En noviembre de 1963 egresó Lucio de la Normal de Ayotzinapa y en breve llegaría con la clave 36108 como maestro a Mexcaltepec. Donde escribiría con sus actos otra historia.
Lucio
Cabañas Barrientos, maestro rural guerrerense
Lucio
Cabañas Barrientos, maestro rural guerrerense, líder estudiantil normalista y
comandante guerrillero, fue una de las figuras más emblemáticas de la
insurgencia social en México durante el siglo XX. Nacido en 1938 en El
Porvenir, Atoyac de Álvarez, Guerrero, se convirtió en símbolo de la lucha
campesina armada frente a la opresión, la miseria y el abandono histórico del
Estado mexicano hacia las zonas rurales.
En
la década de los sesentas, tras una serie de represiones brutales por parte del
gobierno contra movimientos magisteriales y populares —como la masacre de
Atoyac en 1967— Cabañas rompió con la vía institucional.
Lucio nació el 15 de diciembre de 1936, en la
comunidad serrana El Porvenir. Sus padres fueron Rafaela Gervasio Barrientos y
Cesáreo Cabañas Iturio. Su abuelo el general zapatista Pablo Cabañas Macedo y
su abuela Aldegunda Iturio de la
Cruz. La partera Gregoria Loza atendió su alumbramiento. Fue el segundo hijo, la primera fue Facunda y
el tercero Pablo. Cuando tenía tres años sus padres se separaron, quedando con
sus hermanos al cuidado de su abuela Aldegunda. Su madre Rafaela se volvió a
casar, esta vez, con Juan Serafín, quien se la llevó a vivir a San Martín de
las Flores. De ese matrimonio nacieron los otros hermanos de Lucio, Alejandro,
Bartola, Juana, Manuel y Conrado.
Cuando Lucio tenía ocho años, Facunda, diez y
Pablo, seis, ingresaron a la primaria después de que toda la familia se mudó al
pueblo El Cayaco, municipio de Coyuca de Benítez, con las tías Dominga y
Marciana que los criaron al faltar la abuela.
A
los 17 años Lucio Cabañas abandonó la casa de sus tías en Cayaco para poder
estudiar en Tixtla. Cursó el cuarto grado mientras trabajaba en el campo y
vendía paletas de hielo. Por las noches trabajaba como velador del hotel del
señor Taide Valle. Por ser autodidacta pudo saltarse el quinto grado y estudiar
el sexto en la Escuela
Normal Rural de Ayotzinapa. En el mismo lugar terminó la
secundaria y la Normal. Se
recibió de maestro a los 27 años y asistió a la ceremonia de graduación con
ropa sencilla, sin el traje de la ceremonia. A
Cabañas le gustaba hablar en público, “Desde sexto año de primaria empezó a
hablar en las reuniones, a distinguirse. Era buen orador siempre le gustó
hablar en público” declaró al periódico Reforma su hermano Pablo Cabañas
Barrientos. En
la escuela Normal destacó como dirigente y buen orador, entró de lleno a la
política estudiantil convirtiéndose en dirigente de la sociedad de alumnos; su
primera acción política fue reunir a los alumnos para exigir a los maestros
cumplimiento de su trabajo, porque sólo daban clases unas dos veces y se iban a
descansar.
“Era
el mes de febrero de 1956 cuando un joven campesino como de dieciocho años de
edad llegaba a la Normal
de Ayotzinapa”, comenta Vicente Estrada Vega entrevistado por Simón Hipólito.
“Tanto el director como los maestros solamente nos daban clases una a dos veces
por semana, ya que se iban de asueto. Eso disgustó a Lucio, que una tarde nos
reunió para decirnos que procedíamos del sector más pobre del país, el
campesino, que si nuestros padres con grandes sacrificios y quitándose el
bocado de la boca nos mandaban a estudiar para cambiar en algo nuestra
situación, que no era justo que siguiéramos el juego al director y a los
maestros, que deberíamos llamarlos y exigirles puntualidad. Así se hizo y una
tarde llamamos al director y maestros a una asamblea, donde les exigimos
puntualidad. Como no quisieron, solicitamos su remoción de la normal y lo
logramos”.
