínculo
espiritual que nos une a la patria incondicionalmente. Se manifiesta sirviendo con amor y abnegación, alentando
los ideales de la nación, reverenciando sus glorias, amando su tradición y
respetando sus símbolos.
Abnegación: es un sentimiento
que nos mueve a dejar de lado nuestros propios afectos o intereses en servicio
de la patria, para el bien de la comunidad en general, para el bien del otro.
Es
fácilmente entendible entonces que los tres factores de desnaturalización del
estado tienen su semilla o su fundamento en una conducta éticamente negativa:
en el materialismo, en la mentira, la deslealtad, la intolerancia, el egoísmo,
en la carencia de patriotismo, etc.
Válida
es la ocasión de mencionar, sin entrar en detalles, lo que la Unión Cívica Radical
mantiene doctrinalmente como filosofía de conducta. El radicalismo cree que
el fin no justifica los medios, y que los altos fines sólo se alcanzan cuando
los medios son adecuados a su altura. Colócanse así los medios en el plano del
deber constante e inmediato, y surge la filosofía realmente creadora de
conducta, que es unidad e interacción entre el esfuerzo moral-personal y el
político o social que lo incluye. Esta filosofía radical de la conducta es
la única que podrá reintegrar al hombre-espíritu y salvar a la
humanidad del posible desastre de los siglos.
Krause,
filósofo de gran influencia sobre la doctrina
radical, sostenía que la ley moral lleva implícita la libertad y el
orden, siendo su máxima de conducta más difundida: “Haz el bien por el bien
mismo”.
Plenitud,
es una totalidad, integridad. Observaremos entonces como esta filosofía
es el camino para alcanzar la plenitud del hombre, quien vive en sociedad para
alcanzarla, configurándola al nivel de un bien común, principio y fin de la
existencia de la política.
La historia de nuestro país muestra como,
buscando lo mejor para la concreción de un mejor estilo de vida al servicio de
la consecución del bienestar común, se han obtenido, en un proceso que comienza
el siglo pasado y que aún no termina, la emancipación y la independencia, la
democracia y la libertad. Pero aún no hemos concluido, la igualdad y el federalismo verdadero son
tareas pendientes.
Nuestro
partido se fundamentó sobre dos grandes bases. Una es considerar la política
como una concepción ética de la vida. La otra afirmar el federalismo como la
forma institucional de la vida autónoma argentina, de la libertad ciudadana y
de la soberanía de la nación. Nuestras
luchas anteriores a veces nos han hecho suponer que somos el partido de la
libertad y nada más, si así fuera ya hubiéramos agotado nuestra razón de
existir... tenemos libertad en la
Argentina, pero falta tanto, ...queremos concretar al mismo
tiempo la libertad y la igualdad.
Para
concluir, me parece oportuno destacar
que la pérdida del camino ético de la política, no es más que el reflejo de una
sociedad que también lo ha perdido. Al fin y al cabo, los hombres de la
política, forman parte de la sociedad a la cual representan y dirigen.
Es
increíble cómo la indiferencia individualista ha llegado a atrofiar nuestros
más profundos sentimientos, cómo nos ha llevado el egocentrismo a disimular y a
enceguecernos frente a aquellas personas que necesitan y suplican de una mano
que las ayude, que les sirva de guía. Es tal la ausencia de solidaridad que se
presenta, que hemos llegado al extremo de la extranjería total, mientras,
hermanos nuestros mueren frente a nuestros ojos.
Es
imposible pensar que en sociedades corruptas y desnaturalizadas, que no saben
de donde vienen ni adonde van, que han olvidado su pasado y no tienen visión de
futuro, en donde la hermandad es una palabra cada día más en desuso ya que cada
cual busca sobreponerse al prójimo en vez de mancomunadamente buscar lo mejor
para todos, pueda surgir una minoría dirigente inmune a tal peligrosa
enfermedad como lo es la corrupción, la extranjería y lo peor de todo, la
indiferencia. |
Linea tricolor
Frente Comun Ciudadano
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martes, 3 de diciembre de 2019
ÉTICA POLÍTICA
lunes, 2 de diciembre de 2019
Biografía de; José Vasconcelos (1882-1959)
//Biografías//Nacional//Educación//
José Vasconcelos (1882-1959)
Filósofo, educador y político mexicano. Nacido en
Oaxaca, “tuvo una gran influencia en los ambientes intelectuales mexicanos”(1).
