Por; Jesús Hoyos Hernández//Nacional//Análisis//Política//Opinión//
Ernesto Zedillo
Ponce de León; el empleado de la oligarquía
Roberto Hernández y su
pandilla
Como
todos los ex presidentes neoliberales, traidores al pueblo y a la democracia; Ernesto
Zedillo Ponce de León no fue la acepción, fue empleado del oligarca Roberto
Hernández Ramírez, dueño actualmente de Banamex y anteriormente socio en ese
banco de Alfredo Harp Helú. La sociedad se terminó porque cuando fue
secuestrado Alfredo Harp, el señor Hernández aconsejó a la esposa y a los hijos
de Harp Helú que no pagaran el rescate porque los secuestradores seguramente ya
lo habían matado. Harp Helú convenció a sus raptores de que lo dejaran libre
para que pudiera hacer los trámites necesarios, que su familia no quería hacer,
para poder pagar su rescate. Quedó libre, pero muy dolido, Harp Helú y meses
después recibió otra dolorosa sorpresa, desde la economía de PEMEX se puso a
circular el dinero que pagó a sus secuestradores. Discretamente hizo la
denuncia en la
Procuraduría y días después recibió una advertencia de los
que lo raptaron; en el periódico La
Jornada se publicó una nota muy breve dirigida a él que decía
escuetamente: El trato fue que no indagarías, detente o paga. Alfredo Harp Helú
vendió su parte de Banamex a Roberto Hernández y se dedicó a otros negocios. Roberto
Hernández tuvo mucha influencia en los gobiernos prianistas al grado de vender
la mitad de Banamex en La Bolsa
de Valores para no pagar 2 mil millones por concepto de impuestos durante el
sexenio de Fox. La influencia, el poder, de Roberto Hernández nace de que en
las oficinas de su banco tuvo como empleados a Carlos Salinas, a Ernesto Zedillo, A Francisco Gil Díaz, a Felipe Calderón y a otros más, Roberto los
amansaba y luego los colocaba en el gobierno para que siguieran sirviéndole. De
las oficinas de Banamex pasó Zedillo al gabinete de Miguel de la Madrid a ocupar la
subsecretaría de Programación y Presupuesto como subordinado de Salinas,
después fue el titular en el sexenio de Salinas y seis años más tarde fue
colocado en la presidencia de la república.
Pero antes tuvo a su cargo un
fideicomiso llamado Ficorca (Fideicomiso para la Cobertura de Riesgos Cambiarios)
Ese fideicomiso lo creó Salinas en 1983 para pagar con los impuestos de los
mexicanos las pérdidas que causaban a los empresarios las constantes
devaluaciones de la moneda, es decir, si el gobierno devaluaba el peso, los
empresarios presentaban la factura de lo que perdieron y el Estado tomaba el
dinero de los impuestos y pagaba a los empresarios. Zedillo fue el titular de
Ficorca y rescató a cientos de empresas y a ingenios azucareros y la mecánica
era así: un ingenio se declaraba en quiebra por deficiente manejo de sus
finanzas, los empleos de miles de trabajadores estaban en peligro, el Estado
requisaba el ingenio, saneaba su economía, levantaba a la empresa y cuando
arrojaba ganancias, lo devolvía a los empresarios. Zedillo pagó 30 mil millones
de dólares a empresarios ineptos, tramposos o ladrones, por concepto de rescate
financiero usando el Ficorca. El Ficorca fue desaparecido en 1992, pero siempre
que se necesitó rescatar a empresarios se revivió y se puso en marcha en las devaluaciones
o emergencias de 1983, 1992, 2006 y 2012. En 2006, durante la pandemia de
Influenza, Calderón pidió prestado al Tesoro de los Estados Unidos 30 mil
millones de dólares usando como pretexto el Blindaje de los Grandes
Corporativos, Volviendo a Zedillo, debe agregarse, que además de crear el
fideicomiso Fobaproa, pagó a los empresarios los Tesobonos que poseían y el
método fue el siguiente: Un mes antes, los empresarios ya sabían que Zedillo
iba a devaluar al peso en diciembre, por lo tanto compraron casi todos los