Algunos
testimonios dicen que después del movimiento organizado por Lucio, a raíz de la
remoción de director y de los maestros, hubo algunos pleitos y fue agredido con
un puñetazo que le dejó una cicatriz en la ceja. Ese movimiento logró que
mejoraran las condiciones en la normal y desde allí Cabañas aumentó su
popularidad como líder natural. Arturo Miranda Ramírez y Carlos G. Villarino en
su libro El otro rostro de la guerrilla 40 años después escriben que Lucio
Cabañas ingresó a la
Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Brugos” de Ayotzinapa para
concluir sus estudios de educación primaria en un grupo que funcionaba como
anexo a la Normal
para las prácticas de los estudiantes de nivel profesional. “El grupo académico
estaba dirigido por la profesora María Ramírez, apodada la tortolita por su
pequeña estatura. Era muy apreciada y respetada por su capacidad y seriedad
académica. Maestra abnegada, quien prácticamente se convirtió en la segunda
madre de Lucio, a quien apoyaba y le daba consejos, sobre todo en relación a
sus problemas económicos y familiares”.
“En
1956, al ingresar a primero de secundaria, Lucio ya era ampliamente conocido
por todos los alumnos y maestros. A quienes ingresamos ese año, provenientes de
diferentes lugares nos causaba extrañeza que siendo compañero de grupo y que se
suponía también era de nuevo ingreso ya lo conocieran tantos. Como es tradición
en los internados, nadie se escapaba de ser bautizado con sobrenombre y de
buenas a primeras alguien le puso a Lucio El Chivo”. Se sabe que en una de sus
visitas al internado sus familiares le llamaron Chío y los que escucharon
pensaron que le decían Chivo por eso le quedó ese mote. “Algunos
compañeros lanzaban una imitación del balido de los chivos para anunciar su
presencia; con su sencillez y una sonrisa contestaba sin alterarse ¿Qué pasa
zanquitas que pasa?” La
sencillez y el carisma de Lucio trascendieron al grupo académico porque
convivía con los demás estudiantes de la misma escuela y por varias horas
apoyaba en sus labores a los campesinos que tenían sus parcelas en las
cercanías de la Normal,
con los que cultivó una entrañable amistad. “Para
1959, Lucio era ya el estudiante más querido por los normalistas – dicen
Miranda y Villarino- año en que correspondía el cambio de Comité Ejecutivo
Estudiantil. La dirigencia se elegía en asamblea a la cual todos deberíamos
asistir. Era una práctica que en los hechos servía de enseñanza política de las
viejas generaciones a las nuevas. En esta ocasión compitieron dos planillas;
una encabezada por Francisco Santana (a) ‘La gallina’, alumno del nivel
profesional y la otra por Lucio Cabañas, estudiante aún de secundaria. La
asamblea fue muy agitada, los de profesional argumentaban que no era posible
que la sociedad de alumnos fuera dirigida ‘por un secundariano’, pero a la hora
de la votación Lucio ganó por amplia mayoría, gracias al trabajo de
proselitismo que realizó previamente incluso entre los de profesional”.
El
triunfo de la revolución cubana en enero de 1959 tuvo un impacto importante en
la historia mundial y despertó la esperanza en el resto de los países de
América Latina donde se fortalecieron los movimientos de izquierda. Ese impacto
llegó a la Normal
de Ayotzinapa, en donde Lucio e Inocencio Castro Arteaga instalaron en la
oficina del Comité Ejecutivo de la
Sociedad de Alumnos una radio de bulbos que diariamente a las
8 de la noche captaba las transmisiones del Ejército Rebelde desde la sierra
maestra de Cuba. Cuando se iba la señal provocaba desesperación entre los
oyentes, pero al final, “Lucio aprovechaba el interés y entusiasmo de los
radioescuchas para explicar la trascendencia e importancia histórica que tenía
para Cuba, México y América Latina la lucha emprendida por los cubanos
revolucionarios”, recuerdan Miranda y Villarino. Con
la colaboración de las embajadas del entonces bloque socialista, Lucio
recolectó libros y revistas y con ellos fundó la “Biblioteca Socialista” en las
oficinas del Comité Ejecutivo de la sociedad de alumnos. Por lo que fue objeto
de hostilidad por parte de unos maestros que eran miembros de los grupos
apegados al poder. En
ese tiempo se vino el movimiento en contra del gobierno de Raúl Caballero
Aburto quien se caracterizó por ser uno de los gobernadores más represores y
cometer muchos asesinatos en aras de una supuesta seguridad y justicia en el
estado. Se les aplicaba la ley fuga a los presuntos delincuentes. En Atoyac
tuvieron fama La Trozadura
y El Charco Largo donde fueron ajusticiados muchos ciudadanos de esta ciudad
sólo por las sospechas de ser delincuentes o por señalamientos dolosos de
algunos vecinos.