Discípulo de Justo Sierra, formó parte del Ateneo de la Juventud, que en torno a
1910 se enfrentó al positivismo y “al dictador”(2) Porfirio Díaz, impulsando
una corriente crítica y de renovación ideológica y política. Con Alfonso Reyes,
Antonio Caso y otros, trascendió el positivismo en la búsqueda de otros órdenes
autónomos de la vida natural, el arte de lo humano y la región del espíritu. En
su Estética (2ª edición 1945),
“explicaba la evolución del Universo y la reestructuración de su sustancia
cósmica”(3), en los órdenes físico, biológico y humano. Comprometido con el
movimiento revolucionario, apoyó a Francisco Ignacio Madero en el Partido
Antirreeleccionista y más tarde a los presidentes Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. Fue rector de la Universidad Nacional, “a la que convirtió en
institución revolucionaria”(4). Los estudiantes, “convertidos en maestros
honorarios”(5), llenaban las calles de las ciudades, enseñando a leer y
escribir.
El presidente Obregón le nombró en 1921 secretario
(ministro) de Educación y durante tres años, hasta su enfrentamiento con él y
su exilio en Estados Unidos, llevó a cabo 'una verdadera cruzada nacional' en
favor de la educación popular. Impulsó al mismo tiempo: la educación indígena,
la rural, la técnica y la urbana; creó redes de bibliotecas, misiones
culturales, escuelas normales y Casas de Pueblo, que convirtió en centros
educativos básicos. Fomentó la lectura, editó colecciones de libros de los
autores clásicos, apoyó la obra de los primeros muralistas y construyó el
Estadio Nacional como lugar de espectáculos populares. En 1925 publicó La raza cósmica, que quizá sea su obra
más conocida, donde expone algunas de sus reflexiones sobre el indigenismo, a
las que dotaría a partir de 1930 de una orientación política conservadora.
Regresó a México en 1929 y se presentó como
candidato a la presidencia de la República. Pese al apoyo que recibió por parte de
los opositores al dominio político de Plutarco Elías Calles, fracasó en su
intento y volvió a su retiro personal. Su obra filosófica se caracteriza por
una reivindicación del valor de la intuición emotiva, que opone a toda forma de
intelectualismo y a la que sitúa en la base de su sistema metafísico (Tratado de metafísica, 1929).
Vasconcelos pensaba que su sistema era un monismo fundamentado en la estética y
otorgaba una gran importancia al ritmo y a una peculiar interpretación de las
categorías matemáticas. El conjunto de su filosofía presenta una notable
influencia de Pitágoras y de Plotino.
En sus obras posteriores, como las de memorias: Ulises Criollo (1935), La tormenta (1936) o El desastre (1938), y en Breve historia de México (1937) mantuvo
una postura de enfrentamiento al oficialismo, reclamando la vuelta a los
valores revolucionarios iniciales, la revisión de la historia nacional, el
apoyo al mestizaje indio-español y la conciliación de las ideas de libertad y orden,
en la búsqueda de un México nuevo.
Don José Vasconcelos
Calderón, nació en el Estado de Oaxaca el 28 de febrero de 1882. Hizo estudios
de derecho en la
Universidad Nacional obteniendo el titulo de abogado. En 1908
se unió al movimiento revolucionario de Francisco I. Madero, (1) opuesto a la
dictadura del general Porfirio Díaz.
Al triunfo de la revolución mexicana fue nombrado Rector de la Universidad Nacional en 1920. Poco después ocupó el cargo de Secretario de Educación del Gobierno Federal, desde donde emprendió una basta reforma del Sistema Educativo Nacional y le dio un fuerte impulso a la cultura nacional rescatando sus valores populares y sociales.
Después de 1924 paso a la oposición y presento su candidatura primero a la gubernatura del Estado de Oaxaca y más tarde a la presidencia de la República. En ambos procesos se vio afectado por prácticas antidemocráticas (2).
Al triunfo de la revolución mexicana fue nombrado Rector de la Universidad Nacional en 1920. Poco después ocupó el cargo de Secretario de Educación del Gobierno Federal, desde donde emprendió una basta reforma del Sistema Educativo Nacional y le dio un fuerte impulso a la cultura nacional rescatando sus valores populares y sociales.