Tesobonos emitidos por el gobierno y cuando pasó el asunto del error de
diciembre y el Fobaproa, los empresarios le presentaron los Tesobonos, entonces
Zedillo ordenó que se les pagaran no al precio que los compraron, sino a precios
del momento y en dólares. Zedillo fue todo un nepotista porque dio contratos de
obra pública a sus hermanos, decidió que se les condonaran impuestos y
ordenó que se cerrara el expediente de su suegro y de sus cuñados por el caso
de los hermanos Amezcua Contreras, líderes del cartel Colima. La complicidad
del suegro, de los cuñados y de la esposa de Zedillo se supo gracias a que un
juez autorizó que se intervinieran los teléfonos de los Amezcua y se grabaron
varias conversaciones entre varios criminales que hablaron de traslado de
droga, de pleitos de tierra y en el asunto de la tenencia de unas tierras
intervino directamente Nilda Patricia Velasco de Zedillo Ponce de León ordenado
que se diera la posesión de las tierras en disputa a los Amezcua. ¿Por qué la
esposa de Zedillo intervino en ese pleito de tierras? Porque uno de los que
peleaban por parte de los Amezcua era amigo de un hermano de Nilda Patricia
Velasco y le pidió ayuda, el cuñado de Zedillo solicitó el apoyo de su hermana
y la esposa de Zedillo dio la orden en nombre de Zedillo. El General Jesús
Gutiérrez Rebollo fue el encargado de las investigaciones del asunto del cartel
de Colima y presentó a Zedillo las pruebas de la implicación de su familia
política y Zedillo dio la orden de que encarcelaran a Gutiérrez Rebollo
inventando que recibía sobornos de Amado Carrillo Fuentes, el narco apodado el
Señor de los cielos. Desde prisión, el general sostuvo su inocencia y siguió
denunciando hasta su muerte a la familia de Zedillo. Los hermanos Amezcua
Contreras fueron capturados y encarcelados durante los sexenios de Fox y de
Calderón y, no obstante las denuncias y las pruebas contundentes que se
presentaron, se negaron a abrir el expediente contra la familia de Zedillo y
contra el mismo ex-presidente. Zedillo antes de irse privatizó los
Ferrocarriles de México y ofendió profundamente a los mexicanos al irse a
trabajar en la compañía extranjera a la que le entregó parte de los
ferrocarriles. El señor Roberto Hernández dejó de ser todopoderoso cuando
Andrés Manuel López Obrador fue elegido Presidente de México por El
Pueblo.
Es
el que está atrás de las inversiones millonarias contra AMLO y contra Claudia. Sigue
siendo muy poderoso, los de la derecha se rinden ante él y su mejor tributo es
jamás mencionar su nombre. Roberto Hernández es el lado oscuro de Zedillo porque Claudio X. Gonzáles Guajardo
lo convenció de su verdad (México es una dictadura, AMLO destruyó el mejor
aeropuerto del mundo, en todas las obras de AMLO hay opacidad, AMLO y Claudia
asesinaron a la democracia, eso le ha contado durante seis años y ahí viene el
baboso de Zedillo a retar a Claudia Sheinbaum [2]a un debate y a que se auditen
los sexenios de Zedillo y de AMLO y cándidamente pide que se revise su sexenio,
pero sin decir injurias ni ofensas. Lo dicho, es un imbécil porque su sexenio
fue una injuria contra México. Roberto Hernández Ramírez es la perfecta
personificación del dicho: Nadie habla del Diablo, pero todos saben que existe
y vea usted si no: ya se comenzaron a mover las ruecas de la maquinaria de las
mentiras a favor de Ernesto Zedillo y contra Claudia Sheinbaum y desde ahora
sabemos lo que los chayoteros dirán: Ernesto Zedillo fue un demócrata y es el
mejor presidente de México, y concluirán que AMLO destruyó México y debe estar
en la cárcel. Gracias por compartir esta columna porque rompe el cerco
informativo y hace usted posible que llegue hasta las consciencias dormidas
esta información.
