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LAS PIÑATAS
LOS SIETE PECADOS CAPITALES. ORIGEN E INTERPRETACIONES.
Los siete pecados capitales son una clasificación de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas del cristianismo para educar a sus seguidores acerca de la moral cristiana.
Decía Santo Tomás de Aquino:
"....Un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable, de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados, todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal"....
Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada.
Los vicios pueden ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o también pueden ser referidos a los pecados capitales que la experiencia cristiana ha distinguido siguiendo a san Juan Casiano y a san Gregorio Magno.
En el Catecismo de la Iglesia Católica, sobre esto dice que:
"...Son llamados capitales porque generan otros pecados, otros vicios y son:
La soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.
En el siglo IV, el asceta Evagrio el Póntico conocido como: "El Solitario" estableció en ocho las principales pasiones humanas pecaminosas:
"...ira, soberbia, vanidad, envidia, avaricia, cobardía, gula y lujuria"...
Un siglo más tarde, el sacerdote rumano Juan Casiano redujo la lista a los siete pecados que conocemos: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia.
El papa San Gregorio los oficializó definitivamente, luego fueron empleados por Dante en su: "Divina Comedia"....
Según Santo Tomás de Aquino, el calificativo "capital" no alude a la gravedad de estos pecados, sino a que gracias a ellos, emanan todos los demás.
En 1589, el obispo y teólogo Alemán Peter Binsfeld, asoció cada pecado con un demonio que tentaba a la gente por medios asociados al pecado.
Su clasificación de los demonios es la siguiente:
Los siete pecados capitales |
|
Lujuria |
Asmodeo |
Gula |
Belcebú |
Avaricia |
Mammon. |
Pereza |
Belfegor |
Ira |
Amon |
Envidia |
Leviatán |
Soberbia |
Lucifer |
Una lista de siete virtudes que se oponen a los siete pecados mortales apareció más adelante en un poema épico titulado: "Psychomachia", escrito por Aurelio Clemente Prudencio, un gobernador cristiano que murió alrededor del año 410 D. C., y conlleva la batalla entre: "las buenas virtudes y los vicios del mal"...
La
enorme popularidad de este trabajo en la Edad Media
ayudó a difundir el concepto de la santa virtud en toda Europa. Después de que
el Papa Gregorio I publicó su lista de siete pecados capitales en el 590 d. C.,
las siete virtudes se identificaron como:"...castidad, templanza, caridad,
diligencia, paciencia, bondad y humildad"... Se dice que practicarlos
protege a uno contra la tentación de los siete pecados mortales.
A lo largo del tiempo, las piñatas han sido un objeto imprescindible en
los festejos de los habitantes de México, ya fuese para celebrar los
cumpleaños, las posadas o, inclusive, los días festivos. Durante el siglo XX,
la venta de piñatas fue popularizándose en las calles, los puestos callejeros y
los mercados de la ciudad de México, debido a que no sólo fue empleada para las
fiestas religiosas de Navidad, sino también en otras conmemoraciones de la vida
cotidiana. Estos objetos fueron creados con diferentes colores, estilos y
formas representando elementos populares de la época. En su elaboración, se
empleaban ollas de barro, cartón, hojas de colores, o listones, procurando
dejar un espacio en su interior para colocar frutas de temporada, y en la
segunda mitad del siglo XX se rellenaban de caramelos, juguetes, globos o
papeles. Con el paso de los años, los talleres familiares fueron incrementando
y consolidando su producción de piñatas.
Fotografía: "Vendedor
de piñatas, retrato", Ciudad de México, Ca. 1900, Fototeca-INAH