Después de 1924 paso a la oposición y presento su candidatura primero a la gubernatura del Estado de Oaxaca y más tarde a la presidencia de la República. En ambos procesos se vio afectado por prácticas antidemocráticas (2).
Un
escritor prolífico en la primera parte de su vida cultivó el ensayo histórico y
filosófico. Después de las elecciones presidenciales de 1929, redactó y publicó
cuatro libros que son su crónica autobiográfica: "Ulises Criollo",
"La tormenta", "El Proconsulado" y "La Flama". Estuvó
desterrado de México y regresó en 1940 para ser Director de la Biblioteca Nacional.
Antes de morir en la ciudad de México el 30 de junio de 1959, público sus
últimas obras: "Lógica Orgánica" y "Todología". Don José
Vasconcelos es, sin duda alguna, uno de los intelectuales más importantes de
México.
Agente
del ministerio público en Durango en 1905, cinco años después se unió al
Partido Antirreleccionista y maderismo. El 10 de octubre de 1921, fue nombrado
secretario de Educación Pública por el entonces Presidente de la República, Álvaro Obregón.
Siendo fundador de dicha dependencia, posteriormente ocupó cargos como director
de la Biblioteca
Nacional, Director Honoris Causa de la Universidad Nacional
–“de cuyo lema en el escudo: Por mi raza hablará el espíritu, es autor”(7)- de
las de Puerto Rico, Chile, El Salvador y Guatemala; fue miembro de diversas
sociedades científicas y culturales, extranjeras y del país. Como pensador y
escritor abarcó distintas ramas: la filosofía, la sociología, el ensayo, la
historia y la autobiografía, entre otras.
De sus obras, destacan: La intelectualidad mexicana, Quetzalcóatl, Tratado de
metafísica, La raza cósmica, El monismo estético, Hernán Cortés, creador de la
nacionalidad, Estudios indostánicos, El proconsulado (5 ediciones), La tormenta
(9 ediciones), El desastre (7 ediciones).
Ocupó también puestos de marcada importancia como embajador especial de México
ante diversos países de América del Sur.
Falleció el 30 de junio de 1959 en la
Ciudad de México.
El
artículo 3° de la Carta Magna de 1917 introdujo una nueva relación entre el estado y
la educación. En 1921, a
instancias de algunos diputados, se suprimió la Secretaría de
Instrucción Pública y Bellas Artes con el fin de proporcionar a la educación un
alcance federal. Con tal propósito nació la Secretaría de Educación
Pública.
Cuatro
años antes el rector de la Universidad Nacional, José Vasconcelos, elaboró
un programa de educación de los distintos niveles, organizó sus departamentos y
definió la acción a seguir por la
SEP en cuanto comenzara a funcionar. En octubre de 1921 fue
nombrado titular de la SEP.
Vasconcelos
concibió la educación como una labor misionera que debía llevarse por todos los
rumbos del país y dirigirse a todos los sectores sociales, para inculcar un
fuerte espíritu nacionalista.
Vasconcelos
resumió la función de la SEP
como un servicio público para “salvar a los niños, educar a los jóvenes,
redimir a los indios, ilustrar a todos y difundir una cultura generosa y
enaltecedora”(8).
Se
fundaron escuelas rurales e indígenas en todas las regiones del país. Se
destinaron presupuestos para mantener las escuelas primarias, secundarias,
industriales, agrícolas y profesionales. Se efectuaron intensas campañas de
alfabetización y de formación de maestros y técnicos. Se habilitaron edificios
decorados por artistas vinculados con este esfuerzo nacionalista. Entre ellos
José Clemente Orozco, Diego Rivera y Jean Charlot en la pintura. En escultura,
Ignacio Asúnsolo. La
Orquesta Sinfónica Nacional revivió con la dirección de
Julián Carrillo.
El
secretario de Educación decía que “si un pueblo no tiene qué leer, más vale
dejarlo analfabeta”. Logró que los talleres Gráficos de la Nación pasaran a la SEP, que a sólo dos años de
gestión creó 671 bibliotecas bien documentadas.
En
definitiva, el impulso federal educativo se tradujo en la creación de nuevas
escuelas, tanto urbanas como rurales, la multiplicación de instituciones
técnicas y agrícolas, y el aumento del número de maestros. Todo ello producto
del convencimiento de la íntima vinculación entre escuela y Estado, éste último,
representante de la sociedad y orientador de la acción educativa.