Ernesto Zedillo en 1994 en
su reforma al Poder Judicial, obligó a cerrar actividades por un mes, quitó a
los 26 ministros de la SCJN,
dejando solo a 11. Así se hacía por dedazo.
Ernesto Zedillo Ponce de León; el empleado de la oligarquía
Roberto Hernández y su
pandilla
Como todos los ex presidentes neoliberales, traidores al pueblo y a la democracia; Ernesto Zedillo Ponce de León no fue la acepción, fue empleado del oligarca Roberto Hernández Ramírez, dueño actualmente de Banamex y anteriormente socio en ese banco de Alfredo Harp Helú. La sociedad se terminó porque cuando fue secuestrado Alfredo Harp, el señor Hernández aconsejó a la esposa y a los hijos de Harp Helú que no pagaran el rescate porque los secuestradores seguramente ya lo habían matado. Harp Helú convenció a sus raptores de que lo dejaran libre para que pudiera hacer los trámites necesarios, que su familia no quería hacer, para poder pagar su rescate. Quedó libre, pero muy dolido, Harp Helú y meses después recibió otra dolorosa sorpresa, desde la economía de PEMEX se puso a circular el dinero que pagó a sus secuestradores. Discretamente hizo la denuncia en la Procuraduría y días después recibió una advertencia de los que lo raptaron; en el periódico La Jornada se publicó una nota muy breve dirigida a él que decía escuetamente: El trato fue que no indagarías, detente o paga. Alfredo Harp Helú vendió su parte de Banamex a Roberto Hernández y se dedicó a otros negocios. Roberto Hernández tuvo mucha influencia en los gobiernos prianistas al grado de vender la mitad de Banamex en La Bolsa de Valores para no pagar 2 mil millones por concepto de impuestos durante el sexenio de Fox. La influencia, el poder, de Roberto Hernández nace de que en las oficinas de su banco tuvo como empleados a Carlos Salinas, a Ernesto Zedillo, A Francisco Gil Díaz, a Felipe Calderón y a otros más, Roberto los amansaba y luego los colocaba en el gobierno para que siguieran sirviéndole. De las oficinas de Banamex pasó Zedillo al gabinete de Miguel de la Madrid a ocupar la subsecretaría de Programación y Presupuesto como subordinado de Salinas, después fue el titular en el sexenio de Salinas y seis años más tarde fue colocado en la presidencia de la república.
Pero antes tuvo a su cargo un fideicomiso llamado Ficorca (Fideicomiso para la Cobertura de Riesgos Cambiarios) Ese fideicomiso lo creó Salinas en 1983 para pagar con los impuestos de los mexicanos las pérdidas que causaban a los empresarios las constantes devaluaciones de la moneda, es decir, si el gobierno devaluaba el peso, los empresarios presentaban la factura de lo que perdieron y el Estado tomaba el dinero de los impuestos y pagaba a los empresarios. Zedillo fue el titular de Ficorca y rescató a cientos de empresas y a ingenios azucareros y la mecánica era así: un ingenio se declaraba en quiebra por deficiente manejo de sus finanzas, los empleos de miles de trabajadores estaban en peligro, el Estado requisaba el ingenio, saneaba su economía, levantaba a la empresa y cuando arrojaba ganancias, lo devolvía a los empresarios. Zedillo pagó 30 mil millones de dólares a empresarios ineptos, tramposos o ladrones, por concepto de rescate financiero usando el Ficorca. El Ficorca fue desaparecido en 1992, pero siempre que se necesitó rescatar a empresarios se revivió y se puso en marcha en las devaluaciones o emergencias de 1983, 1992, 2006 y 2012. En 2006, durante la pandemia de Influenza, Calderón pidió prestado al Tesoro de los Estados Unidos 30 mil millones de dólares usando como pretexto el Blindaje de los Grandes Corporativos, Volviendo a Zedillo, debe agregarse, que además de crear el fideicomiso Fobaproa, pagó a los empresarios los Tesobonos que poseían y el método fue el siguiente: Un mes antes, los empresarios ya sabían que Zedillo iba a devaluar al peso en diciembre, por lo tanto compraron casi todos los Tesobonos emitidos por el gobierno y cuando