En
1960 la Normal Rural
de Ayotzinapa se sumó al movimiento por la caída de Caballero Aburto: “Lucio
fue nombrado presidente de la huelga en la Normal y de manera audaz trepó a la azotea del
edificio de dos plantas recientemente construido en la parte norte de las
antiguas canchas de basquetbol para plantar con mucha solemnidad la bandera
rojinegra” se lee en El otro rostro de la guerrilla 40 años después. Se
organizó la huelga y se hicieron marchas que recorrieron el centro de Tixtla y
los alumnos de la Normal
se turnaban para montar guardias en la parada cívica de Chilpancingo. Desde
sus discursos de la Normal
en esa lucha contra el caballerismo Lucio decía: “A esos que se cubren su
cabeza con bacinicas verdes les decimos: no les tenemos miedo porque el pueblo
está con nosotros decididos a triunfar”. Así se refería a los soldados y
policías, algo parecido pronunciaría el 18 de mayo de 1967.
Durante
el desarrollo de esa lucha Lucio Cabañas vino a encabezar algunas protestas a
su tierra. Una de ellas fue el 11 de diciembre de 1960 cuando a la una de la
tarde hubo un mitin en el Zócalo de la ciudad cafetalera en contra de Raúl
Caballero Aburto. La policía urbana y auxiliar que estaba comandada por el
mayor Adalberto Lira Torres disparó contra los manifestantes hiriendo a
Leónides Bello, los manifestantes repelieron la agresión con piedras y palos,
pero los organizadores del mitin entre ellos, Lucio Cabañas Barrientos, su mamá
Rafaela Gervasio y su tía Celerina Cabañas fueron detenidos y llevados a la
cárcel municipal. Ese día a doña Celerina le rompieron un dedo al colgarse del
cinturón de Lucio para evitar que se lo llevaran preso pero la arrastraron
junto con él hasta lo separos de la preventiva. Muchos años después mostraría
con orgullo su dedo roto como si fuera un trofeo de guerra. Ese día la gente se
organizó y enardecida regresó al palacio municipal para rescatar a sus líderes
y el Presidente Municipal, Raúl Galeana Núñez tuvo que liberarlos. A
las ocho de la noche del día siguiente, el mero día de la virgen, hubo una
cabalgata con antorchas y con un altoparlante recorrieron las calles de la
ciudad y al llegar al Zócalo realizaron un mitin. Ahí Lucio Cabañas, quien fue
el primero en abordar la tribuna denunció que el gobierno de Caballero Aburto
asesinó a su padrastro Juan Serafín Martínez y por eso su madre tenía que
sufrir el trabajo duro del campo para sacarlos adelante.
Años
más tarde en uno de sus discursos en la sierra ya como guerrillero diría:
“Nosotros, desde cuando Caballero Aburto, hicimos pueblo. Los de Ayotzinapa,
los de la escuela Normal Rural nos metimos por todos los pueblitos y donde
quiera anduvimos haciendo mítines y todo, y acarreando al campesinado. Incluso
cuando anduvimos de dirigentes en Ayotzinapa dábamos ropa a los pobrecitos
campesinos que no tenían para vestirse y se acercaban a Ayotzinapa”. Eso se
escucha en la voz de Lucio en unas grabaciones que fueron dadas a conocer por
primera vez por Luis Suárez y que ahora se consiguen con relativa facilidad.Cuando
terminó el movimiento anticaballerista después de la masacre del 30 de
diciembre de 1960, Lucio se reintegró a la normal para continuar con sus
estudios y formación política. Pero fueron pocos meses lo que estuvo dedicado a
sus clases. “En mayo de 1961, se llevó a cabo en la Normal de Huerta, en
Morelia Michoacán el Congreso Nacional ordinario para elegir el Comité
Ejecutivo Nacional de la
Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México
(FECSM) integrado por 28 normales rurales, en el cual salió electo Lucio
Cabañas Barrientos como secretario general, a pesar de la oposición de la
dirigencia nacional de la
Juventud Comunista que quería impulsar en el cargo a un
priísta”, señala Luis León Mendiola.