“EL
NACIMIENTO DE UN SISTEMA EDUCATIVO DE MASAS”
En 1921 se fundo la Secretaria de Educación
Publica (SEP) mediante un decreto firmado por el presidente Álvaro
Obregón; José Vasconcelos fue designado para dirigir esta institución,
la cual promovió la creación de un sistema educativo de masas con el fin de extender los servicios
educativos en todo el territorio nacional. Destaca, sobre todo, él empreño de
Vasconcelos de alfabetizar a los habitantes de
las comunidades rurales.
Vasconcelos dio gran impulso a la educación; fomento
la introducción de las actividades artísticas en las escuelas, ordeno la publicación de muchas obras clásicas que circularon ampliamente en las escuelas y
bibliotecas del país, alentó la publicación de revistas pedagógicas. Durante su gestión como Secretario de
Educación Publica se expidieron las “Bases para la Organización de la
escuela Primaria”.
En 1921, se destino
al ramo educativo la cantidad de $ 12
966, la cual representaba el 4.90% del presupuesto del gobierno federal, y en 1940 la cifra
ascendió a $ 73 800, lo que equivalía al 16.44% de dicho presupuesto. El
presidente Lázaro Cárdenas elevo él numero de escuelas primarias a 16,545 a las que asistían 1.8 millones de alumnos.
Conclusiones.
Vasconcelos nos enseño los grandes atributos en la educación lo que logró el señor José
Vasconcelos en el aspecto educativo; dando educación a miles de niños con pocos
recursos y lo pensó muy bien ya que desde ese entonces observó el gran problema
económico y el atraso cultural que existía en México en donde la gente que era
rica se volvió más rica y la pobre cada vez iba en más decadencia.
Le
preocupó tanto la educación de los mexicanos, para que ya no existiera la
explotación del hombre por el hombre. Tanto así que logra crear la estructura
interna de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) preocupándole
a su vez la situación educativa del mexicano a nivel superior.
Citas bibliográficas
(1) Casasola Gustavo,
“Historia Gráfica de la
Revolución Mexicana”, Ed. Trillas, pág 36.
(2)
Casasola Gustavo, “Historia Gráfica de la Revolución Mexicana”,
Ed. Trillas, pág 40.
(3)
González Gomes Francisco, “Historia de México II”, Ed. Quinto Sol, pág. 180.
(4)
González Gomes Francisco, “Historia de México II”, Ed. Quinto Sol, pág. 184.
(5)
Rodríguez Palacios Mario, “México en la Historia”, Ed. Trillas, pág 320.
(6)
Rodríguez Palacios Mario, “México en la Historia”, Ed. Trillas, pág 330.
(7)
Martínez Bolaños Raúl, “Historia III Nuestro Pasado”, Ed. Kapellus, pág 228.
(8)
Martínez Bolaños Raúl, “Historia III Nuestro Pasado”, Ed. Kapellus, pág 234.
Bibliografía
- CASASOLA Gustavo,
“Historia Gráfica de la
Revolución Mexicana”, Ed. Trillas, pág 528.
-
GONZÁLEZ Gomes Francisco, “Historia de México II”, Ed. Quinto Sol, pág. 400.
-
COSÍO, Villegas, Daniel, “Historia general de México” Tomo I y II, Ed. Colmes,
3ª ed, México 1981.
-
RODRÍGUEZ Palacios Mario, “México en la Historia”, Ed. Trillas, pág 600.


viernes, 29 de noviembre de 2019
Memín Pinguín el negrito pícaro de Historieta
Es un personaje de historietas creado por ella en 1945, cuando se publicó por primera vez en la revista Pepín. Un inocente niño negrito dicharachero y muy gracioso que hace reír con su miles de ocurrencias y aventuras.
Por; Jesús Hoyos Hernández//Biografías//Crónicas//
Memín Pinguín el negrito pícaro de Historieta
Memín Pinguín fue un personaje de
historieta de ficción, la creadora de tan celebre personaje fue la escritora Yolanda Vargas Dulché, Memín Pinguín.
El personaje era un negrito pícaro, con infinidad de travesuras y aventuras, el
buen humor de este chiquillo, fascinaba a cualquiera, era travieso pícaro y de
un buen corazón, realmente a pesar de su travesuras inculcaba a los niños
valores enseñanzas, y por supuesto risa para un publico infantil desde 1943,
cuando este apareció.