pasó el asunto del error de diciembre y el Fobaproa, los empresarios le presentaron los Tesobonos, entonces Zedillo ordenó que se les pagaran no al precio que los compraron, sino a precios del momento y en dólares. Zedillo fue todo un nepotista porque dio contratos de obra pública a sus hermanos, decidió que se les condonaran impuestos y ordenó que se cerrara el expediente de su suegro y de sus cuñados por el caso de los hermanos Amezcua Contreras, líderes del cartel Colima. La complicidad del suegro, de los cuñados y de la esposa de Zedillo se supo gracias a que un juez autorizó que se intervinieran los teléfonos de los Amezcua y se grabaron varias conversaciones entre varios criminales que hablaron de traslado de droga, de pleitos de tierra y en el asunto de la tenencia de unas tierras intervino directamente Nilda Patricia Velasco de Zedillo Ponce de León ordenado que se diera la posesión de las tierras en disputa a los Amezcua. ¿Por qué la esposa de Zedillo intervino en ese pleito de tierras? Porque uno de los que peleaban por parte de los Amezcua era amigo de un hermano de Nilda Patricia Velasco y le pidió ayuda, el cuñado de Zedillo solicitó el apoyo de su hermana y la esposa de Zedillo dio la orden en nombre de Zedillo. El General Jesús Gutiérrez Rebollo fue el encargado de las investigaciones del asunto del cartel de Colima y presentó a Zedillo las pruebas de la implicación de su familia política y Zedillo dio la orden de que encarcelaran a Gutiérrez Rebollo inventando que recibía sobornos de Amado Carrillo Fuentes, el narco apodado el Señor de los cielos. Desde prisión, el general sostuvo su inocencia y siguió denunciando hasta su muerte a la familia de Zedillo. Los hermanos Amezcua Contreras fueron capturados y encarcelados durante los sexenios de Fox y de Calderón y, no obstante las denuncias y las pruebas contundentes que se presentaron, se negaron a abrir el expediente contra la familia de Zedillo y contra el mismo ex-presidente. Zedillo antes de irse privatizó los Ferrocarriles de México y ofendió profundamente a los mexicanos al irse a trabajar en la compañía extranjera a la que le entregó parte de los ferrocarriles. El señor Roberto Hernández dejó de ser todopoderoso cuando Andrés Manuel López Obrador fue elegido Presidente de México por El Pueblo.
Es el que está atrás de las inversiones millonarias contra AMLO y contra Claudia. Sigue siendo muy poderoso, los de la derecha se rinden ante él y su mejor tributo es jamás mencionar su nombre. Roberto Hernández es el lado oscuro de Zedillo porque Claudio X. Gonzáles Guajardo lo convenció de su verdad (México es una dictadura, AMLO destruyó el mejor aeropuerto del mundo, en todas las obras de AMLO hay opacidad, AMLO y Claudia asesinaron a la democracia, eso le ha contado durante seis años y ahí viene el baboso de Zedillo a retar a Claudia Sheinbaum [2]a un debate y a que se auditen los sexenios de Zedillo y de AMLO y cándidamente pide que se revise su sexenio, pero sin decir injurias ni ofensas. Lo dicho, es un imbécil porque su sexenio fue una injuria contra México. Roberto Hernández Ramírez es la perfecta personificación del dicho: Nadie habla del Diablo, pero todos saben que existe y vea usted si no: ya se comenzaron a mover las ruecas de la maquinaria de las mentiras a favor de Ernesto Zedillo y contra Claudia Sheinbaum y desde ahora sabemos lo que los chayoteros dirán: Ernesto Zedillo fue un demócrata y es el mejor presidente de México, y concluirán que AMLO destruyó México y debe estar en la cárcel. Gracias por compartir esta columna porque rompe el cerco informativo y hace usted posible que llegue hasta las consciencias dormidas esta información.
Ernesto Zedillo en 1994 en su reforma al Poder Judicial, obligó a cerrar actividades por un mes, quitó a los 26 ministros de la SCJN, dejando solo a 11. Así se hacía por dedazo.
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