Cabe
mencionar que algunos testimonios dicen que el congreso de la FECSM fue en El Mexe Hidalgo
y otros que en Huerta Michoacán. Lo cierto es que después de esa elección se
vino la división de la FECSM
por eso: “La unificación fue la primera tarea de Lucio, para tal efecto se
trasladó a El Mexe, habiendo perdido un año de estudios. Es por eso que en
lugar de graduarse en 1962, lo logró hasta 1963. Lucio recorrió las 29 normales
(Mendiola menciona 28) hasta lograr la unificación política y así lograba su reconocimiento
como dirigente estudiantil indiscutible de todas las normales rurales del
país”, afirman Miranda y Villarino.
Graduado como profesor en la Escuela Rural de
Ayotzinaga, a la edad de veinticuatro años se hizo cargo de la secretaría
general de la Federación
de Estudiantes Socialistas, organización contraria al PRI (Partido
Revolucionario Institucional), además de pertenecer al Movimiento de Liberación
Nacional y al Partido Comunista Mejicano, del que llegó a ser un miembro muy
activo.
Desde
lo profundo de la Sierra
de Guerrero fundó el Partido de los Pobres y su brazo armado, la Brigada Campesina
de Ajusticiamiento, consolidándose como la principal expresión de la guerrilla
rural en México, en un periodo donde el autoritarismo gubernamental y la
desigualdad eran moneda corriente. Durante
los años de persecución por parte del Gobierno Mexicano, Lucio Cabañas y su
camarada Serafín Cáceres se refugiaron en el norte del país. En
el ciclo escolar 1965-1966, llegaron a Tuitán, Durango, donde el maestro Lucio
impartió clases en un aula lateral de la Escuela Primaria
“Miguel Hidalgo”.
Su
presencia dejó una huella profunda en la comunidad.
En
ese mismo lugar, hoy se honra su paso con una placa:”…En
este salón impartió clases el Profr. Lucio Cabañas B.
Ciclo
Escolar 1965-1966. Por
su vinculación a las luchas del pueblo, por su actitud profundamente humana,
por su indignación ante la injusticia, sus exalumnos, los profesores y
camaradas rinden homenaje al Fundador y Primer Comandante del Partido de los
Pobres…
Tuitán,
N. de Dios, Dgo, 2-Dic-2002”.
Lucio
no fue solo un insurgente armado, fue un educador íntegro, convencido de que el
cambio social debía nacer desde las aulas y los pueblos olvidados. En
Tuitán, fue recordado por su humildad, su compromiso con la enseñanza y su
sentido ético frente a un México lacerado por la injusticia estructural. Su
legado aún vive entre los surcos de la sierra y la memoria de los pueblos.
¡Viva
Lucio Cabañas!
¡Viva
la dignidad rebelde de Tuitán!
¡Viva
el estado de Guerrero!
¡Viva
México!
A
pesar de andar recorriendo el país, Lucio no se olvidaba de su tierra el 17 de
diciembre de 1961 asistió a una convención de estudiantes a la ciudad de
Atoyac, que se llevó a cabo durante tres días en el Cine Álvarez para formar la Federación Estudiantil
Guerrerense, la inauguración estuvo a cargo de Braulio Maldonado. En ese evento
Lucio Cabañas Barrientos defendió con vehemencia a los indígenas de la Montaña que en ese tiempo
venían a cortar café a la sierra. Condenó el hecho de que despectivamente se
les llamara chantes cuando son los dueños originales de la tierra en que
vivimos, rememora José Hernández Meza. La
escuela normal de Ayotzinapa y la lucha popular estudiantil le dieron la más
importante formación teórico-práctica fue allí donde conoció la teoría
revolucionaria y el ejemplo del Che Guevara. Lucio Cabañas no era afecto a las
bebidas embriagantes ni a los cigarros, su preocupación eran los problemas
sociales. Solía alejarse al campo donde buscaba pláticas con ancianos
campesinos porque de ellos aprendía valiosas experiencias.