Lógicamente
el negrito de las historietas que fascinaba a chicos y grandes de
aproximadamente doce años de edad, tenía
su pandilla de muchachos de su edad, Carlos, Ernesto, Ricardo, que hacían el cómic
perfecto y por su puesto su madre de nombre Doña Eufrosina una negrita muy
gordita que se ganaba la vida lavando ropa ajena para poder sobrevivir y poder
darle educación a su hijo, como todos los niños era flojo de cabeza dura pero
siempre agradecía el esfuerzo que hacia su má linda como el le llamaba. Su mama
sabía educar a su hijo con carácter, pero también como buena madre le daba amor
ternura y comprensión y sus castigos cuando este se portaba mal, un reflejo de los padres del siglo pasado.
Su autora Yolanda Vargas Dulché, formo un grupo
musical junto con su hermana, viajo a Cuba, donde al parecer, se le vino la tan
grandiosa idea del personaje de este negrito dicharachero. Este inocente
pequeño fue la concepción de los niños de Cuba, y el nombre de su novio
posteriormente fue su esposo, su gran pareja y esposo Guillermo de la Parra, de
quien decían era un diablillo… un pingo, de hay el termino de “Pinguín”
Por mucho tiempo los críticos de tan grandiosa sátira,
decían que su coautora inspiraba el
problema de los Afro mexicanos 2 de nuestro país, por aquellos años, ningún medio
de comunicación ni siquiera los nombraba muchos mexicanos ni siquiera sabían
que nuestra tercera raíz es precisamente
descendientes de esclavos africanos
traídos a nuestro continente, por los Españoles.
Y no es para menos este personaje de historieta fue
flanco de innumerables escándalos y noticias amarillistas por los que se dicen
no ser racistas, pero más racistas fueron los que por alguna razón
censuraron su venta en los Estados
Unidos, cuando se pretendió relanzar los números de esta historieta en homenaje
a sus creadores en el 2014.
Esto afecto un cambio de imagen en la historieta como
en su contenido, se volvió más simple y sin gracia pero no era la primera vez
que el personaje sufría ligeros cambios, pues consideraban que aquel negrito
era una burla para la raza de color.
Precisamente, el número 328 la revista dejó de tener
los dibujos de Sixto Valencia Burgos, y se le cambió por un formato de dibujos
más parecidos a los de las historietas americanas, esto fue debido a
diferencias y cuestiones editoriales que tuvo Valencia con el grupo Vid, desde
entonces no permitieron que continuara dibujando el resto de las tramas que
realizara por primera vez décadas atrás, también diversas fuentes citan que a
Valencia ya no le habían pagado por su trabajo y mas por que Sixto reclamaba los derechos del personaje.
Padrinos de Memín
Pinguín
La primera edición de Memín Pinguín, salio en 1943
bajo la dirección del dibujante Alberto
Cabrera, entonces se llamaba PEPIN, Alberto Cabrera, seria
el primer y gran dibujante de esta maravillosa obra, en 1954:
la reedición redibujada de “Almas de Niño” como Pepín cambio su nombre de ahora “Memín
Pinguín” La historia que empieza Alberto Cabrera, se
publica en capítulos diarios de 1943 hasta 1952 aproximadamente.
En 1963 aparece otro gran dibujante que le daría vida
a los números siguientes el dibujante mexicano Sixto Valencia Burgos. La
diferencia de los dibujos de Sixto es
que estos eran a color.
De 1963 a 1982 se publicó de forma in interrumpida,
superando los mil números, e empezó a publicar en tamaño carta, y en 1971, en
el numero 511 cambia de tamaño a media carta. Esta obra llego a venderse en todo Latinoamérica y algunos países de Europa.
Derechos de autor
1992: Se vuelve a lanzar de nueva cuenta, con la
salvedad de que calcan el dibujo de Sixto Valencia en las primeras páginas, ahí
empieza una larga lucha por los derechos de autor del personaje, entre Sixto
Valencia Y el entonces dueño de la Editorial, Manelick De la Parra
Con la renovación
en el formato de la revista, Sixto Valencia, entablo un litigio por los
derechos de propiedad de Memín Pinguín y el resto de personajes. Tras varios
años de juicio, el 28 de febrero del 2013 fue registrado el personaje a nombre
de Sixto.
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