En
noviembre de 1963 egresó Lucio de la
Normal de Ayotzinapa y en breve llegaría con la clave 36108
como maestro a Mexcaltepec. Donde escribiría con sus actos otra historia.
Las
avispas, al igual que las abejas y que las hormigas, pertenecen al Orden
Hymenoptera, un grupo de insectos con una diversidad increíble (se han descrito
más de 100.000 especies).
Muchas
Vivian en colonias con una reina, estas a su vez tienen crías de colonias,
construyen panales que cuelgan en los árboles, se a hecho una campaña de miedo
en contra de estos insectos, la verdad son insectos inofensivos, solo atacan
cuando molestan su nido o su panal, cuidan su hogar y la miel que producen. En realidad
el piquete de avispa no es mortal para
el cuerpo humano, no pasa de una hinchazón que desaparece en 24 horas. Siempre y
cuando no sean alérgicos a la picadura. Hay unas especies que si atacan a los humanos pero estas especies son muy atípicas, al igual
que la famosa abeja negra fueron modificados su ADN, en algunos laboratorios, o
son producto de experimentos fallidos.
Las
avispas mantiene el equilibrio son unos polinizadores excelentes y útiles para
el campo la agricultura y el medio ecológico en general. De hecho no deberían
de matarse deben de ser objeto de cuidado. Existen diferentes especies y diferentes
variedades y de colores ó de multicolores, negras, rojas, amarillas, rallada, al
igual de múltiples tamaños etc.
Dentro
de lo que conocemos como avispas se agrupan infinidad de especies de morfología
diversa, dentro del esquema típico de estos insectos y con biología variada. La
mayor parte de las especies de avispas son solitarias, algunas de ellas se
alimentan de néctar, muchas son parásitas de otros insectos y otras son
carnívoras. Sin embargo, un número muy pequeño de especies son avispas
sociales, es decir viven en colonias.
En la Mixteca las larvas de las avispas sirven para preparar diversos platillos o simplemente se asan en el comal con sal.
Al
igual que las abejas las formas de cortar un panal es echándoles un poco de humo;
en el campo los tiran a pedradas de los árboles. Las avispas al igual que las
abejas son insectos importantes para el equilibrio ecológico.
Lucio Cabañas Barrientos muere en
combate contra el ejército mexicano
El 2 de diciembre de 1974.
Lucio Cabañas Barrientos muere en combate contra el ejército mexicano en el
paraje del Otatal, Guerrero:
La
mañana del 2 de diciembre del año de 1974. José Isabel Ramos Ruiz, oriundo de
Los Corales, municipio de Tecpan de Galeana, Guerrero, conduce a un grupo de
nueve batallones del ejército mexicano hacia el paraje del Otatal, lugar donde Lucio Cabañas en compañía
de otros tres guerrilleros: Marcelo Serafín
Juárez, Lino Rosas Pérez,
y Esteban Mesino, se
encuentran acampando después de haber padecido intensos días de persecución y
enfrentamientos tratando de escapar del estrecho cerco tendido por el ejército.
Ramos Ruíz se ofrecería para guiar al ejército hacia lo posición de Lucio a
cambio de la libertad de cuatro jóvenes de su familia que habían sido detenidas
por los militares el día anterior.
A
las 7 de la mañana da inicio la operación, rodeando el ejército toda el área
para evitar que Lucio y sus acompañantes escapen. Con el pretexto de ir a entregar
víveres, Ramos Ruiz iría al campamento
para cerciorarse que Lucio aún permaneciera en él. A las 8:15, un total de
doscientos elementos de la 27 Zona Militar al mando del General de Brigada
Elíseo Jiménez Ruíz, agrupados en los grupos Avispa 1, Bonora, Vallecitos,
Isaías, Barraza, Coral, Lasso, Patrullas 3° uno y dos, así como la Sección Ocho al mando
del Comandante del 19° Batallón de Infantería avanzan hacia la posición. A las
8:40, los guerrilleros se percatan del movimiento de los soldados e inicia el
enfrentamiento.
El
tiroteo tiene una duración aproximada de 20 minutos. Hacia las 9:00 de la
mañana cesan definitivamente los disparos. Del lado del ejército se registran
dos bajas y cinco heridos. Por parte del Partido
de los Pobres, Lucio Cabañas
Barrientos y Lino Rosas Pérez
yacen muertos en el lugar. Esteban
Mesino y Marcelo Serafín
son capturados con vida; Esteban sería fusilado en el lugar de los hechos y
Marcelo Serafín es fotografiado al momento de su detención-desaparición.
Los
operativos antiguerrilla no cesan, por el contrario, se intensifican para dar
muerte a Cabañas. El 30 de noviembre perecen 17 rebeldes más en un
enfrentamiento con el ejército, y el 2 de diciembre siguiente, el general Cuenca
Díaz, secretario de la
Defensa Nacional, es informado de que en Otatal, Guerrero,
varios grupos militares se enfrentaron con los rebeldes, resultando muertos Lucio
y los alzados “Roberto”, “Arturo” y “René”, en tanto que el ejército sufrió dos
bajas. Fue sepultado en el panteón municipal de Atoyac de Álvarez.
"Existen hombres cuya patria es todo el mundo, y se dedican a luchar, tratando al pobre con amor profundo".
—Lucio Cabañas—
Los
cadáveres de Esteban Mesino y Lino Rosas son enterrados por los soldados a ras
de tierra en el Otatal, siendo rescatados por pobladores de El Guayabito y
enterrados en una sola tumba en el panteón del pueblo. Los pobladores mencionarían
que ambos tenían la cara destrozada a balazos y que Esteban Mesino, se
encontraba con las manos atadas a la espalda con una agujeta. Sobre la muerte
de Lucio Cabañas existen dos
versiones. La primera de ellas menciona que Lucio moriría en combate a causa de
una herida de bala en el maxilar derecho infringida por el Capitán Pedro Bravo Torres. Sin embargo, el
soldado Emiliano de la Cruz alegaría ser el
verdadero responsable al infligir en Lucio un disparo en la espalda, herida
que, de acuerdo con el dictamen médico, también sería mortal por necesidad.
La
segunda versión menciona que Lucio, al verse acorralado por el ejército
gritaría: “¡Hasta que se les hizo!...
¡Pero les aseguro que no les voy a dar el gusto de que me maten ustedes!” acto
seguido, colocaría el cañón de su M-2 en la mejilla y jalaría el gatillo. Sobre
la teoría del suicidio de Lucio Cabañas existen también dos versiones.
La
primera de ellas es recogida por el periodista Juan Miguel de Mora en su libro "Lucio Cabañas: Su vida y su
Muerte" De Mora rescata un artículo de Sergio Von Nowaffen publicado
el 5 de diciembre de 1974 en el diario La Extra,
donde se menciona que Mariano Santiago
Vázquez, supuesto delator de Lucio, vio como este se daría un disparo
en la cara con una pistola para evitar ser capturado por el ejército. Posteriormente,
en el año de 2002 en la edición número 1355 de la revista Proceso, la periodistaGloria Leticia Díaz menciona la existencia de una carta escrita por
el soldado Benito Tafoya Barrón, donde relata que, al estar herido, Lucio
gritaría la frase mencionada anteriormente y se daría el disparo con su rifle. Acto
seguido, el capitán Bravo Torres le
daría el tiro de gracia. En su momento, De Mora pondría en duda la versión del
suicidio, argumentando que, en base a lo consignado en el dictamen forense, por
el ángulo de entrada, las heridas de bala que Lucio tenía en la espalda y
hombro fueron infringidas cuando este se encontraba de pie, mientras que la
herida en el maxilar derecho pareciera ser infringida cuando él se encontraba
en el piso, indicando que se trataría del tiro de gracia.
-Lucio Cabañas Barrientos, fundador de la Brigada Campesina
de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres, caído en combate el 2 de
Diciembre de 1974.
El
cadáver de Lucio Cabañas sería exhibido como trofeo de cacería por los soldados
participantes en el ataque. Posteriormente, el cuerpo es trasladado al cuartel
militar de Atoyac de Álvarez en donde se le practica la autopsia y se realiza
un reportaje dando el dictamen forense. Dicho reportaje originalmente iba a ser
transmitido por televisión, pero a última hora se decidió cancelar, probablemente
para evitar que los grupos afines a Cabañas en todo el país tomaran
represalias. El gobierno mexicano, temiendo que el pueblo guerrerense que
simpatizaba con la lucha del Partido de los Pobres, saliera a las calles a
despedir a Lucio en un sepelio masivo a similitud del que tuvo Genaro Vázquez en 1972, decide
esconder el cuerpo. A las primeras horas del día 3 de diciembre, el cuerpo de
Lucio es sepultado clandestinamente en una tumba sin nombre en el panteón de
Atoyac. Sin embargo, Hilda FloresSolís, quien había sido compañera de magisterio de Lucio, obtuvo
gracias a un soldado el dato sobre la ubicación de la tumba de Lucio, dejando
recurrentemente flores sobre la sepultura.
"Subí a la sierra, mejor dicho, me echaron al
monte el 19 de mayo de 1967. Me fui, porque si me quedaba me mataban. La vida
vale mucho y jamás me hubiera perdonado el caer muerto a lo pendejo, sin haber
hecho algo por los pobres."
-Lucio Cabañas Barrientos.
El
secretismo con el que el gobierno mexicano sepultó a Lucio Cabañas, y la
negativa de este a dar acceso a sus familiares y amigos al cadáver, fue motivo
de sospecha por muchos años, llegándose a creer que en realidad Lucio no había
muerto o que en su defecto la sepultura estaba vacía. La señora Rafaela Gervasio Barrientos, madre de
Lucio, exigiría hasta el final de sus días al gobierno mexicano la información
sobre la ubicación de la tumba de su hijo.
El 2 de Diciembre de 1974, el gobierno mexicano con
cerca de 20 mil soldados asesina a Lucio Cabañas Barrientos y otros
revolucionarios del Partido de los Pobres en Guerrero.
Finalmente,
en el año 2002, a
petición de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, se realizaría una
exhumación en el lugar, recuperando una osamenta a la que se le realizarían
pruebas de ADN, confirmando finalmente que los restos ahí enterrados
pertenecían a Lucio Cabañas Barrientos. Actualmente, sus restos reposan en el
obelisco erigido en su memoria en la plaza de Atoyac.
Fuentes de
Referencia:
- México Armado
1943-1981: Laura Castellanos
- Lucio Cabañas: Su
vida y su muerte: Juan Miguel De Mora
- Lucio Cabañas y el
Partido de los Pobres: Alberto Guillermo López Limón
- “Un documento que
refuta al ejército: Lucio Cabañas se suicidó”: Gloria Leticia Díaz, Revista
Proceso No 1355, 20 de octubre de 2002
- "Identifican
restos de Lucio Cabañas": Revista Proceso, 13 de agosto de 2002.
“¿Quiere
la paz? ella vive bien ¿qué le importa que no coma la mayoría del pueblo? y
dice que no, que estos alborotadores se deberían acabar y lo comentan
acostados, fumándose un puro, un cigarro, acostados en la hamaca; no lo
comentan sudando, acarreando leña, no lo comentan arando, no lo comentan
hachando, allá tumbando árboles, no lo comentan tarecuando, o pizcando maíz,
pues no andan trabajando…
No,
los que andan trabajando esos opinan bien de nosotros. Pero los que están
acomodados dicen: la culpa de lo que pasa en Guerrero la tienen esos agitadores
como Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, si no fuera por ellos no hubieran venido
aquí los soldados. Pero resulta que antes de que Genaro se viniera al monte y
antes de que nosotros estuviéramos aquí pasó la matanza de 18 campesinos en
Tierra Caliente. Antes
de que estuviéramos en el monte, pasó la masacre de estudiantes y de campesinos
en Chilpancingo por la lucha contra Caballero Aburto. Pasaron asesinatos por
donde quiera y hay compañeros aquí que tienen sus padres asesinados, antes de
venirnos al monte, incluso mi padre…
Entonces
no es una cosa que viene por culpa de Genaro o por Lucio, nosotros venimos por
aquello. Porque vino el gobierno a asesinar, a quemar, a matar, a fusilar, es
que nosotros nos venimos contra eso. Primero vino el gobierno matando,
persiguiendo, encarcelando, golpeando, violando. Primero vino el gobierno así,
con sus ricos pistoleros, con sus guardias blancas, con sus judiciales,
asesinando el pueblo, primero vinieron ellos y luego vinimos nosotros…”
Octubre
negro: en Guerrero, 48 desapariciones en 1974
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